Rearme de EU
¬ Augusto Corro martes 28, Feb 2017Punto por punto
Augusto Corro
La paz mundial total siempre fue un mito.
Son tantos los países en conflictos internos y externos, que no siempre están en posibilidades de vivir en armonía.
Podría decirse que es parte de la condición humana buscar problemas. Y cuando esto no ocurre, no falta quien provoque al enfrentamiento o a la violencia.
La historia de la humanidad tiene ejemplos de guerras derivadas por diferentes motivos como son: ambición, ideología, religión, conquista o expansión de los territorios.
Los ejemplos de las luchas entre los seres humanos son múltiples y casi nadie logró evitarlas.
La experiencia de las guerras mundiales del siglo XX en las que se registraron millones de muertes, no sirvió de experiencia. Se repitió en los últimos años con la invasión a Iraq y Afganistán por parte de EU y sus aliados.
Ahora, el presidente de Estados Unidos, el millonario Donald Trump, regresa con la idea aterradora de poner en marcha el mayor rearme de su país en una década. El presupuesto para tal fin será de 54 mil millones de dólares.
Conocer lo que planteó el troglodita nos mueve a pensar en lo peor, incluida una conflagración mundial. Sin embargo, el presidente dijo:
“Reforzar el sector militar es barato. Estamos comprando paz y afianzando nuestra seguridad nacional. Además es un buen negocio. ¿Quién construirá los aviones y barcos? Trabajadores americanos”.
En el discurso, Trump dejó entrever su espíritu belicoso al señalar que “antes decíamos que Estados Unidos jamás perdía una guerra, ahora no ganamos ninguna. Es inaceptable”.
¿Dónde empezarán las guerras de Trump? ¿En Medio Oriente contra ISIS? ¿En Corea del Norte? ¿En Irán?
Unicamente el cavernario lo sabe.
CALDERÓN EN EL SÚPER
El ex presidente Felipe Calderón intenta llevar una vida como cualquier hijo de vecino. Acude a los eventos deportivos importantes, nacionales e internacionales. Esto ya lo sabíamos.
Lo que no conocíamos es que el ex mandatario va al supermercado por el rumbo de Mixcoac. Acompañado por su guarura recibe el saludo de los vecinos y accede a fotografiarse con quien se lo solicite.
En fin, se trata de un político que piensa que por hacer sus recorridos, el consabido “baño de pueblo”, la mayoría de los mexicanos ya olvidaron su desastroso sexenio que en la lucha contra la delincuencia organizada dejó más de cien mil muertos.
Por supuesto, hay gente olvidadiza, pero el michoacano se encuentra muy lejos de superar la imagen negativa que dejó en los seis años que estuvo al frente del gobierno panista.
La presencia de Calderón en el súper podría ser un intento por conocer la reacción directa de las personas al encontrárselo. Bueno, pues ya sabemos que no hubo problema. El hecho es importante, porque se dio cuenta que no es rechazado por la sociedad agraviada y que ya podrá promover la precandidatura presidencial de su esposa Margarita Zavala de Calderón.
En otros años, la prueba de la aceptación popular se daba en las plazas de toros, después en las estadios de futbol y ahora en los supermercados.
Hubo presidentes de México que no atesoraron riquezas, que después de vivir en Jauja, regresaron a su condición de ciudadano común. Sin ninguna sombra del pasado, ya jubilados se disponían a disfrutar la vida.
Se alejaban de la política para no obstaculizar a quienes le seguían. Ejemplo de rectitud fue el ex presidente Adolfo Ruiz Cortines, quien después de cumplir con su responsabilidad, decidió radicarse en Veracruz, donde por las tardes iba a jugar dominó con sus amigos.
Pero los tiempos cambiaron y hoy los ex presidentes no dejan la “grilla”, no hay un mínimo de decoro para dejar la política en la que hicieron un papel reprobable.
Los dos panistas que estuvieron en el poder, Vicente Fox y Calderón se recuerdan por sus errores mayúsculos. El primero llegó a la presidencia con una cantidad de votos avasalladora, porque los mexicanos esperaban el cambio prometido.
¿Y qué ocurrió?, que el blanquiazul nunca pudo gobernar porque se le olvidó que ya era el presidente y que ya no estaba en campaña. Quién de esa actitud pasiva fue la señora Marta Sahagún de Fox, quien tomó las riendas del gobierno.
En el presente, Calderón apoya a su esposa, Margarita, para que el matrimonio regrese a Los Pinos. En esa tarea está metida la pareja, con la idea de que los mexicanos tenemos mala memoria.