Otro baño de sangre
¬ Augusto Corro martes 26, Oct 2010Punto x Punto
Augusto Corro
Las autoridades federales, estatales y municipales tendrán que revisar inmediatamente su estrategia contra el crimen organizado. La ola de crímenes se repite un día y otro también en las ciudades norteñas y en todo el país. México vuelve a conmocionarse por el fusilamiento de 13 personas en un centro de rehabilitación contra las drogadicciones, en Tijuana, Baja California.
El viernes en la noche, en Ciudad Juárez, grupos de sicarios irrumpieron en una fiesta familiar y masacraron a 14 jóvenes, hombres y mujeres, entre ellos un considerable número de menores de edad. Como informamos, se trató de crímenes efectuados con toda la alevosía y ventaja por los profesionales de la muerte.
La ineptitud de las policías se manifestó nuevamente, pues en Ciudad Juárez los representantes de las fuerzas públicas se encuentran hasta debajo de las piedras, pero su incapacidad, miedo o terror no les permite actuar para evitar las masacres. De esta manera, la sociedad se encuentra en luto permanente.
Eso sí, según las autoridades, ya saben el porqué de la matanza: los asesinados iban tras un delincuente apodado “El Ratón”. ¿Y eso qué? Nada justifica la muerte de los 14 jóvenes. Urge que la policía capture a los delincuentes y los lleve ante la justicia. Es necesario que el gobierno demuestre que aún se halla en condiciones de enfrentar al crimen organizado, que aún podemos tener esperanzas de que la pesadilla de miles de asesinatos algún día terminara.
Ciudad Juárez vuelve a convertirse en un sitio donde el terror y el horror crecen permanentemente y la imagen de las autoridades se deteriora hasta el grado de casi desaparecer. El nuevo gobernador de la entidad, César Duarte, es un buen hombre, que ni idea tiene de cómo actuar frente a los retos permanentes de la delincuencia organizada. Se trata del mandatario estatal que llega al poder, sin la capacidad para resolver los problemas gravísimos que plantea la delincuencia.
César Duarte y Rodrigo Medina de la Cruz sirven para gobernar en tiempos de paz. Cuando la calma chicha les permite realizar sus acciones represoras contra la sociedad, como lo hacen no pocos mandatarios priístas. No ocurre lo mismo cuando se enfrentan a los cárteles de la droga. Su incapacidad se refleja en el número de muertos, las acciones criminales y los actos de corrupción e impunidad. Se tiene la impresión que los mandatarios viven escondidos, lejos de la sociedad que les reclama una participación efectiva directa que le permita vivir con seguridad.
Es facilísimo usar el twiter o el facebook para sacudirse las responsabilidades. La frivolidad de los funcionarios no tiene límites. Los asuntos que deben discutirse a nivel nacional con todos los sectores de México, se ventilan con textos breves e insulsos en los nuevos instrumentos de la comunicación moderna. No es la modernidad lo que molesta, que bueno que el mensaje llega rápido y participan directamente los actores principales. Aunque existe una gran diferencia entre sentarse frente a la nación a discutir o a informar de temas trascendentales a dejar correr en el twiter versiones fatuas y superficiales de asuntos de gran envergadura.
En Tijuana, la tragedia vuelve a repetirse y otra vez México se conmociona al saber que la vida vale menos que nada. Ante la corrupción y la impunidad, los sicarios aplican sus leyes fatales con saldos de miles de muertos. Saben de la impotencia de la fuerza pública y que el poder de su organización y de sus armas es superior a cualquier policía.
En el reino de la impunidad y la corrupción y en medio de una guerra sin cuartel contra los narcodelincuentes, los resultados son sangrientos. En ella perecen delincuentes, representantes de las autoridades y gente inocente. Se vive la ley de la selva y las familias aterrorizadas, como en las masacres de Ciudad Juárez, lloran las muertes de sus hijos.
Lo que ocurrió en Tijuana además del acto sangriento, los sicarios se burlan de las autoridades. Resulta que el 18 de octubre, en aquella ciudad fueron decomisadas 134 toneladas de mariguana un hecho, indiscutiblemente, positivo. Un punto a favor de las autoridades. Sin embargo, los sicarios, después de fusilar a los internos de El Camino, dijeron, por el radio de la policía, que habría 135 asesinatos, en alusión al número de toneladas de drogas que perdieron.
La estrategia del gobierno federal calderonista hace agua. Como señalamos arriba es importantísimo que el gobierno muestre señales de aliento que espera una sociedad flagelada por hechos sangrientos sin fin. Cuando se piensa que no continuaran más las masacres de seres humanos, los sicarios aparecen nuevamente con mayores ímpetus para asesinar a mansalva. Es tiempo de recurrir al sentido común para terminar con los baños de sangre, en los que los asesinos logran burlar a la justicia y se van a sus madrigueras a esperar nuevas oportunidades para segar vidas.
En Tijuana, las principales autoridades federales se dieron cita, recientemente, para ponderar los avances de una ciudad que lograba resultados favorables en su lucha contra la delincuencia organizada. Se elogió a los sectores que participaban en el progreso de una sociedad sometida al desgaste continúo por las acciones del crimen organizado.
Fue una ilusión que duró poco. Quienes participan en la guerra contra los cárteles no reciben la información adecuada: los cárteles siguen fuertes, tienen dinero y armas. Su riqueza ni siquiera es tocada por ninguna autoridad. La guerra es desigual. De ahí la necesidad de que el gobierno federal panista de replantear su estrategia.
Los discursos de los funcionarios públicos, en Ciudad Juárez y en Tijuana sólo sirvieron para estimular las acciones del crimen organizado. Los sicarios no les tienen miedo a las palabras. Saben que los discursos se dicen diariamente y por muy duros que estos resulten, no alcanzan a conmover la conciencia de los criminales.
La guerra continuará y quien la pierde ahora es el gobierno federal panista, de ahí las declaraciones de funcionarios estadounidenses que ven en México signos de narcoinsurgencia.