Jasper, paraíso entre las montañas
¬ José Antonio López Sosa jueves 4, Feb 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
JASPER, CANADÁ.- Hace poco más de 50 años, la zona que hoy ocupa el parque nacional de Jasper era empleada principalmente par la caza por grupos de canadienses que gustaban de dicho deporte y de la majestuosa naturaleza que predomina en el lugar. En la década de los años sesenta, se constituyó el parque nacional y desde entonces el principal objetivo es preservar la fauna silvestre y el equilibrio ecológico en la zona.
El turismo viene principalmente en el verano por el contacto que las personas pueden tener con la naturaleza, sin embargo, el invierno está lleno de actividades al aire libre que permiten ver frente a nosotros el majestuoso invierno de Norteamérica.
El esquí es uno de los principales atractivos en Jasper, mucho más económico que en sitios populares como Aspen o Nuevo México, la “Marmot Basin” se ubica a 30 kilómetros de Jasper, alguien con nulo conocimiento del esquí por 80 dólares canadienses (unos mil pesos mexicanos) puede rentar el equipo necesario, tener una clase de dos horas con un instructor personalizado y continuar esquiando durante todo el día. El escenario es inigualable, la montaña con las pistas delineadas por cientos de pinos y del otro lado del valle, las impresionantes montañas rocallosas forradas de bosque en sus bases y repletas de hielo en sus cimas. Jasper se caracteriza en Canadá como un destino de esquí, en México es poco conocido pero con suficiente información resulta más económico y sorprendente que otros destinos similares en los Estados Unidos.
La caminata sobre los glaciares es otra actividad única, de pronto un guía nos lleva por un inmenso cañón que en el verano es un río, vamos literalmente caminando sobre una capa de hielo de 30 metros que en el fondo, alberga un río oculto durante el invierno. A nuestro alrededor se deja ver la fauna silvestre integrada por cabras salvajes, venados y algunas otras especies que dada la imposibilidad de cazar, se han familiarizado con el ser humano a tal magnitud que se pueden contemplar a los lados del río sin que ello signifique riesgo alguno. Esta misma caminata se puede hacer en el verano tan sólo por un costado del río, sin embargo en el invierno es cuando más se puede explorar por el nivel de congelación que existe. Casi tres horas a pie por todos los rincones del río surcando el enorme bosque, cobijados por las cimas de las rocallosas que se dejan ver hacia cualquier punto cardinal.
Estas son tan sólo un par de actividades que se llevan al cabo en el invierno, Jasper es sin lugar a dudas un destino desconocido aún para nuestro país que rebasa las expectativas de cualquier persona que desea compartir un momento con el invierno canadiense, con todas las comodidades, seguridad y sobre todo, hospitalidad.