Viacrucis del periodismo
¬ Augusto Corro viernes 3, Feb 2017Punto por punto
Augusto Corro
Con el auge de la delincuencia organizada en nuestro país, los periodistas y los medios de información reciben agresiones mortales y daños en sus instalaciones o amenazas que obligan a cancelar su circulación, como ocurre con los periódicos impresos, sin ninguna posibilidad de castigar a los criminales.
Tratamos el tema de los ataques a los comunicadores, porque el domingo y lunes pasados, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, no salió a la calle el diario “El Mañana”, debido a los ataques y amenazas contra sus empleados por parte de los grupos delincuenciales. Según se dijo, hombres armados golpearon a tres empleados.
La historia de los ataques a los periodistas o medios de información se repite constantemente. El citado diario ya sufrió atentados y amenazas. En el pasado marzo de 2004, su director, Roberto Mora, fue asesinado y el caso quedó en el olvido. Después, las propias instalaciones del diario fueron dañadas con granadas y armas de fuego.
El problema de “El Mañana” se repite en diferentes sitios de nuestro país, donde imperan los cárteles de la droga. Se trata de ciudades o pueblos convertidos en tierras sin ley, en los que los caciques deciden sobre el destino de los representantes de los medios que se atreven a decir la verdad.
La práctica del periodismo en esos sitios equivale a firmar la sentencia de muerte. Los comunicadores además de vivir amenazados, tienen que extremar su protección física. Se da el caso que ante la posibilidad de sufrir un atentado se vean obligados a usar chalecos antibalas.
En otros casos, cuando las noticias son importantes, los reporteros evitan firmar sus notas o deciden irse por el camino de la autocensura por temor a las represalias. En algunas regiones de México, los periodistas tienen los mismos problemas que aquellos donde existen conflictos bélicos.
Las agresiones a los periodistas no son castigadas. Casi el 100 por ciento de los crímenes quedan en la impunidad. En estados como Veracruz, aumentó el número de periodistas asesinados y ninguna autoridad fue capaz de detener a los criminales. En el último sexenio, 19 representantes de los medios informativos fueron privados de la vida.
Con los asesinatos de 11 comunicadores en 2016, México ocupó el tercer lugar como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Las diferentes oficinas gubernamentales y los grupos de derechos humanos no tienen el poder suficiente para atender las demandas de apoyo o auxilio a los periodistas.
Lo que ocurre con el diario “El Mañana” debe ser investigado por las autoridades, con el propósito de salvaguardar la libertad de expresión y proteger a las personas que se dedican a la práctica del periodismo. No es fácil y menos en un estado como Tamaulipas, donde crece la espiral de violencia, pero es necesario empezar a aplicar la ley, a poner orden.
RODRIGO MEDINA Y SU FOTO
Parece que al gobernador independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, no cumplirá sus promesas de campaña, como aquella de encarcelar a su antecesor en el cargo, el ex mandatario priísta Rodrigo Medina.
Resulta que el ex funcionario fue aprehendido y llevado a la cárcel de Topo Chico, donde estuvo varias horas. Fue fichado por las autoridades como cualquier delincuente y su fotografía de reo se publicó en diferentes medios de comunicación.
Se suponía que Rodrigo Medina iba a llevar su proceso penal desde la prisión, pero no fue así. El juez ordenó su libertad y ahora el ex prisionero se quejó ante las autoridades federales, porque según él se violó la ley y su fotografía no debió ser entregada a los periodistas.
El hecho es que Rodrigo Medina es campeón de los amparos, que le permiten burlar a la justicia a cada rato. “El Bronco” prometió encarcelarlo una vez que asumiera el poder, pero el tiempo transcurre y el mandatario acusado de una cadena de delitos, entre otros el de enriquecimiento inexplicable, dice que es inocente y que es víctima de una persecución política.
El saqueo de los tesoros públicos en los estados es ya algo común. Ayer publicamos en este espacio el caso del Rafael Moreno Valle, el ex gobernador de Puebla que dejó endeudado a su estado.
Lo mismo sucedió con Gabino Cué en Oaxaca; Mario López Valdez, Sinaloa; Javier Duarte, en Veracruz; César Duarte, en Chihuahua, etc..
Feliz fin de semana.