México, primer productor mundial de aguacate
Salud miércoles 18, Ene 2017Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Los Baby Boomers, propensos a padecer hepatitis C
- El dengue es transmitido por mosquitos del género Aedes
En 2015 México produjo un millón 600 mil toneladas de aguacate, cifra que coloca al país como el primer productor de este fruto, al aportar casi la mitad de la producción mundial, y es el exportador número uno con el 46% del comercio mundial, seguido de Chile y Perú que participan con el 9% y 8%, respectivamente, indican datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). México también es uno de los países con amplia diversidad de este producto, ya que se han podido identificar alrededor de 20 diferentes especies y reconocer tres razas: mexicana (Persea americana var. drymifolia), antillana (Persea americana var. americana) y guatemalteca (Persea americana var. guatemalensis)“. El aguacate (Persea americana) es un árbol con fruto comestible que pertenece a la familia Lauraceae, una de las más antiguas entre las plantas con flores. Pertenece al género Persea. En condiciones naturales crece en los bosques de niebla, en el bosque mesófilo de montaña y llega hasta el trópico en zona caliente; dentro de las lauráceas es la especie más importante desde el punto de vista económico, sostiene el doctor Alejandro Barrientos Priego, profesor investigador del Programa de Posgrado en Horticultura del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma de Chapingo. Al existir una gran variabilidad genotípica del aguacate, se pueden encontrar diferentes tamaños, sabores, grosores de cáscara, etcétera. El mejoramiento genético que se puede hacer en este fruto es amplio.
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La población que nació entre 1945 y 1965 catalogados como Baby Boomers, tienen cinco veces más probabilidades de padecer hepatitis C, pues pudieron contraer la enfermedad en las décadas de los setenta y ochenta, afirma el doctor Enrique Wolpert Barraza, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática, ya que pudieron contagiarse del virus de la hepatitis C a través del contacto con sangre contaminada y productos no esterilizados antes de que comenzara la prueba de detección generalizada del suministro de sangre en 1992. De acuerdo con el Centers for Disease Control and Prevention, tres de cada cuatro personas con hepatitis C pertenecen a esta generación y pueden vivir con la enfermedad sin saberlo, ya que tarda hasta 20 años en manifestarse. Este padecimiento debido a sus complicaciones, como la cirrosis o el cáncer de hígado, es una de las causas principales de trasplante de dicho órgano. Por ello, el especialista recomienda que se realice una prueba de sangre en toda la población, especialmente en la generación de Baby Boomers. Esta prueba es un procedimiento sencillo de toma de sangre que puede salvar vidas. Además, el primer antiviral libre de interferón aprobado en México por la Cofepris en mayo de 2015, tiene una efectividad de cura de hasta el 100% con una duración de tratamiento de 12 o 24 semanas.
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La enfermedad del dengue es causada por un virus perteneciente a la familia Flaviviridae y es transmitida al ser humano por mosquitos del género Aedes. Como en esta infección se pueden distinguir dos huéspedes, es necesario estudiar, tanto la interacción del virus del dengue con las células humanas, como entender el comportamiento del virus en las células del mosquito al que infecta. Los virus pueden infectar a las células vivas porque las proteínas estructurales que forman la cápside y que encierran el material genético de los virus les permiten reconocer las células del organismo al que van a infectar y al mismo tiempo interactuar con ellas. En el caso del dengue, una vez que el virus es ingerido por el mosquito, y ya con la sangre del hospedero infectado, el virus “entra” a las células del mosquito y libera su material genético para generar proteínas virales y así el virus pueda multiplicarse, madurar y ser secretado al medio extracelular e infectar el organismo de este insecto, hasta llegar a sus glándulas salivales, afirma el doctor Juan Ludert León, del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav-IPN, quien estudia la interacción entre la proteína NS1 y las células de mosquitos del género Aedes, transmisores del virus del dengue al humano.