Futbol: violentos contra ineptos
¬ Augusto Corro lunes 13, Mar 2017Punto por punto
Augusto Corro
Los árbitros ineptos decidieron enfrenar a los futbolistas violentos y la jornada deportiva de fin de semana se suspendió.
Los primeros decidieron ir al paro, molestos porque los jugadores que los agredieron no fueron castigados de acuerdo con el reglamento.
No les satisficieron los fallos de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), pues querían penas ejemplares.
A la hora de redactar estas líneas, estaba pendiente una reunión entre los “nazarenos” (así les dicen a los jueces en el campo) y los dueños de los equipos. En los últimos tiempos se desató la violencia en las canchas de futbol profesional que terminó en enfrentamientos entre porras y agresiones a entrenadores y jugadores. Con deportistas lesionados o fracturados.
El hecho es que en los partidos empezó a respirarse un tufo de inconformidad por el pésimo arbitraje, que tarde o temprano tendría que terminar en pleito entre jugadores y autoridad.
Los “silbantes” no estuvieron de acuerdo en que los castigos a los futbolistas violentos Pablo Aguilar, del América, y Enrique Triverio, del Toluca, fueran penados en relación al tamaño de su falta.
CIEGOS Y SORDOS
Creció el problema y sin duda las pérdidas económicas serán millonarias. Se trató de un conflicto anunciado, en el que los propietarios de los equipos, jugadores y árbitros no mostraron interés alguno para evitarlo.
Por ejemplo, los “nazarenos” debido a su ineptitud, por decirlo suavemente, cometieron errores graves al no marcar pénaltis claros. O en castigar sin sentido una falta, o permitir que se le vaya el control del partido.
(Extrañamente, en ese deporte la autoridad no se auxilia con la tecnología de punta para evitar injusticias, como ocurre en el futbol americano. Si existe alguna duda, inmediatamente se recurre al video. En el soccer no es así y los errores se repiten).
Los árbitros que “pitan” mal o exageran su papel en el campo son denunciados por los propios entrenadores de los equipos, pero poco se sabe de las medidas correctivas que les aplicaron. Es decir, no pasó nada.
Al final, se juntan todas las fallas y estalla el polvorín alimentado por la violencia de los jugadores que ven que sus esfuerzos son despreciados por los silbantes que no cuidan el espectáculo por su misma incapacidad.
FUTBOL DE CALIDAD, NO LLANERO
Bueno, pues parece que se presentó la oportunidad de darle una sacudida al futbol soccer mexicano para que quienes en él participan: dueños, jugadores y árbitros se esmeren en brindar partidos de calidad y no los juegos de llaneros que cada ocho días nos “chutamos”.
¿A qué viene todo este asunto? Pues para comentar la opinión parcial sobre el tema de la aspirante panista a la presidencia de la República, Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe Calderón, ex presidente de México.
La enrebozada señora se “colgó” del paro en la Liga MX para tuitear lo siguiente: “Arbitros dignos como los de nuestro futbol, se necesitan en los partidos políticos. Mi apoyo a la #HuelgaDeArbitros.
¿Sabría realmente la panista a que se refería? ¿Qué pensó al ponerse del lado de los “silbantes” en lugar de asumir una actitud imparcial?
Lo ignoramos, solo sabemos que su imagen como competidora presidencial se encuentra a la baja desde hace varios días. En esta condición, no le queda más que convertirse en ajonjolí de todos los moles, con el propósito de no perder los reflectores.
Se le ve en Washington, en Toluca, con entrevistas por doquier, con entrevistas sin ton ni son, por todos lados, pero continúa sin alzar vuelo. El periodista Jorge Ramos platicó con Margarita y le planteó preguntas que no supo o no quiso contestar sobre el gobierno de su marido y la lucha contra el narcotráfico. Las respuestas fueron indecisas y mediocres.
En síntesis, Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón pierde terreno a tal grado que su marido, el impresentable Felipe Calderón decidió entrar de lleno a la campaña, con todos los riesgos de impopularidad que acarrea. Porque nadie olvida su guerra fallida contra la delincuencia organizada con más de cien mil personas muertas violentamente.
Esa condición angustiosa de la panista la lleva a opinar sin reflexión alguna, como en el caso del conflicto futbolero. La declaración recibió más críticas negativas que aplausos. No es raro que a la gente que no sabe sobre deportes, hable a la ligera o sin conocimiento del tema, se les llame villamelones. ¿Usted qué opina amable lector?