Acceso de la mujer a vivienda
Luis Muñoz viernes 10, Feb 2017Segunda vuelta
Luis Muñoz
Más de 600 millones de personas aún carecen de vivienda en el mundo y una buena parte de este déficit se concentra en los países en vías de desarrollo; en México el problema no es menor, y se acentúa en el caso de las mujeres pese a que ese derecho está consagrado en la Constitución.
El investigador de la Fundación Atenea, Carlos Molina, se refiere a este derecho: el derecho a una vivienda.
Pero destaca que es necesario hacerlo con perspectiva de género.
Al respecto, la Comisión de Vivienda en la Cámara de Diputados aprobó el dictamen a la minuta con proyecto de decreto que modifica los artículos 6 y 8 de la ley en la materia, para promover esquemas y mecanismos con perspectiva de género que propicien el acceso de las mujeres a la vivienda, preferentemente madres jefas de familia.
Zaida Muxí Martínez (arquitecta), en sus reflexiones sobre el tema dice que hablar del derecho a la vivienda es hablar de un derecho más amplio, que no se limita al techo; es el derecho a ser parte activa de la sociedad, y en un entorno cada vez más urbanizado como el actual, es tener derecho a la ciudad, a las ventajas, protecciones y oportunidades que ésta puede brindar.
La presidenta de la mencionada Comisión, diputada Alma Carolina Viggiano Austria, del Partido Revolucionario Institucional, destacó la importancia de reformar dichos preceptos para estipular estrategias y líneas de acción, en conjunto con el Plan Nacional de Desarrollo y otros ordenamientos legales.
Además, planteó respaldar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, que contempla la perspectiva de género como necesaria y fundamental para garantizar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
El documento, avalado en reunión de trabajo, subraya que las condiciones de inequidad salariales, propiedad de suelo y vivienda que enfrentan las mujeres en el país, contradicen los tratados internacionales, como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), y el Programa Nacional de Vivienda 2014-2018.
Por ello, agregó, se plantea que la política y el Programa Nacional de Vivienda impulsen la perspectiva de género, pues a pesar de los avances debe continuar el proceso de cambio para evitar que se reproduzcan, en dependencias y entidades de la administración pública federal, los roles y estereotipos que inciden en la desigualdad, exclusión y discriminación.
Viggiano Austria insistió en la importancia de reformar dichos preceptos para estipular estrategias y líneas de acción, en conjunto con el PND y otros ordenamientos legales.
LAS MUJERES Y LA VIVIENDA
Con frecuencia hemos escuchado que los derechos a la tierra, la propiedad y la vivienda son esenciales para la igualdad y el bienestar de las mujeres y que estos derechos son factores decisivos para las condiciones de vida de la mujer, especialmente en las economías rurales, y son fundamentales para la supervivencia diaria de las mujeres y sus hijos, así como para su seguridad física y económica. Sin embargo, a pesar de la importancia que estos derechos tienen para ellas y para los hogares que están a su cargo, las mujeres carecen aún de manera desproporcionada de seguridad en la tenencia de estos bienes.
¿A qué se debe esto?
Expertos señalan que al hecho de que el registro de la propiedad está a nombre de un hombre: el padre, el marido o el hermano. En caso de separación o divorcio, el hombre suele retener los derechos sobre la propiedad o la tierra, mientras que la mujer se queda sin hogar o tiene que compartir la propiedad con su familia política, sin obtener dominio ni derechos sobre ella.
Las leyes discriminatorias relativas a la propiedad, la tierra y la vivienda y la falta de control sobre las mismas hacen también que las mujeres sean marginadas de los procesos comunitarios de toma de decisiones dirigidos por los hombres, que son los terratenientes habituales.
En las comunidades rurales, la propiedad de la tierra determina a la vez la categoría social y la manera en que se ejerce el control sobre los recursos e ingresos del hogar. La desventajosa posición económica de las mujeres en este sentido genera una dependencia estructural de los hombres en lo tocante al acceso a los recursos, lo que a su vez puede exponerlas a la inseguridad y la violencia.
VIVIENDA Y GÉNERO
¿Qué dice el investigador Carlos Molina sobre el tema? Afirma que es importante hablar de género y de vivienda porque es un recurso necesario en la vida de cualquier persona, sin importar su género, y porque es indispensable para el mantenimiento y el desarrollo de la vida en cualquier parte del mundo.