PRD, ¿partido en demolición?
Roberto Vizcaíno martes 21, Mar 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Estupendo, imperdible, oportuno, el reportaje de Andrés Becerril en el centenario de Excélsior que es casi un obituario para el PRD.
El crudo relato, con algunos comentarios de Alejandra Barrales, líder nacional del sol azteca, no dejan dudas: hoy el PRD, describe Becerril, “es lo más parecido a una casa con los vidrios rotos, pintura despostillada, pisos quebrados, infestada de comején y con focos que titilan a punto de fundirse”.
En ese punto está el partido que fue construido sobre la estructura e ideales del histórico Partido Comunista Mexicano y que concentró luego de la elección presidencial de 1988 a todas las fuerzas progresistas aglutinadas en el Frente Democrático Nacional.
Hoy este PRD ya no puede desangrase más. Ya no tiene quien renuncie y se vaya y que realmente cimbre sus estructuras.
Y no tiene más que dar porque quienes lo construyeron ya se fueron o murieron.
Los que ponen en jaque a este partido son apenas personajes de tercera o cuarta como el senador poblano Miguel Barbosa. Nada qué ver, con aquellos de la primera línea en 1990 que junto con Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo, Ifigenia, Jara y tantos otros crearon este partido y el movimiento de izquierda pujante que cambió a México.
¿Qué batalla social, democrática ha ganado Barbosa? ¿Cuáles son sus bases militantes? ¿Qué organización encabeza?
Ninguna.
Barbosa es el ejemplo más refinado del neoperredismo vividor de las luchas y batallas de los que se fueron y murieron antes.
Así hay otros muchos que hoy ganan espacios en medios con sus anuncios de adhesión y apoyo a la postulación y campaña de Andrés Manuel López Obrador para la presidencial de 2018.
Pregunto en serio: ¿qué le aporta el ‘apoyo’ de Barbosa a AMLO?
Ya lo dije antes. Barbosa dice apoyar a AMLO porque es evidente que quiere que López Obrador lo lance como su candidato a la gubernatura de Puebla el siguiente año.
Es simplemente un vividor de la popularidad y carrera de otros, pues.
¿Por qué Barbosa es hoy senador? Porque se montó en la ola de arrastre electoral de AMLO en 2012.
Por eso se sabe el camino.
Eso es sólo cinismo, inmoralidad política.
¿En serio la salida de Barbosa pone en riesgo la viabilidad del PRD?
No lo creo. Lo que está a punto de demoler al PRD son las disputas internas de sus tribus y dirigentes, la fragilidad que deja todo eso.
En el reportaje de Becerril la dirigente nacional Alejandra Barrales lo advierte claramente:
“Sí, tenemos que reconocer que hay un problema. He dicho que el PRD reconozca en qué parte nos hemos equivocado, en el momento en que antepusimos nuestras luchas por espacios políticos. Por lo electoral dejamos de lado las causas de la gente (…) y eso nos ha pasado factura”.
En esa reflexión no habla Barrales de que el PRD esté en crisis por personajes inmorales como Barbosa.
Lo que advierte es que el PRD fue presa de las disputas internas por posiciones de poder y por alejarse de los ciudadanos.
Las luchas democráticas y sociales históricas fueron rebasadas por los intereses económicos y de poder.
La ideología y los principios fueron derrotados por la corrupción como la que hoy representa el senador poblano chaquetero.
Agrega Barrales:
“… he sido autocrítica, yo he pedido que el PRD reconozca en qué parte nos hemos equivocado… en qué momento nos alejamos de la gente; en el momento en que antepusimos nuestras luchas por espacios políticos, por lo electoral, dejamos de lado las causas de la gente, dejamos de lado una serie de decisiones y eso nos ha pasado factura, hay que reconocerlo y, una vez que lo hagamos, estaremos en condiciones de retomar nuestro camino y, sobre todo, las causas de la gente; ése es nuestro reto y en eso estamos trabajando”.
¿Habrá tiempo para eso?
La aduana de la sobrevivencia para el PRD serán las elecciones federales de 2018, no la presidencial, en ese proceso no tienen nada que hacer los perredistas porque ni siquiera tienen candidato claro y fuerte, sino en las de diputados y senadores.
Ahí se verá si el partido creado por Cárdenas, Muñoz Ledo y el resto de viejos líderes de movimientos reales de izquierda, tiene aún base y militancia suficiente como para transitar a otro momento.
¿Qué pasará con Barbosa, Morena, AMLO y todos los demás que ahora forman ese conglomerado amorfo, sin ideología ni vergüenza, que van ya montados en la ola del populismo donde se confunden los de extremas ultras de derecha y aparente izquierda?
Creo, sé que puedo equivocarme, que se desinflarán y perderán en las marginalidades de esta historia como otros muchos movimientos de nuestra historia.
Morena es Andrés Manuel López Obrador.
Sin el tabasqueño eso no existe. Y AMLO es ya un viejito cascarrabias, mentiroso, mañoso, engañabobos, marrullero, que deambula entre el misticismo evangélico y el manipuleo marrullero, a modo, de la historia de México y que en la percepción de muchos prefigura ya más a un prejubilado que a un político histórico como lo fueron en su momento François Mitterrand o Inazio Lula da Silva.
Insisto, sé que puedo equivocarme, pero el de Macuspana y sus seguidores creo van a desinflarse como un globo.
ES EN DEFENSA, NO EN CONTRA
Ante la movilización de ofendidos a causa de la ola de recursos interpuesta ante la Suprema Corte, para reorientar y modificar el articulado de la Constitución de la Ciudad de México, recursos entre los que se encuentran los interpuestos por el Senado, Pablo Escudero, presidente de esta Cámara salió ayer a aclararles a los indignados defensores que los recursos no son para anular la nueva Carta Magna de la capital, sino para perfeccionarla.
Escudero Morales, quien en su calidad de representante jurídico del Senado de República interpuso una controversia constitucional contra la Constitución Política de la Ciudad de México, aclaró ayer que a nadie debería indignar o molestar que se solicite a la Suprema Corte de Justicia de la Nación realice una revisión.
La revisión exhaustiva de la constitucionalidad del contenido y alcance de la Constitución de la Ciudad de México es necesaria, les dijo, porque hay argumentos que indican que su articulado no cumple con los objetivos aprobados.
La controversia constitucional es un instrumento valioso emanado de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que fortalece la vida de nuestro país y garantiza el pleno respeto de las disposiciones de nuestra Carta Magna, les recordó.
En este contexto la resolución de la Suprema Corte de Justicia dará certidumbre a los ciudadanos de la Ciudad de México.
Luego de eso no habrá duda de la salvaguarda y garantía de los principios jurídicos y derechos fundamentales de los capitalinos, así como de las diferentes competencias de nuestras instituciones, precisó.
Escudero preguntó: ¿ quién puede estar en contra de garantizar los principios y derechos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es nuestra máxima norma?
La controversia del Senado impugna distintos artículos de la Constitución Política de la Ciudad de México, ya que la Asamblea Constituyente podría haber invadido el ámbito de competencia del Congreso de la Unión, al legislar temas de materia educativa, laboral, penal, de salubridad general, del derecho al agua, de inmigración, de monumentos históricos y de seguridad pública, entre otros. Eso nada más, señaló.
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