Barbosa, y su irresistible atracción por el poder y los medios
Roberto Vizcaíno jueves 2, Mar 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Sin gran historial partidario o legislativo, logró atraer a los grandes personajes del momento; Nunca ha logrado ganar un cargo de elección abierta, todos han sido pluris; Su despedida de la presidencia del Senado se hizo rodeado de los tres poderes
¿Por qué Miguel Barbosa hizo público este inicio de semana su apoyo a Andrés Manuel López Obrador como candidato de Morena a la Presidencia de la República en 2018?
Porque quiere que AMLO lo lance a fines de este año como el candidato de Morena al gobierno de Puebla.
Así de rápido y sencillo.
Y por supuesto que Barbosa busca ser (una vez más), beneficiario electoral y político de la gran ola de popularidad de López Obrador quien, sin ninguna duda, logrará colocar en las elecciones de junio de 2018 a muchos diputados federales y locales, a alcaldes, a senadores y… ¿por qué no? quizá a algunos gobernadores.
Como Usted seguramente sabe, en junio de 2018 habrá la mayor jornada electoral nunca antes vivida en México.
- Habrá elección de nuevo Presidente de la República.
- De 128 senadores
- De 500 diputados federales
- De nuevo Jefe de Gobierno para la Ciudad de México.
- De 16 delegados que ahora serán alcaldes.
- De 64 diputados a la Asamblea capitalina.
- Y 13 elecciones locales donde habrá cambio de Gobernador, cientos de alcaldías y cientos de diputaciones locales.
Entre estas últimas está la de cambio de gobernador en Puebla, que es donde quiere insertarse Barbosa como el candidato de AMLO-Morena.
Por ello decidió entregarle como ofrenda al tabasqueño lo último que le queda como coordinador de una fracción senatorial en desaparición que comenzó con 22 legisladores del PRD y que ahora ya sólo es un grupo de apenas 12 pues 3 han renunciado a este partido -1 para irse al PRI, otro a Morena y 2 más que optaron por ser independiente-, mientras otros 6 han renunciado al PRD, pero permanecen dentro del grupo.
Y de los 12 que quedan Dolores Padierna, que nunca hace caso a nadie, menos a Barbosa, siempre ha estado –con junto a su marido René Bejarano–, al lado de López Obrador.
En este contexto lo único que le queda a Barbosa como moneda de cambio para que AMLO lo perdone lo bendiga y lo pudiera considerar como su candidato a la gubernatura de Puebla, está justamente el juego mediático del poblano y su posición como coordinador “de los senadores del PRD”.
No hay que olvidar que Barbosa viene de la corriente de Los Chuchos, es decir, los mayores enemigos dentro de la izquierda y el PRD de AMLO, y porque el poblano a cada rato calificaba públicamente al tabasqueño como “el mesías intolerante”.
Pero bueno, como en política no hay nada personal –bueno, casi nada–, al parecer el poblano ha sido aceptado por el tabasqueño, ya que no ha rechazado su apoyo.
En fin, estas cosas huelen pésimo, pero no causan sorpresa.
SUS DEBILIDADES
Barbosa tocó las nieves entre septiembre de 2014 y fines de agosto de 2015. Se lo debe al coordinador del PRI, a Emilio Gamboa, quien le permitió ser presidente de la Mesa Directiva del Senado a pesar de que no cumplía con ninguno de los requisitos. No tenía ni porcentaje calificado de senadores a su mando, ni experiencia ninguna, además se había ya mostrado muy inestable, abusivo y prepotente.
Entre Barbosa y Ernesto Cordero, en ese entonces coordinador de los senadores del PAN, le había hecho la vida de cuadros a Gamboa con la aprobación de las reformas estructurales.
“Mi hermano” calificó Barbosa a Cordero, cuando el panista fue destituido como coordinador de los senadores del PAN.
Hoy este mismo Barbosa dice que si el PRD hace alianza electoral con el PAN en la presidencial de 2018, él renuncia a este partido. ¿¿¿Dónde está la congruencia???
Durante su paso por la presidencia del Senado, Barbosa fiel a los “Pipopes” de su estado, desarrolló un excesivo gusto por el halago y los reflectores.
Se rodeó de los más importantes personajes del momento para lograr ser el centro de grandes eventos, aunque estos no representasen nada.
Nacido el 30 de septiembre de 1959 en San Sebastián-Zinacatepec, Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta –que así se llama-, este senador no se ha significado realmente nunca por nada especial.
Una vez diputado y ahora senador, siempre como pluri.
Su designación como coordinador de la fracción del PRD dejó de lado a otros con mayores merecimientos, como Alejandra Barrales quien llegaba de ser la coordinadora de los perredistas en la Asamblea Legislativa, o Mario Delgado, quien había incluso aspirado fuertemente a ser candidato del sol azteca a la Jefatura de Gobierno del DF.
Como presidente del Senado, ideó y negoció el foro: “Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional”. Se realizaría el 30 de septiembre de 2014 y estarían: el presidente Enrique Peña Nieto; el titular de la Suprema Corte de Justicia; el presidente de la otra cámara, la de diputados y los 31 gobernadores además del Jefe de Gobierno del DF. Los presidentes de los 31 congresos locales, y los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia y de los órganos constitucionales autónomos, es decir de la CNDH, el IFAI, etc. Así como el cuerpo diplomático acreditado en México.
¿Para qué todo esto?
Para develar los escudos de cada uno de los estados dentro de la nueva sede del Senado…
Pero sus amigos los panistas le echaron abajo el teatrito.
Enfrentados entre sí, los blanquiazules exigieron que ese foro se convirtiera en un foro de diálogo directo entre poderes; que el presidente Peña Nieto aceptara responder preguntas y posicionamientos a los legisladores. Peña Nieto canceló su asistencia. Les recordó a los panistas que la Constitución impide un diálogo directo entre poderes.
Pero Peña se lo llevó de viaje y lo vistió de Frac para ver a la Reina Isabel y al Papa Francisco y a los presidentes de Estados Unidos Francia e Italia y primeros ministros de Inglaterra y Alemania.
Para su despedida de la Presidencia del Senado, organizó otro gran evento al que convocó a: Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Agustín Carstens, Luis María Aguilar Mora, presidente de la Suprema Corte de Justicia y el secretario de Relaciones Exteriores José Antonio Meade; el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, a quien dejó para irse con AMLO; y Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México y entonces presidente en turno de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Ahí estuvieron también: Rafael Moreno Valle, José Narro, Lorenzo Córdova, Luis Raúl González Pérez y el director del IPN, Enrique Fernández Fassnacht.
Y otros muchos. En grande, pues.
Pero se acabó aquello y Barbosa no se acomoda. Quiere salir en primera planas y agarrar el micrófono. No importa que para ello traicione a su partido y sus viejos aliados.
PEÑA EN EL PRI
Este fin de semana el presidente Enrique Peña Nieto acudirá por segunda ocasión dentro del mandato de Enrique Ochoa Reza como presidente del PRI, a la sede nacional del tricolor a celebrar junto a los cuadros directivos de este partido un aniversario más del Revolucionario Institucional.
Durante este evento, que se realizará a las 11:00 horas en el Auditorio “Plutarco Elías Calles”, se rendirá un homenaje a la memoria de Gustavo Carvajal Moreno, ex presidente del PRI, fallecido a fines de la semana anterior.
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