Mediocridad y cinismo
¬ Claudia Rodríguez jueves 4, Feb 2010Acta Pública
Claudia Rodríguez
A veces, las ideas fluyen, pero los dedos de las manos se resisten a teclear las reflexiones rabiosas que se agolpan en mi mente y que deben ser abordadas con un alto grado de responsabilidad y respeto, dado que se tocan sucesos en donde la muerte violenta irrumpe las vidas de pequeños inocentes.
Aun cuando las muertas de Juárez no son ni tantito asunto menor, ni del pasado, sí han sido rebasadas por los muertos de Juárez. No se trata de contar, de dar números entre quienes han muerto y los que luchan por su vida, o bien, han sido mutilados física y socialmente, sino de reflexionar y actuar sobre tan terrible suceso que no sólo se sufre en aquella ciudad norteña del país, y que sin temor de falsear datos, se ha instalado en cientos de puntos de la geografía nacional.
Si la responsabilidad informativa y de opinión es de alto grado para quien aborda un evento noticioso, debe ser aún mayor para quienes al final, administran y gobiernan los destinos de la sociedad mexicana, pero parece que a ellos todos estos eventos violentos y mortales relacionados al narcotráfico y a la delincuencia organizada, les sirve como comprobación de que en esta “guerra sexenal”, los calderonistas van ganando.
No se pide nada extraordinario cuando las madres y familiares de muertos inocentes por arteras ráfagas de balas, exigen a sus autoridades incompetentes que renuncien.
No creo en los pactos con el crimen organizado para sobrellevar una situación, pero sí creo que quienes nos gobiernan deben echar mano del talento político para administrar y ordenar un territorio dentro de los términos legales, mas no veo a nadie con esa característica en este momento y si existe y me equivoco, por favor, que levante la mano.
Sin la cualidad del talento político, entonces al hablar o leer un discurso, nuestros gobernantes cometen el error de decir que se actuará con todo el peso de la ley contra quienes cometen abominables crímenes sociales, sin darse cuenta que eso ya no basta, ni surte un efecto de credibilidad, todo lo contrario, debilita a las instituciones que cada vez más se mueven en la mediocridad, la corrupción y el cinismo.
México no es un país seguro. Nuestros entornos familiares, laborales y de convivencia cotidiana han sido vulnerados por las malas acciones -deliberadas o no- de quienes nos gobiernan y piensan que el activismo del poder criminal es causa de su estrategia para combatirles. No, de nada sirve una estrategia anticrimen con tintes policiacos, si se descuidan aspectos de salud, educativos y laborales de los gobernados.
“¿Ciudad Juárez, está en México mamá? Porque ahí mataron a unos niños”. Así me dijo una de mis hijas de preescolar, a quien una de sus maestras tiene la sana costumbre de comentarle a diario las noticias que aparecen en los diarios impresos. Le contesté que sí, esperando que me preguntara más al respecto y tratar de entender cómo asimilan los pequeños una realidad tan cruel. No hubo más cuestionamientos.
Acta Divina… Luego de la masacre perpetrada sobre un grupo de adolescentes en Ciudad Juárez, Chihuahua apenas el fin de semana,
Víctor Valencia de los Santos decidió renunciar a su cargo como secretario de Seguridad Pública Estatal con el fin de continuar su interés por contender como precandidato a la alcaldía de Juárez por parte de Partido Revolucionario Institucional (PRI).