El hijo de “El Azul” armó una fiesta previa a escape
Seguridad martes 21, Mar 2017- Vivía con todos los lujos
El hijo de “El Azul”, Juan José Esparragoza Monzón, tenía en su celda sala, recámara, comedor, pantallas de plasma, servicio de telefonía celular, mariguana, cocaína y visitas de sexoservidoras.
Antes de su fuga, Juan José Esparragoza Monzón, “El Azulito”, y cuatro capos más del Cártel de Sinaloa, organizaron una fiesta dentro del penal de Aguaruto, con música, alcohol, drogas y sexoservidoras.
Internos del penal de Culiacán revelaron que la noche del miércoles hubo una fiesta entre los módulos 7 y 5 del reclusorio, los cuales están controlados por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.
Antes se cambió a algunos presos de módulos en el penal, porque se estaban agrupando los presos afines a Iván Archivaldo Guzmán e Ismael Zambada.
Para el miércoles, los presos de los módulos 5 y 7 comenzaron una fiesta con distintos tipos de drogas, cerveza y música con alto volumen, y después comenzaron a gritar amenazas dirigidas a personas dentro y fuera del penal.
Incluso, se habría suscitado un conato de violencia que fue detenido por los custodios que estaban a cargo.
De acuerdo con fuentes de Seguridad Pública, entre los internos circuló el rumor de que se buscaba crear un enfrentamiento al interior del penal de Culiacán, y que por ello debía evitarse cualquier situación que los pusiera en peligro.
Ese rumor llegó también afuera del penal, de tal forma que el jueves cuando ocurrió la fuga de Esparragoza Monzón y cuatro personas más del Cártel de Sinaloa, se confirmó que fue creada una riña previo al escape.
Los presos que se fugaron, de acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, corresponden a los módulos 5 y 7.
Los presuntos delincuentes salieron por la puerta principal, según reconoció el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.
Los reos fugados del penal de Culiacán tienen un perfil altamente peligroso y son gente de Ismael “El Mayo” Zambada, de acuerdo con informes de seguridad.
De “El Azulito”, se estableció que es el probable responsable de coordinar una red de distribución de droga y la administración de recursos financieros del Cártel de Sinaloa, los cuales invertía en bienes y empresas en Baja California, Baja California Sur, Jalisco, Querétaro y Sinaloa.
Otro de los presos fugados es Alfonso Limón Sánchez, “El Limón”, quien fue considerado como el principal operador de Zambada para la venta de cocaína en Estados Unidos. El tercer reo fugado es Jesús Peña González, “El 20”, a quien se le vinculó como uno de los líderes gatilleros de “El Mayo”.
A Rafael Guadalupe Félix Núñez, “El Changuito Antrax”, se le vinculó como uno de los líderes de “Los Antrax”, brazo armado de Zambada.
El último de los fugados es Francisco Javier Zazueta Rosales, “El Pancho Chimal”, quien fue acusado de haber comandado la emboscada a un convoy de militares el 30 de septiembre del 2016, así como ser uno de los operadores principales de los hijos de “El Chapo”.
Cárcel de lujo
Esparragoza Monzón “El Negro” contaba en su celda con sala, recámara, comedor, pantallas de plasma, servicio de telefonía celular, mariguana, cocaína y visitas de sexoservidoras.
Lo anterior, se desprende de las imágenes que captaron las videocámaras desplazadas a lo largo de este recinto, donde se observa a los internos, primero utilizando en todo momento sus celulares, lo cual está prohibido y luego gozando de la visita de las sexoservidoras.
En ese penal existe el autogobierno, que también se recomendó cancelar, en razón de que del 2005 al 2016 se han concretado 18 fugas de reos, mediante las cuales 46 personas lograron su objetivo; hubo un motín; 24 suicidios; 149 riñas, lo cual refleja su inestabiliodad y un tratamiento laxo.
El anterior gobernador de Sinaloa quiso combatir la peligrosidad del penal a base de revisiones sorpresivas y durante su mandato organizó 14; en todas se decomisaron pistolas, rifles de asalto MP-5 y hasta granadas de fragmentación.
Las revisiones se crearon para evitar la violencia, ya que hubo (entre 2005 y 2010) 54 asesinatos en su interior y de 2010 al 2016 fueron nueve.
En las revisiones sorpresivas se decomisó mariguana, cocaína, dinero en efectivo, tabletas electrónicas, celulares y equipos transmisores de internet de banda ancha.
El director en funciones de Aguaruto, José Mario Rodríguez Murillo, está desaparecido.
