Vuelven el “caballito” y el frontón
¬ Salvador Estrada jueves 9, Mar 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Pronto volverán a ser vistos e identificados como emblemas de la Ciudad de México después de un tiempo que estuvieron fuera de circulación
En efecto, el frontón México abrirá sus puertas próximamente, después de 20 años de estar tapiado y el “caballito” volverá a ser admirado, como obra de arte, una vez que le “devuelvan su color original”.
El frontón, que se inauguró en 1929, estuvo cerrado por una huelga de pelotaris y ese edificio, de arte decó, se empezó a deteriorar y afeaba la Plaza de la República, donde está el monumento a la Revolución, que una vez que fue remozado permitió a los visitantes subir hasta la cúpula.
La Plaza de la República es ahora un lugar para esparcimiento de los jóvenes que acuden a mojarse en su “fuente bailarina” y también es el centro de reunión para las marchas “de los protestantes”.
Y ahí mismo se encuentra el Museo de la Revolución, poco conocido, al cual se le debe dar difusión para que los jóvenes no solo se diviertan con la fuente, sino que también conozcan el origen de la lucha armada y sus caudillos.
La apertura del frontón, ubicado frente al monumento, le dará nuevamente vida turística a esa zona que por las marchas ahuyentó a los visitantes y que ahora permitirá a los apostadores “llegarle al casino” que se albergará en el edificio.
El “caballito” se retiró del cruce de Reforma y Bucareli y se llevó a la calle de Tacuba, enfrente del Palacio de Minería, y ahí al “darle una manita de gato” le aplicaron ácido nítrico y le rompieron “la pátina” y la cara de Carlos IV se puso “roja de coraje”.
Para llevar a cabo los trabajos de restauración, la estatua se cubrió con “telas especiales” a fin de evitar a los “mirones” y así permaneció más de un año y ahora se anuncia que para junio que se descubrirá para ser admirado por turistas nacionales y extranjeros.
El trote del “caballito” es toda una odisea. Se develó en el siglo XIX, en la Plaza de la Constitución, antes de ser llamado Zócalo y tiempo después se cambió al patio de la antigua Universidad, para luego transportarlo a Reforma, antes llamado Paseo de la Emperatriz. Y de aquí a Tacuba a cuyo espacio llaman Plaza Tolsá, porque el Palacio de Minería como el “caballito” son obras del arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá.
La Ciudad de México, que es una de las preferidas del turismo internacional, tendrá mayores ingresos por este ramo al abrirse el frontón, que es una fuente de divisas, y que es un atractivo más y del que careció por cuatro lustros.