“Chiquitolina” a la democracia
Alberto Vieyra G. jueves 19, Ene 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿“Chiquitolina” a la democracia más cara del mundo? ¡Estupendo!
Pero qué es eso de la “chiquitolina”. Se trata de unas imaginarias pastillas que tomaba el personaje del Chapulín Colorado para hacerse chiquito.
Sería Roberto Gómez Bolaños el creador de ese vocablo, que hoy le queda como anillo al dedo a la democracia totonaca que está a punto de tomar “chiquitolina” para reducir a 400 diputados la Cámara baja y 96 senadores la Cámara alta.
¿Cómo fue que los mexicanos llegamos a mantener a tanto zángano en las curules y los escaños? Veamos.
En septiembre de 1979, y en momentos en que México nadaba en petróleo, el entonces presidente, José López Portillo, autorizaría el inicio de la construcción del actual Palacio Legislativo de San Lázaro en el lugar que se conoció como la Estación de Ferrocarriles de San Lázaro.
La nueva sede legislativa albergaría no sólo a la Cámara Federal de Diputados sino también al Senado de la República, es decir, sería la sede del Congreso Nacional, pero finalmente los senadores resultaron rezongones aduciendo que “como en política, hay niveles”, la Cámara alta seguiría en su vieja sede de Xicoténcatl #9, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La LI Legislatura Federal se estrenaría el 1 de septiembre de 1981 con 400 diputados federales, en el quinto informe de José López Portillo. La LII y LIII Legislatura de la Cámara de diputados tendrían la misma conformación que la LI: 400 legisladores en total, 300 de mayoría relativa y 100 de representación proporcional.
La LIV Legislatura se estrenaría con 500 diputados federales gracias a la reforma político-electoral, promovida por Miguel de la Madrid, en 1986, que incluía que un senador, por cada estado del país, sería electo por tres años y el segundo por seis años.
¿Por qué hago historia?
Los diputados priístas se acordaron que tienen presidente de la República y se llama Enrique Peña Nieto, quien hace cuatro años envió una iniciativa de ley al Congreso para reducir la Cámara baja a 400 diputados y el Senado a 96 escaños.
Sí, el priísmo saca de la congeladora la “chiquitolina” para dársela a la democracia en las elecciones federales del 2018, y por si fuera poco también se pretende reducir al 50 por ciento el presupuesto que año con año destinamos los mexicanos a la ponzoñosa partidocracia para que no hagan política con saliva y para que nos crucifiquen cuando ya estén en el poder.
La iniciativa peñista es rescatada en momentos en que cunde por todo el país la irritación social por el gasolinazo, es decir que Peña Nieto nos dio una puñalada trapera por la espalda, que hoy busca curar con una sobadita dándole “chiquitolina” a la democracia mexicana que es la más cara del mundo. 100 diputados y 32 senadores menos.