Josefina y la traición
¬ Augusto Corro martes 7, Mar 2017Punto por punto
Augusto Corro
El apoyo que le faltó a Josefina Vázquez Mota como candidata presidencial panista, ahora le sobra como aspirante a la gubernatura del Estado de México (Edomex).
El domingo, en Toluca, la blanquiazul estuvo rodeada de la cúpula del poder blanquiazul, encabezada por Margarita Zavala de Calderón y su esposo Felipe Calderón, ex presidente de México.
¿El motivo? Vázquez Mota rindió su protesta como abanderada de Acción Nacional para los comicios del próximo mes de junio.
También estuvieron gobernadores, entre estos el impresentable Miguel Angel Yunes Linares, el ex secretario “casinero”, Santiago Creel; Diego Fernández de Cevallos y por supuesto el joven “maravilla”, Ricardo Anaya.
Estuvo ausente el ex mandatario Vícente Fox. Ignoramos si no asistió a la reunión porque no lo invitaron o porque actuó con poco de congruencia.
Durante la campaña presidencial, la candidata Vázquez Mota necesitaba el apoyo de los principales personajes panistas que nunca tuvo. Las luchas internas de los blanquiazules le obstaculizaron el camino hacia Los Pinos.
El propio presidente Calderón no ayudó a la aspirante pues estaba resentido porque su “delfín” Ernesto Cordero fue derrotado durante la selección de las candidaturas.
También Fox inclinó su preferencia electoral por otra aspirante y no por la panista. Se trató de una vil traición. En términos generales Vázquez Mota fue dejada a su suerte. Y si la cúpula panista no la apoyaba, era difícil enfrentar la lucha de manera solitaria.
El resultado todos lo conocemos. La aspirante panista perdió. Decepcionada o enojada por su derrota, la mexiquense se alejó de los reflectores. Malgastó su capital político, que pretende utilizar en el Edomex.
La cargada blanquiazul a favor de Vázquez Mota no fue una sorpresa. Se esperaba la presencia del matrimonio Calderón-Zavala, porque se encuentran en franca precampaña política rumbo a las presidenciales del 2018. ¿Cómo desperdiciar ese escenario para su promoción o ambición política?
Quedaron atrás los desprecios hacia la aspirante panista. En la reunión todo fue felicidad, en medio de discursos demagógicos, como acostumbran, contra sus enemigos políticos.
En fin, Vázquez Mota llegó a esta candidatura con una acusación que podría frenar sus aspiraciones, pues tendrá que dejar muy claro “qué hizo con los 900 millones de pesos que le entregó el gobierno federal como subsidio para su organización “Juntos Podemos”.
JOSE MURAT RECHAZADO
Cuando el ex gobernador oaxaqueño, José Murat Casab, empezó su campaña para ocupar la dirigencia de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), se pensó en un PRI decidido a mantener en el poder a los “dinosaurios”.
Si bien es cierto que esa confederación es casi de puro membrete, tiene una función que cumplir cada seis años: participar en el destape del candidato presidencial.
Como los aspirantes surgen de las agrupaciones populares, eso dicen, pues la CNOP va en primera fila, como uno de los “pilares” del Revolucionario Institucional. Los otros sectores son el obrero y el campesino. O eran.
¿Pretendía Murat Casab continuar como una de las principales figuras políticas del artrítico PRI? Seguramente. Con la aureola que le colocaron de activista del Pacto por México, sus bonos subieron. A esto debe agregársele el hecho que su hijo Alejando Murat ganó la gubernatura de Oaxaca.
De todo lo anterior se desprendía que Jose Murat ya tenía en la bolsa la dirigencia cenopista. Pero no fue así. Los altos mandos priístas lo mandaron como encargado de la Fundación Colosio, un instituto del tricolor sin ninguna importancia.
No dejó presentar cierta extrañeza lo que le ocurrió al exmandatario oaxaqueño, pues conocedor de la disciplina de que nada se mueve sin la autorización de la cúpula, Murat Casab se dejó llevar por sus ambiciones.
Sin embargo, el Revolucionario Institucional no podía enfrentarse a más desprestigio después de los escándalos de sus ex gobernadores. Y el oaxaqueño tiene los suyos.
Por ejemplo, The New York Times publicó en el 2015 que la familia Murat era propietaria de inmuebles valuados en seis millones de dólares, los cuales incluían dos condominios cerca de una estación de esquí en Utah, otro en una playa en el sur de Texas y al menos uno más en el sur de Texas y otro en un edificio con vista a Central Park, en Manhattan, New York.
La carrera política de José Murat Casab siempre tendió al escándalo. Durante su gestión ocurrió un hecho que lo involucró en un autosecuestro; pero como se trató de un alto funcionario, nada sucedió.
El senador Arturo Zamora Jiménez, jalisciense, fue designado el nuevo dirigente de la CNOP. Murat Casab quedó fuera y de esta manera le ahorró al PRI nuevos escándalos.