Manipulación de Trump
Francisco Rodríguez viernes 27, Ene 2017Índice político
Francisco Rodríguez
No cabe duda que Enrique Peña Nieto rompió los estándares de insensibilidad, al no atender en su momento la compasión y el ruego que todos los sectores del país le hicieron para que tomara una decisión que pudiera lavarle la cara, aunque fuera con unos puntitos de preferencia, ante la opinión pública.
Se necesitaban dos dedos de frente para poder hacerlo. Las condiciones estaban dadas para resurgir.
Le pusieron en charola de plata la posibilidad de esquivar los bastonazos de un imbécil enfurecido… ¡y la dejó ir! Él mismo puso sobre sus despojos políticos la lápida histórica, el repudio popular, la vergüenza pública sobre su conducta.
Al no descartar de cuajo la visita a Washington el próximo martes 31, únicamente para ser regañado y exhibido en sus miserias por el lenguaraz Donald Trump, y en vez de ello, decidir empinarse ante esa montaña de soberbia, demagogia y despropósitos que caracteriza al anaranjado del bisoñé estrambótico, EPN liquidó todas las aspiraciones de los bien nacidos mexicanos.
Decidió no asistir, finalmente, 20 horas después de la reunión con su gabinete, ¡y tres horas más tarde! De que Trump lo desinvitara –o le contraordenara–, al decirle vía Twitter que, si no iba a acordar el pago del maldecido muro, mejor que no fuera.
Bailó, otra vez, al son que le tocó el empresario inmobiliario.
Sí. El 25 de enero del 2017 pasará a las efemérides del panteón político como el día más negro del Presidente de la República –vapuleado por los bastonazos de un abusivo extranjero–, cegado por la ambición presidencial del emisario Luis Videgaray, paralizado por su propia ignorancia y desconocimiento del carácter nacional, sentenciado, ahora sí, contundentemente, por el pueblo. ¡Ni cómo ayudarlo!
La mañana de ayer, la opinión pública nacional, azorada, seguía atenta el desarrollo de acontecimientos lesivos al país y a los intereses fundamentales, esperando se respetara su dignidad y paciencia.
A cambio, obtuvo con la insensata opción de Peña Nieto, la determinación de dar la última palada a esa forma chabacana de portar esa investidura presidencial.
Desoyó en su momento el clamor popular: ¡defiéndenos!
Por si fuera poco, la encuesta del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados revelaba los magros seis puntos de aprobación nacional de Peña. La descalificación absoluta de la reforma educativa, de la pantalla de lucha contra el narcotráfico y del naufragio de todas las reformas estructurales. Ante ello, la gente optó por darle un espaldarazo de confianza a su aventura diplomática, de algún modo había que llamarla, usted sabe. La gente clamaba defensa.
Unas horas antes, Donald Trump había tomado la decisión de empezar a construir el muro, añadir cinco mil elementos a la patrulla fronteriza, dizque diezmada por los migrantes forajidos (?), y girado instrucciones a sus sheriffes que, a cuanto “sin papeles” agarraran, no sólo lo deportaran, sino les incoaran un proceso penal. Los tratarán como delincuentes de la peor ralea.
Feliz “la basura blanca” de EU; favorecida por un plato de lentejas
No contento con esas barrabasadas, el esquizoide anaranjado, rayando en la línea demencial de un ignorante empoderado, dispuso que los fondos federales destinados a las 54 “ciudades santuario” de migrantes –entre ellas Nueva York, Chicago y Los Ángeles– les fueran bloqueados, ¡creyendo que por ley lo puede hacer! Gobernadores, como el de California, y alcaldes de toda la geografía estadounidense ¡se rebelaron a Trump!
Paisanos residentes en Estados Unidos reportaron que “la basura blanca”, esa densa nube de votantes que llevaron al nieto de inmigrantes a la Oficina Oval «está fascinada», a cambio de un populista descuento en los porcentajes de sus taxes. Y sí, votaron por un enfermo mental, y esperan decisiones insensatas, desesperadas, absurdas, pero en caliente. Están recibiendo las dosis de demagogia barata que pedían a gritos.
Y allá se quedaron los emisarios; esperando órdenes de Trump
A la hora en que Trump tomaba las decisiones ejecutivas, los «adelantados» emisarios, Videgaray y Guajardo, volaban hacia Washington, con objeto, según ellos, de medirle el agua a los camotes, tomar el pulso del gobierno gabacho y establecer, bajo la batuta del yerno del esquizoide una agenda de trabajo para la llegada de Peña y las firmas correspondientes de los mandatarios, dentro de cinco días. Seguramente, previo al recule de ayer, “el aprendiz de canciller” acordó con su cuate Kurshner –con quien se ha tomado un par de drinks en los lobbys de hoteles neoyorquinos– acordaron nueva fecha y escenografía para la farsa que interpretarán sus asesorados.
Lo relevantes es que, los adelantaditos funcionarios, en búsqueda de quince minutos de fama a costa del pellejo de los mexicanos, se enteraron por la prensa de que el imbécil abusivo se había comido todo el ajedrez posible. Que ya no había materia que los retuviera en esa misión y continuaron allá esperando obedientes las instrucciones del poderoso Trump.
La gente jamás se explicó por qué no atendieron el clamor piadoso de regresarse de inmediato. Los hechos de horas más tarde esclarecieron ese intríngulis: no sólo estamos en el hoyo, sino que nuestros próceres se dejan llevar por las ambiciones de seguir esquilmando al país… en complicidad, ahora, con Trump. Toda una pandilla.
La carga psicótica de su rapiña desaforada cae sobre el país
Ahora sí, si nos dejamos, nos puede cargar el payaso, con todo y futuro posible. La saña inaudita, nunca antes vista, de un grupo de desenfrenados, su ambición desaforada cae sobre el país, con la ayuda de toda la fuerza de la bandera de los huesos y las calaveras. Están dispuestos a desaparecernos del mapa.
Se comprobó el origen de las declaraciones de Meade: «las alzas inflacionarias del gasolinazo serán pasajeras». Y las del pariente de Salinas de Gortari, Antonio González Anaya, director de la empresa productiva: «para el 2020 (cuando ya se hayan largado) Pemex tendrá finanzas sanas». Lo penoso: que no obstante, las lamentables tribus de las franquicias de oposición –que recién recibieron cargadas maletas– sigan allanándole el camino al PRI para que gane la gubernatura en el Estado de México.
Sabina Berman: “Videgaray, una bomba de tiempo”
Por ahí de mediodía, la brillante Sabina Berman subió a Internet su joya de investigación periodística, un adelanto de lo que publicará próximamente la revista Proceso. La revelación de Videgaray, en búsqueda irrefrenable de la silla presidencial, que esclarece este enredo rocambolesco:
«A las dos semanas de declarado presidente electo, Trump llamó a Peña y le indicó que deseaba que Luis Videgaray fuese el canciller mexicano. Con él negocio, con otro no, dijo con dureza. A lo que Peña accedió: Muy bien, presidente electo. El relato de los hechos se filtró de Los Pinos a varios empresarios mexicanos por boca de Videgaray, probablemente para darse importancia…… Trump asoció a Videgaray con su yerno: son amigos, dijo, y en tono amistoso, agregó ‘haremos negocios juntos’, una promesa que en labios de un presidente que se niega a deslindarse de sus negocios privados, como Trump, y dicha a otro presidente que ha perdido legitimidad antes que dar la espalda a la corrupción, se convierte en el augurio de corrupciones de una talla desaforada…», relata Sabina Berman, y añade: «Poner a la cabeza de nuestros negociadores al que el adversario elige para ello, equivale a poner al frente de un ejército al general del enemigo. Videgaray es una bomba andando», remata contundentemente la periodista. No cabe duda: nos han elegido no sólo como eje del terror, sino como el chivo expiatorio.
Envalentonado y enfermo frente al teleprompter
Con los adelantados en Washington y los sectores políticos, intelectuales y empresariales acá en el rancho, pidiéndole una definición urgente de todos estos desaguisados, Peña reunió en Los Pinos a lo más granado de sus colaboradores de negocios y de seguridad, para tomar y dar a conocer en redes nacionales su determinación.
Por la noche, envalentonado frente al indispensable teleprompter, apareció el mandatario para manotear sobre la mesa, reiterando su decisión de proteger a los migrantes y montado en su retintín vacuo de que México no pagará por el muro.
Gritoneo, en una farsa disléxica, que no había llegado a ninguna decisión sobre ir o no a Washington. Que, con base en las recomendaciones que le hiciera Videgaray, el mismo que estaba recibiendo instrucciones del yerno de Trump, y arropado por la opinión de los senadores y de sus amigos gobernadores habrá de tomar decisiones sobre los pasos a seguir, y que las irá haciendo del conocimiento público.
La pérdida absoluta de la dignidad republicana
Ante esa farsa de carpa bufa, los mexicanos hemos comprendido que están más comprometidos que una deuda de borracho. Que se han enredado entre sus madejas de ambiciones y la responsabilidad que representa pelear por el orgullo de la identidad mexicana, la defensa de los valores, de la moneda, de la productividad fronteriza, el destino de 30 millones de migrantes y descendientes de éstos. Que han optado por defender a todo trance sus ambiciones y moches.
Después de esto, lo que sigue para el país es la pérdida absoluta de cualquier dignidad republicana. La violación de todo principio moral, administrativo y constitucional. La seguridad de haber recibido en nuestro rostro una sentencia de cadena perpetua de iniquidad y desprecio, la confirmación absoluta de que estamos en manos de indecentes dispuestos a todo.
Ahora sí: el pueblo tiene la palabra. Y estamos absolutamente seguros que esta vez no dejará ir la oportunidad de cobrarle todas las afrentas recibidas, una por una. Porque, más claro, ni el agua. ¿O usted qué hubiera hecho?.
Índice Flamígero: Asombra que las grandes decisiones de Estado en la relación con el nuevo gobierno de los Estados Unidos, sean adoptadas en relación a las variaciones volátiles del tipo de cambio del peso frente al dólar, que manejan sus propios especuladores. Se alegran porque sus patrañas le pegan al billete verde con diez centavos. Nos amargan la vida cuando sus tonterías –por llamarles suavemente– llevan a la divisa estadounidense a límites ya casi inalcanzables, ¿a poco no? + + + Por su abandono a la reunión de la CELAC, perdió la oportunidad de obtener el respaldo latinoamericano. Tras el portazo de Trump… + + + Don Alfredo Álvarez Barrón, sobre el mismo tema, envía dos de sus aplaudidos epigramas. 1) Cita al que se dice guanajuatense: «Se lo digo a Donald Trump: México no va a pagar ese jodido muro»: Vicente Fox. Y El Poeta del Nopal tira a gol:
Ahí viene el lobo feroz
con su fanatismo hueco
y para frenarlo en seco
¡aquí está Vicente Fox!
Y 2)
Con un disparo en la nuca,
el rubio da jaque mate,
(nos quedan los aguacates
… y una gallina caduca).
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