La competencia por la capital
¬ Augusto Corro jueves 30, Mar 2017Punto por punto
Augusto Corro
¿Quién será el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para el gobierno de la Ciudad de México (CDMX) en el 2018?
Son varios los aspirantes, pero solo dos son los que se encuentran en condiciones de participar en la lucha política con posibilidades de ser los elegidos.
Uno es Ricardo Monreal, delegado en Cuauhtémoc, y el otro Martí Batres, líder morenista en la CDMX. Ambos dijeron que no se encuentran dispuestos a enfrascarse en una guerra interna para lograr sus propósitos.
Sin embargo, voluntaria o involuntariamente tarde o temprano tendrán que enfrentarse porque a eso los obliga el juego político.
Monreal y Batres tienen la oportunidad de representar a su partido en uno de los cargos más importantes y, sin duda, lucharán por lograrlo. De acuerdo con las encuestas, Morena lleva ventaja de preferencias electorales en la CDMX ante los demás partidos políticos: PRD, PRI, PAN.
Solo falta que se decida quién será el candidato de Morena, que llevará todas las de ganar. ¿Monreal o Martí? El primero va de escándalo en escándalo. El segundo es más cuidadoso con su imagen pública.
Las demás organizaciones políticas capitalinas están muy pobres en sus candidaturas.
En el PRI, por ejemplo, se maneja el nombre de Rosario Robles, la ex perredista que logró colarse al gabinete federal, para competir por el cargo que ya ocupó, con resultados negativos.
Alejandra Barrales podría participar como aspirante en representación del PRD, claro si lo permiten “Los Chuchos”, los dueños de la franquicia. En Acción Nacional, Xóchitl Gálvez Ruiz, actual delegada en Miguel Hidalgo, suena como la más representativa blanquiazul para pelear el gobierno de la CDMX.
De todas maneras, en Morena no será fácil escoger al candidato, pues tanto Monreal y Martí son muy cercanos al corazón del dueño del partido, quien a fin de cuentas tendrá que sacrificar a uno de sus dos preferidos. ¿O no?
¿Burla o qué?
Entramos al cuarto mes del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz y sigue constante en su obsesión por encarcelar a su adversario político, Javier Duarte de Ochoa, que sigue prófugo. No hay discurso ni acto público en el que el mandatario de extracción panista no se refiera a su antecesor en el cargo. Desde su precampaña política Yunes Linares prometió llevar ante la justicia a Duarte de Ochoa, que ahora es buscado no solamente por el delito de peculado y enriquecimiento inexplicable, sino por violaciones graves a la ley electoral.
La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) obtuvo una orden de aprehensión contra el ex gobernador veracruzano, por obstaculizar y poner en riesgo las elecciones del estado, efectuadas en el 2016.
¿Qué delitos no cometió Duarte de Ochoa? Según las autoridades el ex gobernador se encuentra inmiscuido en un sinnúmero de ilegalidades. Durante su administración se rodeó de amigos y parientes para saquear los recursos públicos.
No fue el único; sin embargo, en la cárcel únicamente se encuentra su “cuate”, el ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, acusado de enriquecimiento ilícito.
Por ahora, uno de los prófugos más buscados por la policía mexicana e Interpol sigue escondido. Según se dijo, los investigadores esperan que se le acabe sus reservas de dinero, para que necesitado de recursos económicos salga a dar la cara.
Mientras, los 15 millones de pesos que ofrece la Procuraduría General de la República (PGR) para quien informe sobre el paradero del ex gobernador, siguen intactos.
Por otra parte, el tiempo es el principal enemigo del actual mandatario panista, quien fue electo para gobernar Veracruz durante dos años.
Planteamos hace varios meses en este espacio que su mandato bianual no sería suficiente para aprehender, juzgar y encarcelar a uno de los políticos más vituperados en los últimos años.
Tras varios meses al frente del gobierno, Yunes Linares ve cómo crece la delincuencia en Veracruz. Fue necesario el apoyo de la fuerza federal para contrarrestar las acciones delictivas en diferentes partes de la entidad.
De acuerdo con las estadísticas, en diciembre, mes en que asumió el poder el panista, se efectuaron alrededor de 100 ejecuciones y para enero de este año 102, etc. A los veracruzanos les preocupa que continúe la espiral de violencia que acabó con la seguridad en aquél estado.