El Congreso, cómplice
Francisco Rodríguez martes 14, Feb 2017Índice político
Francisco Rodríguez
En una semana, dos albazos han revelado pública y notoriamente la complicidad de la mayoría artificial en la Cámara de Diputados con los planes anexionistas y su implicación en los robos descomunales de sus gobernadores (socios) favoritos. Es un hecho que esa mayoría de cartón quiere echar por la borda cualquier otro intento político futuro.
En una misma sesión inaugural de sus mentados trabajos del llamado período ordinario, cancelan la posibilidad de llevar a juicio por un presunto fraude de 23 mil millones de pesos al diputado Antonio Tarek Abdala Saad, ex tesorero del ex gobernador Javier Duarte —y protegido del senador Manuel Bartlett Díaz—- sepultando cualquier viso de persecución a este infame, cómplice en sus negocios mercantiles e inmobiliarios.
Dentro de ese mismo paquete de urgencias políticas, PRI y PAN apresuran la aprobación del dictamen de Ley de Seguridad Interior, en los mismos términos en que la presentó el coordinador real del Congreso, Humberto Castillejos Cervantes, consejero jurídico.
Las dos decisiones, impregnadas de los mismos tufos, obedecen a la misma línea de complicidad y entreguismo incalificable. No emergen de las comisiones parlamentarias, nadie se ha adjudicado su manufactura. Vienen directamente del despacho, al servicio del dinero y de los intereses ajenos a los mexicanos.
La absolución de Duarte, Abdala Saad y de todos los favoritos de esa claque de perfumados y raritos veracruzanos de adopción es en favor de la impunidad, el más interesado en que se acalle ese escándalo, pues ya bastante nos costó el paquete monetario para calmar a Yunes Linares en su afán de descubrir cuestiones de corrupción que iban “a cimbrar a México”. Fueron 45 mil millones de pesos de nuestros bolsillos. El cimbrar a México, se transformó en Vibrar a México, financiando también los propósitos de paniaguados empresariales y agachados, oportunos marchistas de ocasión.
La aprobación en caliente de los dictámenes y, seguramente, de las iniciativas en las cámaras de Diputados y Senadores de la Ley de Seguridad Interior, es la prueba indeleble de que Peña necesita para que los gabachos sepan que de aquí en adelante se legisla para obedecer, absolutamente, todas las órdenes del Comando Norte y de la Casa Blanca.
A nadie pasa desapercibido el terror helado que se ha posesionado de los funcionarios. Prefieren someter al Congreso a que, junto con ellos, se agache frente a las presiones de Estados Unidos que acusa serias deficiencias en la dichosa lucha contra el narcotráfico. Pero les sale más caro el remedio que el trapito.
Las investigaciones que se han ordenado desde la Casa Blanca de Washington para profundizar en las ligas de los gobernantes mexicanos con los cárteles que reparten los moches de la amapola negra, las anfetaminas, precursores y todo tipo de alucinógenos los tienen en un brete.
Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray encabezan la lista de los implicados, aparte de que, ya encarrerado el ratón, pueden salir a la luz todas las imbricaciones con los movimientos de escalofriantes cantidades de cientos de miles de millones de dólares en el lavado de dinero ilícito, a través de la Bolsa de Valores salinista-zedillista, y de los bancos que se han inodado en las jugarretas.
Los funcionarios le quisieron enseñar a hacer chiles a Clemente Jacques, utilizando circuitos financieros reservados a la previa aprobación de los señores gabachos de la corrupción internacional.
La ambición rompió el saco de estos imberbes, y el resultado es comparecer ante sus patrones para rendir cuentas de lo sustraído.
Ahora, ante el desastre político que se ha exhibido mundialmente como un ejemplo de colaboracionismo rastacuero y ruin andan desesperados. Quieren quedar bien a como dé lugar. Con masacres como la nayarita o sentando en la Secretaría de Gobernación a Soberón Sanz, un marino con carrera burocrática.
Ahora sí, podemos estar absolutamente seguros de que las insensateces migratorias de Trump, previo desfalcos de los ahorros de los desplazados para financiar el muro, van a ser absorbidas a cabalidad por México. Seremos huéspedes honoríficos de nuestros migrantes, pero también recipiendarios naturales de todos los de otras nacionalidades que sean expulsados por la migra de Trump. Carro completo.
Los de arriba, por su parte, tampoco reparan en insensateces. Ésta es la última oportunidad que tienen para seguir empinando al país, para forzarlo a que encubra sus delitos, para que nos hundamos en el mismo charco que ellos. Hasta para eso requieren nuestra unidad. ¿O la piden nada más para eso?
Intelecuales llaman cobardes a quienes no se les pliegan
El sonsonete de la unidad nacional, una falsa proclama de los gobiernos de derechas, ha sido llevado al extremo de la deslegitimación. La han exigido como si la merecieran, y han sido apoyados en ese garlito infame por todos los textoservidores, loritos radioeléctricos y hasta intelecuales —¡por cuales!— de supuesto prestigio que tratan de cobardes a quienes reflexionan su aprobación y hasta su consentimiento.
Los paniaguados encabezan la unidad nacional, sin atisbar el impacto de las medidas y comportamiento entreguista, que ha arruinado al país, económica, política, diplomática y moralmente. Todo un emblema de la corrupción trasnacional.
Su reticencia a protestar en tiempo y forma sobre los disparates del esquizoide anaranjado, la entrega incondicional a su padrinazgo, el anexionismo maquinado de nuestros valores fundamentales y de nuestros intereses soberanos al chiquilicuatre neoyorquino, tienen un rebote que nadie espera todavía.
Hasta el Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para Refugiados y Organizaciones Civiles acaba de declarar que, de la noche a la mañana, México se ha convertido, por obra y gracia de los twitts de Trump, en un país de destino, no sólo de tránsito, para todos los desplazados del mundo que serán deportados de los Estados Unidos. Éramos muchos, y parió la abuela.
El Congreso mexicano jamás protestó, nunca dijo nada, siguió empecinado en la línea de tapar todas las trapacerías financieras y las corruptelas presupuestales y sus secuaces. Ahora llegan las consecuencias de esa pusilanimidad, de ese silencio: estamos a punto de convertirnos en el hoyo negro de una catástrofe humanitaria global. Así, como suena.
La orden de Trump fue contundente y letal: si no lo haces, vamos contra ti y tus achichincles. Se deriva de que para los neo-republicanos es imposible desaparecer los cárteles del narco y de las finanzas estadunidenses, vamos, están sentados detrás de ellos, son sus titiriteros. Pero como en México gobiernan los blandengues implicados, allá sí se puede.
La gente en la calle se pregunta azorada: ¿valdrán la pena estos sacrificios? ¿Tendremos que arrostrar una crisis humanitaria para tapar sus estropicios, para cubrirlos con el manto de la impunidad a ciegas? ¿Usted qué hubiera hecho?
Índice Flamígero: Escribe desde Torreón, Coahuila, don Miguel Ramírez: “Las manifestaciones domingueras en contra de Donald Trump están completamente justificadas, aunque hay que hacer notar, una de ellas fue realizada por gente oportunista y motivada realmente para apoyar a quien con su ignorancia y su deshonestidad bien pudiera establecer récords olímpico, mundial y Guinness. A quien consiguió su título profesional por medio de plagio. A quien está ligado con múltiples conflictos de interés y que se niega a revelarnos lo que se dijo en la conversación telefónica que tuvo con el Savage Man estadunidense. Pero no deberíamos limitarnos a mostrar nuestro desacuerdo de esa manera con quien trata a nuestro país de forma rudísima, ni siquiera llegando a maldiciones ni recordatorios familiares al Orange Man, pues es bien sabido que él nunca tuvo a quien festejar el 10 de mayo. Hay quienes dicen que mostrar una actitud más enérgica y rechazar lo que huela a gringo equivaldría a tener un comportamiento trasnochado y que lo que se conseguiría sería afectar en el corto plazo a los mexicanos que laboran en las empresas norteamericanas aquí establecidas que resultarían perjudicadas con nuestra no aceptación. Esto podría ser cierto, aunque quizá motivaría a empresarios mexicanos a elaborar los productos y artículos de los gringos que dejaríamos de consumir. También pudiera suceder que llegaran a México empresas de otros países para sustituir a las estadunidenses. En el caso particular de este servidor y gente de su cercanía, gradualmente, y en lo posible, dejaremos de consumir lo Made in USA. Será la sociedad mexicana quien decida qué hacer ante DT, porque del gobierno no podemos esperar nada bueno ya que carece de los arrestos necesarios para enfrentarlo pues ya sabemos que es de los que ven la guerra por televisión”.
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