Reclamemos a Trump la mitad del territorio de EU
Francisco Rodríguez lunes 20, Mar 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Los derechos históricos de México sobre los territorios arrebatados vía la fuerza y la invasión por los Estados Unidos, son imprescriptibles. El derecho internacional considera exigibles para la soberanía nacional los estados de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, por violaciones a ese despojo llamado Tratado de San Ildefonso, en el margen oeste del río Mississippi, desde Florida hasta Canadá, incluso, aunque haya sido firmado antes de 1824.
Asimismo, reconoce como exigibles los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, California, Nevada, Utah, que comprenden el territorio despojado en 1848 por el Tratado Guadalupe-Hidalgo, desgraciadamente firmado a cambio de15 millones de dólares entregados al impostor Manuel Peña y Peña, usurpador del título presidencial en México y entregados por el felón presidente James K. Polk, desautorizado por su enviado para esos negocios, el continuador del embajador Joel Roberts Poinsett, Nicholas Trist, quien dijo: “la guerra injusta, abuso de poder de nuestra parte”.
Lo descrito es una realidad jurídica. México siempre ha tenido la posibilidad de esas reclamaciones ante cualquier tribunal internacional. Le asiste el derecho, superior al que se impone en las conquistas a sangre y hierro. Conseguiría, si no los territorios que representan más que el doble del actual, una indemnización suficiente para callarle la boca a Donald Trump.
Puede sonar a una descabellada fantasía. Lo sabemos todos los mexicanos. Pero es peor oír las que propone el energúmeno anaranjado, Orange Trump, que avergüenza a sus coetáneos y de paso a toda la humanidad, sin que las autoridades hagan algo diferente a callar y obedecer, como entregar el patrimonio de nuestros hijos, nietos, bisnietos y choznos.
Desde luego, usted y un servidor estaremos de acuerdo en que una cosa es que tengamos todos los derechos a salvo, prestos para ser exigidos, y otra muy diferente la actitud anexionistas, los nuevos polkos mexicanos que sólo atienden a la voz del amo, aunque éste sea un patán que se ceba en los connacionales desplazados.
Usted y yo estamos absolutamente seguros de que los de Atlacomulco alegarán hasta lo imposible para aferrarse a sostener que este argumento histórico jurídico no debe utilizarse ni como amenaza, porque todavía no saben qué quiere Trump, como dice Videgaray. Ahora, esperan que los demócratas gringos le ahorquen el presupuesto al esquizofrénico anaranjado.
Porque el tema de esas reclamaciones territoriales no sólo es una caja de Pandora, sería abrir una lata de gusanos que aprovecharía la enorme oportunidad de educar a la basura blanca estadunidense, recordarles, si no lo saben, de dónde viene casi todo su territorio, que ahora Trump quiere blindar con muro fronterizo y medidas que atentan contra elementales derechos humanos.
No hay peor lucha que la que no se hace, han sostenido hasta nuestros ancestros. Pero el catálogo de miedos y apatías rebasa todas las medidas de la infamia. Nos hace ver como un país que no es capaz de salir en defensa ni de su propia historia.
Y, aunque los funcionarios no lo alcancen a entender, la no prescripción jurídica e internacional de esos derechos territoriales quedará vigente para otros, los que deban hacerlo en cualquier momento, después de que los de Atracomulco ahuequen el ala, pues afortunadamente sólo quedan 540 días para que los mexicanos recibamos esa bendición, esa reivindicación histórica contra los rateros.
Los actos ilegales o ilícitos jamás podrán ser fuente de derecho
Los odios antiinmigrantes, antiislámicos, las balandronadas supremacistas y nazifascistas de que hace gala Orange Trump, sólo pintan a un ignorante enfermo que no conoce ni la jota de su propia historia. Aún más: ignora que el cincuenta por ciento de las eminencias científicas, técnicas y filosóficas de Estados Unidos son migrantes y que sin el apoyo económico de éstos, su país colapsaría.
Ignora que los Estados Unidos crearon un modelo de expansión territorial, económica y militar, que lo ubica en la historia de la humanidad como una potencia ensangrentada, que creció geográfica y económicamente a partir de la debilidad de México alrededor de los primeros momentos de su Independencia y de los territorios arrebatados con una saña superior a la ejercida por cualquier país sobre la Tierra.
Los absurdos tratados nunca podrán ser subsanados por poder alguno. Están afectados jurídicamente por la famosa nulidad ab initio, porque los actos ilegales o ilícitos jamás podrán ser fuente de derecho. El famoso Tratado Guadalupe-Hidalgo, llamado eufemísticamente “De Paz, Amor, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América”, fue la mampara para legalizar el Tratado de San Ildefonso. Nunca consiguieron su objetivo.
El tratado de San Ildefonso fue ejecutado por el expansionista John Adams, quinto presidente de Estados Unidos, padre de su sucesor, el sexto, John Quincy Adams, aquél que eternizó la frase que después repetiría John Foster Dulles: tenemos intereses, no amigos. Además de las sinrazones de la fuerza bruta utilizada por el ejército invasor, el presidente interino de México en ese momento, Manuel Peña y Peña, quien negoció como secretario de Relaciones Exteriores y luego firmó como presidente interino —cuando Santa Anna se había escapado— no estaba facultado constitucionalmente para hacerlo.
Asimismo, los congresistas mexicanos que aprobaron y ratificaron el mencionado tratado se excedieron en sus facultades legales. Violaron el Acta Constitutiva de 1824, la Constitución Federal Mexicana del mismo año. así como el Acta Constitutiva y de Reformas Centralistas de 1847. Es decir, todo.
Incluso, violaron los principios generalmente aceptados por la humanidad de cualquier tiempo de que, para ser válida una negociación, debe 1.- Haber libertad en la voluntad de las partes negociadoras, 2.- Que el objeto de la negociación sea lícito, y 3.- Tener la capacidad legal las partes negociadoras para negociar. Sin alguno de estos requisitos, se cae en la nulidad absoluta y en la no prescripción para reclamar cuando el derecho convenga. Así, como suena. Para todos los efectos, Estados Unidos nunca ha demostrado ser propietario soberano de los inmensos territorios desmembrados por guerra de conquista a México, porque, repetimos, un acto ilegal o ilícito, jamás podrá ser fuente originaria de derecho.
Las organizaciones de mexicanos desplazados al norte del río Bravo, con una lúcida conciencia nacionalista que aquí no se tiene, siempre han exigido que se reconozca constitucionalmente la pertenencia a México de todos los territorios ocupados injustamente por los Estados Unidos, han dicho.
Así como han expresado que “defenderán fervientemente, conforme al principio de libre determinación de los pueblos el derecho de los mexicanos a habitar la totalidad de su país, dentro de sus fronteras históricas, tal y como eran reconocidas al momento de nuestra Independencia”, ha dicho el Frente Nacionalista de Migrantes.
En una expresión inobjetable, el profesor de Ciencia Política, en Texas, José Ángel Gutiérrez, dijo: “No emigrados ni llegamos aquí violentamente. Los Estados Unidos llegaron a nosotros en sucesivas oleadas de invasiones. Somos un pueblo cautivo, un pueblo de rehenes…… si nos llaman radicales, subversivos o separatistas, ése es su problema. Esta es nuestra casa y nuestra patria. Tenemos todo el derecho a ella. Somos los anfitriones. Todos los demás son invitados”.
Desafortunadamente estamos dizque gobernados, según dicen, por ignorantes e insensibles. De esto, jamás les alcanzará el cerebro para entender una coma. Lástima. Allá ellos. ¿O usted qué hubiera hecho?
Índice Flamígero: “Morena-Oaxaca, ¿caballos de Troya?, no. Jamelgos de Chalcatongo”, titula a su colaboración de este día don Rubén Mújica Vélez: “El ambiente de Morena en Oaxaca está hirviendo. Resulta que, como rayo en tarde tranquila, se anunció y publicó una foto probatoria de que se incorpora a Morena Beatriz Rodríguez Casanovas, ex secretaria de Turismo con Ulises Ruiz Ortiz durante su nefasto sexenio. Hace apenas un año, y para jugarle las contras a Murat padre, esta dama se incorporó al PRD en apoyo a José Antonio Estefan Garfias. Esa jugada fracasó, pues Murat junior ganó con todo el peso familiar a su favor. Ahora, doña Beatriz da otra machicuepa y se declara “morena”. Otra “fichita” es Joel Castillo, ex secretario de la burocracia estatal, donde defraudó con las cuotas a sus representados y creó su microfinanciera. Joelito, después ex diputado federal por el PRI, también se disfraza de moreno, con la feliz anuencia de Salomón Jara, mandamás de Morena- Oaxaca, quien está dispuesto a recibir todo lastre, aunque en lugar de sumar, reste fuerza al partido de AMLO por indignación de la militancia. Esta jugarreta infame es para que Jara sea apoyado en su ambición por regresar al Senado en 2018. ¿Inocente o perversa la actitud de Salomón que procede del perredismo? AMLO debe tener cuidado o en su mitin en Oaxaca capital, puede topar con el repudio de la militancia por estos juegos de politiquillos de pueblo pobre. Por eso ahora los militantes, afirman que no han llegado caballos de Troya sino jamelgos de Chalcatongo (pueblo de Ulises Ruiz). ¿Hasta donde llegaran las trácalas de los que se dicen políticos? + + + Por su parte, don Alfredo Álvarez Barrón comenta que “la marca de Ivanka Trump descontinuó su línea de pulseras, collares y anillos de lujo para enfocarse en joyería económica…”, a lo que El Poeta del Nopal apunta:
La proclamada autarquía
tuvo un ligero descuadre,
pues al igual que su padre
¡hoy vende bisutería!
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