Estado civil: ¡feliz!, de Mariana Oropeza
Cultura jueves 6, Abr 2017En la ruta de las letras
Patricia Correa
El estado civil de las mujeres no es un factor determinante para definir el estado de felicidad en el que se encuentran. Podemos ver mujeres solteras, casadas, viudas o divorciadas que han encontrado la plenitud y la felicidad en sus vidas, así como otras que son terriblemente infelices y se sienten abandonadas, perdidas y carentes de esperanza. ¿Qué hay qué hacer para encontrar un estado de vida donde la paz y la tranquilidad sean los reinantes principales y, por añadidura, se agregue la felicidad a nuestra existencia? Mariana Oropeza, en entrevista exclusiva para DIARIO IMAGEN nos dio más detalles.
-Cuéntanos cómo surge la idea de escribir este libro.
“Yo pasé entre 6 o 7 años entre depresión, angustia y ansiedad que desencadenó en fibromialgia, pasé un proceso de desarrollo, como de salir de toda esa oscuridad tan fea y empecé a despertar, a mirar alrededor y me di cuenta que yo no era la única que estaba así, en algún momento de nuestra vida las mujeres habíamos pasado por etapa difícil, de frustración, de dolor, de sentirnos incomprendidas, entonces pensé que mi testimonio de poder salir adelante, serviría de ejemplo para demostrar que sí se puede, empecé a recopilar anécdotas, historias reales, al leer el libro las mujeres se van a sentir muy identificadas”.
-En el libro mencionas conceptos bien claros, por ejemplo “Sólo valorarte tanto que cualquier hombre que se acerque a ti, sepa que nunca vas a permitir que nadie te lastime, si quieres tener a tu lado una pareja que te quiera y te valore, primero debes de querer y valorarte tú”.
“Eso es muy importante, cuando estamos en un estado de baja autoestima, lo único que llega a nuestra vida son personas que reafirmen como nos sentimos, necesitamos sentirnos bien, sentirnos fuertes, para atraer personas a nuestras vidas que reafirmen eso, debemos amarnos muchísimo, si quieres encontrar a alguien que te amé debes amarte tú”.
–Muchas mujeres ya sean solteras, casadas, para no tomar la responsabilidad de su vida, culpan o responsabilizan a las demás personas, en el libro mencionas “Tu eres la responsable de lo que te pasa en la vida, que las situaciones que vives son consecuencia de la toma correcta o incorrecta de decisiones, cuando logras tomar conciencia, en ese instante sabes que en tus manos tienes el poder de cambiar”, ¿Qué les puedes aconsejar a las mujeres para hacer un cambio en sus vidas?
“Primero tienes que voltear a tu alrededor para saber cómo estás por dentro, si tus hijos, tu familia, tu esposo están bien, entonces tú estás bien, pero cuando hay una incoherencia alrededor de ti, entonces algo está fallando dentro de ti, tienes primero que aceptar, por ejemplo en el caso de las casadas, que no quieren estar casadas o que odian al marido, culpan de todo al marido y terminan enojadas con él, yo les diría a todos esas mujeres que deben aceptar que ellas eligieron a su pareja, ellas eligieron tener hijos, sólo en los casos de maltrato y abuso donde te obligan a ambas cosas, cuando tu entiendes y aceptas que tu realidad, tu presente, son consecuencias de decisiones que tomaste en el pasado, ya estas enfocada a un buen camino, entonces empiezas a recoger la rienda que le has dejado a las demás personas, cuando tú te haces responsable puedes empezar a trascender, a prender y a agradecer”
-Muchas veces en el noviazgo te das cuenta que tu pareja es celosa, posesiva, y que no van a cambiar, tú tienes que estar consciente de eso.
“Definitivamente, como quieres quitarle a un señor el vicio del cigarro si toda la vida fumó, hay mujeres que se enojan porque su esposo es infiel o porque andan de fiesta, pero si cuando se conocieron se besaron en un antro, ya tomados, pues qué te puedes esperar, hay que abrir bien los ojos, el noviazgo es para eso, y la muchachitas se toman el noviazgo tan en serio como un matrimonio al no querer cortar con él, si en el noviazgo no te gusta algo, cuando se casen se va a poner peor, y como digo en el libro un noviazgo lleno de lágrimas es un matrimonio de sufrimiento”.