Ajuste de privilegios
¬ Augusto Corro martes 17, Ene 2017Punto por punto
Augusto Corro
La cúpula de la clase política usa gasolina que se paga con recursos públicos. El dispendio de ese combustible no se notaba cuando México era un país petrolero. Ahora que regresó la pobreza, es un escándalo que líderes, funcionarios, etc., reciban vales de carburante, como si México fuera Jauja.
Ya pasaron esos tiempos de despilfarro de los recursos derivados del petróleo y poco a poco, la clase política tendrá que adoptar medidas que cancelen esos privilegios, que se dan en un país con más de 55 millones de pobres.
Tratamos el tema porque se conoció que son los propios dirigentes de los principales partidos políticos que reciben vales para gasolina. Por un lado organizan manifestaciones en contra del impuesto, pero por otro aceptan el combustible regalado.
En esa condición se encuentran legisladores, ministros, etc., que además de ganar sueldos estratosféricos, aceptan que les regalen la gasolina. En el presente, ante las manifestaciones de inconformes por el alza en el combustible, se empezó a hablar de cancelar ese beneficio.
En el Senado, los legisladores decidieron recortar 10% parejo en pagos a asesores, combustible, líneas telefónicas, papelería, etc. Una manera muy mezquina de apretarse el cinturón, cuando ya empieza a crecer la carestía en los artículos de la canasta básica, principalmente en la tortilla.
Vivimos tiempos difíciles en los que la clase política tendrá que renunciar a esos beneficios que son un escándalo en el presente, tiempo en que la información del saqueo a los recursos públicos se ven como algo natural. No es precisamente el enriquecimiento inexplicable de los funcionarios públicos el único problema, también las conductas ambiciosas de los legisladores.
Los representantes del pueblo se autorizan sueldos, aguinaldos, bonos, etc., sin ningún rubor. Así, diputados de los diferentes Congresos se despachan con la cuchara grande en materia de beneficios. Ni qué decir de los líderes de los partidos políticos.
Ojalá que el problema del gasolinazo sirva para meter orden en el dispendio de la gasolina que es aceptado sin mayor problema por aquellos que no necesitan los vales de combustible.
Pero no solamente eso, que también esos políticos privilegiados se aprieten el cinturón, por lo menos temporalmente. Es decir que paguen su gasolina como cualquier hijo de vecino. ¿Será posible?
INSENSIBILIDAD POLÍTICA
El tema de la insensibilidad política se maneja en estos días, en los que la crisis que padece México exige el sacrificio de todos, pero principalmente de la clase política.
Sin embargo, parece que las cúpulas de la partidocracia se niegan a aceptar la realidad y no hacen el menor intento de renunciar a sus privilegios. En los estados más pobres, son los líderes políticos los mejor pagados. En Guerrero, Celestino Cesáreo Guzmán, presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene un sueldo mensual de 85 mil pesos.
Ese dirigente encabeza ahora las protestas contra el gasolinazo.
El secretario general de dicha organización política gana 44 mil 230 pesos y y “16 secretarios más que conforman el comité directo estatal tienen sueldos que rebasan los 42 mil 130 pesos”.
El dinero que ganan esos políticos es del dinero que, por ley, se les entrega a los partidos políticos y que hacen de la democracia electoral mexicana una de las más caras del mundo.
Como señalamos líneas arriba, ese abuso es generalizado en la clase política y con mayor cinismo en los Congresos, donde los diputados se fijan sus salarios y prestaciones de acuerdo a sus intereses.
Se espera que en estos tiempos de crisis los políticos se pongan las pilas y se alejen de sus condiciones de privilegios.
¿Y JAVIER DUARTE?
El gobernador de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, parece que se olvidó ya de su enemigo el ex mandatario Javier Duarte, quien se encuentra prófugo de la justicia desde el mes de octubre pasado.
Ni la Interpol conoce el paradero del ex gobernador priísta que dejó a su entidad en la bancarrota. Durante su campaña, Yunes Linares prometió encarcelar a Duarte, pero este, más vivo huyó.
La promesa de campaña ya se olvidó, y el actual mandatario mejor se dedica recolectar millones de pesos que su antecesor regó por los lugares donde pasaba, como si pagara en abonos lo robado.
Yunes Linares se ve conforme con lo recuperado, aunque sus palabras de cimbrar a México con declaraciones espectaculares tampoco se cumplieron.