El incierto destino del PRD
Roberto Vizcaíno jueves 9, Mar 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Desfondado por Andrés Manuel López Obrador, dominado por una interminable confrontación de sus tribus, personajes y corrientes, la dirigencia del PRD decidió ir a una depuración a fondo de su grupo de senadores que amenaza con dejarles menos de la mitad con que iniciaron en 2012.
La gota que derramó ese vaso fue, como Usted ya sabe, la defección o vil chaquetazo del coordinador de esa bancada, el poblano Miguel Barbosa, para irse a engrosar la cargada en favor de la candidatura presidencial de AMLO.
A lo largo de los últimos años ese grupo se había ido desgranando con la renuncia de uno a uno de sus pocos miembros, que en su mayoría lo hicieron para afiliarse a Morena y apoyar al tabasqueño, los cuales, sin embargo, en abierto contubernio con Barbosa, continuaban formando parte de la fracción del PRD en la Cámara Alta cuando todo mundo sabía que ya pertenecían a otro partido.
La fórmula era simple: dentro del grupo senatorial del PRD podían continuar como presidentes o secretarios o las dos cosas al mismo tiempo, para poder continuar obteniendo sobresueldos mensuales que llegan a los 350 mil pesos además de sus dietas que suman los 150 mil pesos.
Así los renunciantes continuaron durante todos estos 2 o 3 o más años con un ingreso mensual de más o menos 500 mil pesos, todo bajo las siglas del PRD.
Todos ellos sabían que por su parte Miguel Barbosa recibía gracias a la suma de un grupo de 22 senadores del PRD, un promedio mensual de 10.5 millones de pesos de una bolsa institucional senatorial que opera bajo el rubro de “ayuda para actividades parlamentarias”.
En el caso del coordinador poblano, esa partida mensual va a dar a un fondo patrimonial el cual no requiere de ser auditado.
Así el acuerdo entre los que han renunciado y el coordinador de un grupo ficticio, es perfecto y opera bajo el muy probado e inmoral principio de: “lo caido-caido”.
Todo fue bien en el reparto en ese grupo ficticio hasta que a Barbosa le urgió hacer público el pasado lunes 27 de febrero su apoyo a López Obrador.
Necesitaba hacerlo para que el tabasqueño lo lance a fines de este año como candidato de Morena a la gubernatura de Puebla.
Al hacer este anuncio Barbosa incurrió en un pecado capital que en política no se perdona, porque en política no existe la ingenuidad.
La ingenuidad en política tiene otro calificativo.
Barbosa creyó en verdad que se podía “chamaquear” a la ciertamente muy debilitada dirigencia del PRD y a las corrientes y fuerzas fácticas de este partido.
Confió en que podía continuar medrando como coordinador del ficticio grupo del PRD.
Pero no, no pudo. Y la dirigencia y corrientes del PRD decidieron no sólo quitarle la coordinación de la fracción senatorial del PRD, sino iniciar su expulsión y además acabar con el negocio de todos mediante la efectiva depuración de los senadores que han renunciado y simulan pertenecer al grupo sólo para obtener ingresos mensuales fabulosos.
La dirigencia que encabeza Alejandra Barrales afirmó que va a dejar dentro de la fracción senatorial de este partido sólo a los que en realidad militan en el sol azteca.
VA AL TRIFE
Con una desvergüenza sin par, Miguel Barbosa ha emprendido una batalla mediática y judicial en busca de preservar el negocio ilegal del moche en gran escala del que ha gozado durante los últimos 4 años.
Intentará que el Trife lo restituya como coordinador del grupo de senadores del PRD que la dirigencia de este partido ya le entregó a la senadora Dolores Padierna.
Sin embargo, tanto los abogados del PRD como otros consultados por fuera, afirman que el Trife no tiene facultades para intervenir y menos actuar en este contencioso.
En espera de que este tribunal se deslinde o entre a revisar y calificar el caso, el presidente del Senado, el senador Pablo Escudero, advirtió que para la Mesa Directiva el senador Barbosa continúa siendo el coordinador de la bancada perredista.
No podía decir otra cosa. Los líos interpartidarios no son asunto de la presidencia de esta cámara.
EL RECUENTO
Y, bueno, con las cosas así, el desastre perredista iniciado por el apoyo de Barbosa a AMLO, deberá concluir con una ineludible depuración de la fracción en la que ahora quedan sólo 19 senadores, de los cuales 9 se han afiliado formalmente a Morena.
Del grupo inicial de 22, se han separado 3 en calidad de independientes: ellos son Armando Ríos Píter, Martha Tagle y Alejandro Encinas, pero siguen dentro del grupo del PRD.
Los que se han ido con AMLO son: Miguel Barbosa, Iris Vianey Mendoza, Àngel Benjamín Robles Montoya, Zoé Robledo, Mario Delgado, Rabindranath Salazar, Luz María Beristaín, Lorena Cuéllar Cisneros, Sofío Ramírez Hernández y Manuel Merino. Diez hasta ahora.
Los que se quedan como perredistas son: Dolores Padierna -ahora coordinadora suplente-, Angélica de la Peña, Isidro Pedraza, Luis Alberto Fernández, Luis Sánchez, Fidel de Médicis (que hay versiones de que podría también salir hacia el grupo de AMLO), Raúl Morón, Adolfo Romero Lainas y Fernando Mayans. Nueve en total.
REACCIONES
Para la dirigente nacional del PRD Alejandra Barrales -por cierto senadora con licencia-, el caso de Barbosa era insostenible para su partido.
No se podía tolerar.
Barbosa era la punta de una pirámide estructural de un perredismo inexistente en el Senado.
De acuerdo a una investigación del diario La Razón, entre los senadores que han renunciado al PRD para irse con AMLO hay 6 que presiden igual número de comisiones y que participan además como secretarios en otras 13 lo cual les garantiza un ingreso de 200 mil pesos por las presidencias más 120 mil pesos mensuales por las secretarías.
De acuerdo a esa indagación periodística en lo que resta de esta legislatura la coordinación de Barbosa les podría redituar unos 50 millones de pesos más de los que ya han obtenido por esta componenda de simular ser del PRD.
De todo ello se sabrá porque la dirigencia nacional del PRD ordenó realizar un análisis, que en los hechos será una auditoría a la gestión de Barbosa, para definir cuánto es lo que ha circulado por el grupo a través de cargos obtenidos dentro del Senado bajo las siglas del partido del sol azteca.
Mientras tanto Barbosa insiste en señalar:
“No me voy hasta que el TEPJF resuelva”.
La Real Academia Española de la Lengua dice que:
Cínico: (es el) Que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas.
Desvergonzado: (es el) Que habla u obra con desvergüenza.
Traidor: (es el) Que comete traición (traición: Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener).
Ahí se los dejo para que usted lo aplique como mejor quiera en este caso.
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