Los estilos personales de hacer campaña
Roberto Vizcaíno viernes 22, Oct 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
No hay duda que Beltrones comienza a ser el candidato del PRI alterno a Peña Nieto. Se abre la competencia interna, sin atropellos ni golpeteos.En fin, los estilos personales de cada quien para hacer campaña
En eso de las campañas electorales, existen fórmulas y estudios por demás exhaustivos que advierten de los riesgos y beneficios para quienes las aplican.
Una de las primeras reglas indica –como en el famoso dicho-, que no por mucho madrugar amanece más temprano. Eso significa que no todos quienes arrancan antes que los otros son los punteros y mucho menos los finalistas.
Tampoco se debe iniciar una campaña larga como si fuese una carrera de 100 metros .
Todo en la vida tiene su ritmo y su tiempo y en cuanto a lo electoral aún son más válidos estos elementos.
Mire, los ejemplos de lo que está ocurriendo en México son muy claros respecto de esto que hoy le platico.
No cabe duda que el puntero desde hace rato es Enrique Peña Nieto. Pero dentro de su ya consistente y larga campaña electoral, el joven gobernador mexiquense nunca ha dicho que quiere ser Presidente de la República.
Son otros quienes de alguna forma lo dicen. Es evidente que sabemos que va para eso, pero él simplemente mantiene una presencia mediática y pública que beneficia sus logros como gobernante, y sus expresiones políticas o apoyos para otros candidatos y para su partido.
Todo lo demás se lo da la percepción: los encuentros nacionales de Consejos Políticos de su partido, las encerronas de dirigentes y gobernadores, los actos públicos a los que asiste presentan lo que se conoce como “imagen corporal”, es decir, a otros rodéandolo como si él fuese el eje de todo. Y al hacerlo, se convierte en el centro de la importancia, de la esperanza, de la promesa para los ciudadanos.
Sin duda la suya ha sido en estos años la campaña electoral más inteligente y consistente de todas las que corren en el país. Detrás sin duda hay la profunda experiencia de otros fracasos y el profesionalismo de personajes como David López, quien ya vivió otros momentos al lado de Alfredo del Mazo y otros.
Es por demás obvio que con estas experiencias a su lado será muy difícil, no imposible –no hay imposibles en esto-, que Peña Nieto vaya a tropezarse con un error.
Los sondeos lo ubican con una aceptación de casi un 65 por ciento y un rechazo mínimo, colocándolo como el puntero en esta contienda por demás adelantada, como real.
Y en otro espacio vemos la campaña persistente, tenaz, obsesiva que realiza Andrés Manuel López Obrador con un recorrido por todos los rumbos del país. El problema, creo yo, es que nadie sabe cuándo comenzó y cuándo parará. Todos tenemos la convicción de que va a participar en la campaña presidencial del 2012, pero no nos queda claro de qué le servirá haber continuado sin descanso la campaña que inició quizá hace 8 años.
Es ya tan larga y persistente su campaña electoral, que difícilmente sabemos qué propone o a qué se compromete. Para muchos lo que dice y hace es lo mismo de siempre y sólo verlo cansa.
Las encuestas dicen que el de Macuspana ha perdido en estos años casi 20 puntos de su base social para quedar con apenas un 14 por ciento de apoyos pero con un rechazo que llega casi al 70 por ciento y con eso, dicen quienes saben, ningún aspirante presidencial en México puede llegar a Los Pinos.
Tras la sombra de López Obrador y lo que significa Peña Nieto, arrancó hace un par de semanas su campaña electoral Marcelo Ebrard. Pero el Jefe de Gobierno lo ha hecho como el corredor de velocidad: con grandes mítines y abultadas concentraciones y con interlocutores que necesariamente jalan medios.
Al hacerlo, Ebrard no sólo reta al marco legal electoral, sino a la resistencia de los ciudadanos. El caso es que faltan 18 meses para las presidenciales del domingo 1 de julio de 2012 y eso son muchos meses.
Da la impresión, luego de ver los actos en que ha participado, en el seguimiento de sus informaciones, que Ebrard se quiere comer todo de un jalón, arrebatarle la ventaja a Peña Nieto y hundir a Andrés Manuel. Actúa como el bravucón del barrio que, con la camisa desabrochada y sacando el pecho, alzando la mirada y el copete en la frente, con el machete en la mano, de repente sale a retar a todos los que lo rodean.
En sus exposiciones habla y habla de sus grandes logros sociales, de sus programas de apoyo a homosexuales, jóvenes, niños, mujeres, adultos mayores, etcétera, etcétera…
Los expertos consultados dicen que si sigue así, se va a acabar en los próximos meses su bono de expectación electoral y entrará inevitablemente hacia los primeros cuatro meses de 2011, en el aburrimiento ciudadano.
¿Si sigue así de qué podrá hablar hacia junio, julio del año que entra?
Como su compañero de viaje dentro de la llamada izquierda mexicana, Ebrard arranca su campaña presidencial con apenas un 12 a 14 por ciento de apoyos y simpatías ciudadanas.
Dentro de este contexto, y sabedor de todo lo que aquí señalamos, existe otra campaña presidencial que ha comenzado a correr con gran soporte popular: la del senador Manlio Fabio Beltrones.
El ex gobernador sonorense, coordinador de los senadores del PRI, arrancó su campaña hace 2 meses sin tanto aspaviento. Sabe que su carrera es de introducción y resistencia, y es de los aspirantes que se paran de vez en cuando a tomar un poco de agua, y a meditar el mensaje.
A Beltrones las encuestas lo ubican apenas con un porcentaje que, según la casa encuestadora, va del 2 por ciento al 7 por ciento.
Él sabe que en los niveles del poder político, económico e intelectual se le valora bien. En los medios se le describe como un personaje de gran influencia y en los hechos se observa que prácticamente no hay decisión gubernamental que no se le consulte.
Lo que le falta es ir a los ciudadanos, ser conocido por la gente de a pié, como se dice.
En este intento suyo ha visitado ya quizá la mitad del país y ha ido a Europa y a Estados Unidos.
Beltrones sigue una estrategia de penetración limpia desde el punto de vista de las reglas electorales establecidas y sancionadas por el IFE y el Trife, y por demás inteligente desde el punto de vista de a quienes quiere y necesita llegar: recibe invitaciones a foros universitarios o de centros de estudios superiores y ha comenzado a dialogar con los jóvenes de todo el país. Gracias al uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, el twiter, el facebok, el Internet, el correo electrónico, la experiencia de estos encuentros permea, y de un evento al otro aumentan los auditorios.
Habla directo, no elude pregunta y acude a los ejemplos que son comprendidos rápidamente por los jóvenes.
En este esfuerzo Beltrones acaba de subir su primer video a las redes sociales de Youtube. Ahí se le ve diciendo:
“Buenos días, yo soy de esas personas que les gusta hablar claro, sin rodeos. Pienso que el país, va mal. Como líder de Senado, debo de señalarlo siempre.
“No voy a quedarme cruzado de brazos. Antes, en nuestro país, aunque no era perfecto, se vivía bien y en paz. Era un país donde alguien como yo, una persona de origen humilde, de clase media, podía salir, estudiando en las escuelas públicas y trabajando.
“Ahora en México se vive con un gran desorden. Los mexicanos somos gente alegre y optimista, y estamos viviendo sin esperanza y con miedo.
Como Presidente del Senado, quiero trabajar con un solo objetivo: reordenar el país. Quiero que México vuelva a crecer, vuelva a crear y vuelva a creer en sí mismo.
“¿Qué es lo que hace el Senado? Es el representante de los estados en el Congreso. Hoy, lo que yo les propongo es un nuevo Senado, uno que actuando con orden y como debe ser, haga lo que le toca, estar cercano a la gente del interior de la República , representarlas y defender sus intereses.
“Quiero ir por todo el país, escuchando a la gente de la calle. Quiero saber qué leyes quieren que promovamos los senadores, quiero decirle a la gente en los estados que yo haría las cosas en forma diferente, las haría con orden.
“Por eso voy a pelear por que haya orden; orden en la economía, orden en la educación, orden en las policías y los juzgados. ¿De verdad queremos solucionar el desempleo, la inseguridad, la crisis? Reordenemos entonces a México. El orden nos dará oportunidades y lo más importante, el orden nos dará paz”.
No hay duda que Beltrones comienza a ser el candidato del PRI alterno a Peña Nieto. Se abre la competencia interna, sin atropellos ni golpeteos.
En fin, los estilos personales de cada quien para hacer campaña.