La bestia trumpiana
Alberto Vieyra G. viernes 17, Feb 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G
El escándalo en EU está en ruso. Está que arde la Casa Blanca. El espionaje ruso en las elecciones gringas para evitar que Hillary Clinton llegara a la Casa Blanca y favorecer al lunático Donald Trump está quemando al tirano gobernante.
Donald Trump une a los norteamericanos, pero en su contra. Suma por carretadas enemigos. Primero acusó a la prensa norteamericana de mentirosa y si algo tienen los medios de comunicación del Tio Sam, es que son institucionales cuando se trata de la institución presidencial y de guerras con otras naciones, pero también Trump tiene de enemigos a muchos republicanos de altos vuelos, incluyendo congresistas, pero ahora es el pueblo norteamericano el que ha perdido la confianza en el magnate, cuyos consejeros mantuvieron conversaciones ultrasecretas con el embajador ruso en EU para evitar las sanciones de Barack Obama contra el Kremlin por haber espiado el proceso electoral del año pasado, y ya le costó la chamba al asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn. Donald Trump ha sumado en su contra a los principales servicios de inteligencia norteamericana, a los que acusa de haberse politizado y es que los sabuesos están entregando a la prensa gringa y extranjera información “clasificada” tal como si fueran como caramelos. No cabe duda, dicen allá en mi pueblo que “de que la perra es brava, hasta a los de casa muerde”.
Para la prensa gringa, la sombra rusa ha caído sobre la Casa Blanca.
Sí, el escándalo del espionaje electoral ruso le quema las manos a Trump y hará que arda Troya en la Casa Blanca.
¿Cuanto tiempo será capaz de resistir la metralla la bestia trumpiana? ¿Se convertirá en el segundo presidente norteamericano en dimitir? Poderosos intereses de empresas trasnacionales gringas parecen estar empeñadas en mandar a su casa a Trump, toda vez que presumen que la alianza política con Vladimir Putin, al que tachan de asesino, le quita el sueño a la mayoría del pueblo norteamericano, ya que Trump juega con lumbre pasándose el chicle con su enemigo histórico: Rusia, con cuya nación enfrentó a la llamada Guerra Fría, un conflicto ideológico, político, económico y militar que tenía como finalidad combatir al comunismo, dentro y fuera de Rusia.
En ese conflicto el triunfador fue el capitalismo.
Donald Trump anda de manita sudada con Putin, su natural enemigo antagónico, que hoy busca a toda costa dividir a Europa. Ese es el meollo del meritito meollo.
No es poca cosa lo que ocurre en EU, el escándalo que está en ruso, está uniendo en el nacionalismo histórico a los norteamericanos contra la bestia trumpiana, le están tendiendo la camita.
Y en México se oyen mentadas por los cuatro puntos cardinales contra esa bestia. El clamor del pueblo de México es: “Duro contra el muro” … Sólo que ese “Duro contra el muro” no se ve en el gobierno, qué lástima que los mexicanos no tengamos gobierno que nos defienda.