La dupla Aristegui-Dolia ataca de nuevo
Roberto Vizcaíno jueves 2, Feb 2017Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Dice el gran periodista francés, Jean Daniel, que en el periodismo de hoy –lleno de superficialidades e informaciones sin base–, es más importante que algo sea “verosímil” a que sea verdad.
Conocedores del método, algunos “periodistas” lo usan para armar verdaderas historias que normalmente suelen meter en graves aprietos a personajes, instituciones o gobiernos.
Luego de ver y escuchar varias veces el video en que ayer Dolia Estévez afirma a Carmen Aristegui que tuvo acceso en forma no oficial a una parte de la conversación de una hora que tuvieron el viernes pasado los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto, no me queda ninguna duda que ambas aplicaron el método.
Corresponsal en Washington de varios medios desde hace ya algunas décadas, Estévez ha sido reiteradamente señalada de no ser veraz en sus despachos.
Por ello ha tenido que ir a juicio en EU, entre otros casos, por involucrar a la familia Hank en el negocio de las drogas.
Ayer Dolia le afirmó a Aristegui que Trump habría dicho a Peña Nieto que si el Ejército Mexicano no combatía a los narcos en territorio mexicano, él quizá se vería en la necesidad de enviar al Ejército Norteamericano a hacerlo.
Estévez le aseguró también que Trump maltrató a Peña Nieto sin que éste pusiera límites.
Varias veces Estévez le garantizó a Aristegui que sus informes no oficiales fueron obtenidos por ella tanto en Washington como en México y que en todos Trump habría tratado a Peña como un pelele.
La historia, retomada y reproducida de inmediato por todos los grandes medios mexicanos, fue sin embargo desmentida por la secretaría de Relaciones Exteriores.
En un breve comunicado difundido vía Twitter la dependencia afirmó:
Que la versión de Dolia Estévez está basada en falsedades absolutas, y “con evidente mala intención”.
Y explica:
Durante la llamada, Peña Nieto fue claro y enfático en señalar las diferencias de posiciones respecto a algunas afirmaciones hechas por Trump en público.
“El tono fue constructivo y se llegó al acuerdo entre los presidentes de seguir trabajando y de que los equipos se seguirán reuniendo de manera frecuente para construir un acuerdo que sea positivo para México y para Estados Unidos” y refiere que las supuestas versiones provenientes de fuentes confidenciales “de ambos lados de la frontera”, no son tales, pues “sólo el Presidente y el Canciller participaron en esa llamada”, y ninguno de ellos refiere conocer a esa periodista.
Lo interesante de este caso es que quien difunde la versión de Dolia Estévez es Carmen Aristegui, ex conductora del noticiero de MVS del cual salió acusando al gobierno de Peña Nieto de ser responsable de su despido.
Estévez era la corresponsal en Washington de Aristegui en ese noticiero.
Aristegui, quien difundió el reportaje de la llamada Casa Blanca de las Lomas, que provocó un fuerte descrédito para Peña Nieto, ha intentado lanzar otros reportajes en contra del mandatario mexicano, que no han tenido ni por menos algo cercano al efecto del primero.
Hoy, con esta nueva historia altamente “verosímil”, al parecer tiene un nuevo caso que huele más a vendeta que a un asunto de verdadero interés periodístico.
Baste decir que para que un presidente de los Estados Unidos pueda movilizar a su ejército, se requiere de la aprobación del Congreso.
No es tampoco creíble que Trump, por más loco e impulsivo que pudiera ser, envíe al ejército de EU a invadir a su vecino para perseguir narcos, y con quien tiene 3 mil kilómetros de frontera, y desatar así una guerra de proporciones impredecibles para Estados Unidos.
Dolia, como en casos anteriores, no ha mostrado hasta hoy ninguna prueba de que lo que dice sea cierto.
Todo opera dentro del esquema de lo verosímil, es decir, que lo que afirma “parece verdad, pero no lo es”, y quien se lo crea pues allá él.
TLC A REVISIÓN
Y mientras corría la versión de la supuesta amenaza de invasión armada de Trump a México, acá el presidente Enrique Peña Nieto anunciaba que justamente ayer se inició el proceso de revisión del TLC.
Peña explicó que el inicio formal de este proceso requerirá de 90 días de consultas simultaneas con los sectores productivos de México, EU y Canadá.
Luego de esas consultas, se iniciará la negociación para la actualización del tratado.
“Estamos dando paso a un proceso acordado con el gobierno de los Estados Unidos, que por igual inicia ya en aquel país, y que se da en el marco de este diálogo constructivo que queremos tener para construir el nuevo marco referencial en la relación entre México y los Estados Unidos.
“Inscrito todo ello en lo que he posicionado con toda claridad y en los diálogos que he sostenido, particularmente con Legisladores del Congreso de la Unión, con gobernadores de nuestro país y con la sociedad en su conjunto, particularmente con todos los sectores productivos y con todas estas audiencias, he compartido que México habrá de guiarse a través de cinco principios irrenunciables y que habremos de promover alcanzar 10 al menos grandes objetivos que anuncié en días pasados, y que ahí están ya señalados y a los que no quisiera profundizar”, señaló Peña Nieto.
Una vez que se tenga una ruta de diálogo, se irá a cada uno de los sectores: el comercial y el económico.
VIENEN DEFINICIONES
Con este paso, dijo, no sólo México, EU y Canadá sino el mundo entero entran a un momento de grandes definiciones.
“Las secuelas de la crisis de 2008, los avances tecnológicos, así como la evolución de las sociedades están provocando, y creo que todos lo percibimos y nos damos cuenta de ello, cambios acelerados en paradigmas que hasta ahora se tomaban como estables.
“Realmente estamos siendo parte y estamos siendo actores de una auténtica revolución que se está viviendo en el mundo, donde estamos viendo cambios muy acelerados, y estamos viendo una gran apertura en la sociedad.
“Donde al alcance auténticamente de un clic se puede tener acceso a distinta información, a conocimiento universal y a muchas otras cosas que anteriormente tomaba bastante más tiempo.
“¿Qué ha pasado con México?.
“En México adoptamos hace 30 años un modelo económico, basado en la apertura, la competencia y la integración productiva.
“Qué nos ha significado el haber adoptado este modelo. Porque sí fue, al final de cuentas, una ruptura de cómo veníamos trabajando y viviendo como sociedad antes de hace 30 años.
“En sólo tres décadas, pasamos de ser una economía que básicamente era exportadora de materias primas, sustentaba centralmente sus exportaciones en el petróleo: 80 por ciento de nuestras exportaciones eran petróleo.
“Éramos, entonces, poco competitivos y difícilmente podíamos competir con los productos que aquí se producían.
“Gracias a ello, gracias a esta apertura, gracias al habernos resuelto y decidido competir con el mundo, nuestro país compite hoy de tú a tú con los mejores y en los terrenos más exigentes del mundo”, indicó.
Hoy todo eso entra a revisión, a una gran redefinición.
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