Coordinadores
Ramón Zurita Sahagún miércoles 15, Mar 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hace un par de décadas, el entonces coordinador de la mayoría priísta en la Cámara de Diputados amagó al entonces Procurador de Justicia de la República, Ignacio Morales Lechuga, con revocar la licencia concedida al diputado Carlos Cantú Rosas, a quien se amagaba con detener.
Cantú Rosas, candidato perdedor a la alcaldía de Nuevo Laredo, estaba señalado como instigador de la violencia provocada por sus seguidores en el punto fronterizo.
A raíz de que contaba con licencia como diputado federal, se intentó detenerlo, ya que la licencia le quitaba la inmunidad, según las autoridades federales.
Por eso Ortiz Arana tomó una decisión rápida, activarlo nuevamente como diputado federal.
La disputa entre Ejecutivo y Legislativo no pasó a mayores, aunque se trató de un asunto entre dos poderes de la Unión.
El símil de Ortiz Arana es que los coordinadores de la mayoría, eran, al mismo tiempo, presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados y por eso podía intervenir, pero en un conflicto con otro poder.
Pablo Escudero, como presidente del Senado de la República, no tiene la misma jerarquía del rango de presidente de la Gran Comisión, lo que equivaldría, en la actualidad a presidente de la Junta de Coordinación Política.
El senador Verde, yerno de Manlio Fabio Beltrones, insiste en ser el juez de la confrontación en la fracción del PRD en el Senado.
Para él (Escudero), los perredistas no tienen coordinador en el Senado, con todo y que se acordó que a la renuncia de Luis Miguel Barbosa Huerta, se designó a Raúl Morón, para tal cargo.
Según el senador del Partido Verde, lo que hará la mesa directiva es una consulta a la comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, para ilustrar y orientar la decisión que tomará dicho órgano. Pablo Escudero estableció que la mesa directiva tomó conocimiento de la renuncia de Barbosa, por lo que se ha informado a las instancias administrativas.
Y es que la disputa por la coordinación de la fracción perredista en el Senado de la República no es solamente una disputa de egos, ya que detrás de ella se encuentran los dineros de la fracción, el manejo indiscriminado de los mismos, así como los posicionamientos y respaldos alrededor de los distintos prospectos presidenciales.
Barbosa Huerta desató todo, por su eventual respaldo a Andrés Manuel López Obrador, pero hay otros como Raúl Morón que apoya a Silvano Aureoles, Angélica de la Peña, esposa de Jesús Ortega, va donde gire la corriente de Los Chuchos; Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, trae sus propios intereses. En medio se encuentran otros senadores que como Armando Ríos Píter, renunció al partido, busca la candidatura presidencial independiente, pero sigue dentro de la bancada.
Otros como Alejandro Encinas, Adán Augusto López, Zoé Robledo, Rabindranath Salazar, Mario Delgado y Benjamín Robles y otros más que anuncian su eventual separación de las filas perredistas.
Ahora se amaga a todos estos personajes que renunciaron al PRD que dejarán de pertenecer a la bancada, lo que resulta sumamente irrisorio como pertenecen a una bancada, en cuyo partido no militan.
Sucedió hace menos de un lustro, cuando varios diputados federales aprovecharon la formación de un nuevo partido, Morena, para sumarse a sus filas e intentar formar su propia fracción legislativa, lo que fue impedido, ya que el partido no tenía todavía representación en la Cámara de Diputados.
Los diputados tuvieron que mantenerse en calidad de independientes.
Ahora habrá que ver, si en el Senado los dejan formar una fracción de Morena, a los que decidan pasarse a sus filas o los obligan también a mantenerse como independientes.
Regresando al tema de los coordinadores, en algunos partidos es facultad de la dirigencia nacional designar a sus coordinadores en otros más, son los propios legisladores los que definen el nombre de su coordinador, de entre uno de sus integrantes.
Lo sucedido con los perredistas y la intervención de Pablo Escudero es inédito y uno de los mejores ejemplos de cómo se mantienen al margen los presidentes del Senado de la República, son los constantes cambios ocurridos dentro de la coordinación de los senadores perredistas.
En el sexenio pasado, Santiago Creel fue destituido como coordinador y se impuso a Gustavo E. Madero, sin que se supiera de la intervención del entonces presidente del Senado.
Con Ernesto Cordero sucedió algo similar y fue relevado por su compañero Jorge Luis Preciado, en un cambio nada terso, sin que tampoco los integrantes de la mesa directiva intervinieran.
Ahora habrá que esperar si el conflicto interno de los senadores perredistas no termina siendo un clavo más en el ataúd del Partido de la Revolución Democrática, al que algunos pronostican como viviendo de prestado y lo relegan hasta casi su extinción en los comicios presidenciales del 2018.
Por lo pronto, Raúl Morón y Dolores Padierna se mantienen como las dos vías de coordinación de la fracción perredista, mientras que Luis Miguel Barbosa, ahora sí ya renunció al cargo.
INDEPENDIENTE
Gerardo Fernández Noroña es uno de los aspirantes presidenciales con carácter de independiente que mayor actividad realiza, en la búsqueda de ser quien participa con ese rango.
El ex perredista y ex diputado federal confía en que pronto su posicionamiento le mostrará que ya quedó por arriba de otros personajes como Pedro Ferriz de Con, Jorge G. Castañeda, Emilio Álvarez Icaza y el mismo Jaime Rodríguez Calderón.
Y es que ninguno de estos personajes logra impactar dentro de la conciencia ciudadana y se ve distante que alguno atraiga la atención de los electores.