Atención a los jóvenes
¬ Salvador Estrada martes 14, Feb 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Los teléfonos en manos de los jóvenes es la moda en todo lugar y a cualquier hora, lo que los lleva a conectarse a todas partes y a veces caer en redes, que no son sociales, sino peligrosas.
En los hogares mexicanos los jóvenes ya no toman en cuenta a sus padres, no los “pelan”, por estar imbuidos en sus celulares, moviendo sus pulgares, con una habilidad, difícil de igualar por los adultos, para estar en contacto con sus amigos con mensajes escritos o por estar en un juego del celular.
La hora de la comida, la cena o el desayuno ya no permiten la diaria convivencia familiar porque los padres hablan, pero sus hijos están en otro mundo y mientras cucharean o absorben la taza del café, su celular es el pan de cada día.
Las llamadas de atención de los padres no son escuchadas. Los hijos dicen que sí, pero no sueltan el celular ni los audífonos y todos los días mañana, tarde y noche es la misma historia.
Los jóvenes, a través de los mensajes que reciben y que envían, pierden muchas horas que pueden dedicar a estudiar, pero para ellos es ya su modo de vida y…ni modo.
Sin embargo, muchos jóvenes han caído en las “trampas” que tiene la red: ¡las fiestas! Sí, las fiestas a las cuales invitan sus amigos, sus cuates o los cuates de sus amigos. “Es un reventón” en donde los chavos son inducidos a fumar mariguana. Y en ese evento se venden bebidas embriagantes. La música, la yerba y el alcohol los aturden.
La música a altos decibeles molesta a los vecinos que llaman a la policía y al acudir al llamado detienen a los jóvenes que se resisten, pero son sometidos y llevados a la delegación. Los anfitriones son detenidos con cigarros de mariguana y otros tóxicos y son arrestados.
Los padres, angustiados, acuden a rescatarlos y luego en casa los hijos reciben su regañada y prometen ya no acudir a esas fiestas vía celular.
También hay casos de chavas que son engañadas, por el celular o el internet, por proxenetas que les ofrecen trabajo o les declaran su amor y las chicas ingenuas acuden a verlos a lugar que les indican y las secuestran para luego prostituirlas.
La tecnología tiene mucho reconocimiento en este siglo, pero también tiene su rechazo familiar, ante los engaños de usuarios mafiosos que “echan a perder” a los jóvenes.
Los padres deben estar atentos a las inquietudes de sus hijos y estar en contacto con ellos para saber de sus necesidades y anhelos. Y ¿cómo lograrlo?.. ¡Hábleles por celular!