En el ojo de la tormenta
¬ Augusto Corro jueves 12, Ene 2017Punto por punto
Augusto Corro
Los ex gobernadores se adueñaron de la nota roja en los medios de comunicación. Sus escándalos continúan sin importar a qué partido político representan. Ahora, las noticias se ocupan de dos ex mandatarios: Eduardo Bours Castelo, de Sonora; y Luis Armando Reynoso Femat, de Aguascalientes. El primero será investigado otra vez por la muerte de 49 niños en la Guardería ABC, de Hermosillo, y el segundo fue sentenciado a seis años de prisión por corrupto.
En el caso de Sonora, también el ex procurador Abel Murrieta Gutiérrez se encuentra en la mira de los investigadores. Tanto el ex gobernador como su encargado de impartir justicia fueron acusados de desviar pruebas e implantar falsas relacionadas con el incendio en la citada guardería el 5 de junio del 2009.
El asunto de la tragedia en la citada guardería sigue sin castigar a los responsables, a pesar de llevar varios años en manos de las autoridades. Quizás el involucramiento de familiares de políticos no permitió que la justicia llegara hasta sus últimas consecuencias. Nos referimos a Marcia Matilde Gómez del Campo, socia fundadora de la guardería, prima de Margarita Zavala de Calderón, esposa de Felipe Calderón Hinojosa, presidente en la fecha del incendio.
Obvio que Marcia recibió la ayuda necesaria para superar el problema. No ocurrió así con Bours Castelo a quien acusaron de que el fuego que terminó en la residencia de los niños empezó en una bodega del gobierno estatal, donde se almacenaban documentos comprometedores del mal manejo durante su administración. Ordenó, según las acusaciones, que se destruyeran esas pruebas, pero quien lo hizo ya no pudo controlar el incendio. Los resultados ya los sabemos.
Hoy, otra vez, las autoridades anunciaron más investigaciones a Bours Castelo y al ex procurador que seguramente ya tienen en sus manos los amparos necesarios para burlar a los representantes de la ley. Se trata de otro ejemplo de la lentitud de la justicia en México. ¿Algún consejo? Sí. Esperar tranquilos el desenlace que podría ocurrir dentro de otros cinco años.
En el caso del ex gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat, éste se defendió con todo lo que tenía a su alcance para eludir a la justica. Al fin, el juez logró sentenciarlo a 6 años de prisión por el delito de malversación de fondos y una multa equivalente al dinero que robó de las arcas públicas, algo así como 14 millones de pesos. A base de amparos, evitó la cárcel.
El ex mandatario, de extracción panista, fue detenido en 2015 por un delito de defraudación fiscal, dejó de pagar impuestos por la cantidad de 7 millones de pesos. Es Reynoso Femat un político en constantes problemas con la ley. El juez declaró culpable al ex Ejecutivo estatal, quien no ingresará a prisión, debido a que se amparó para enfrentar en libertad el proceso penal.
EXCELENTE OPORTUNIDAD
El mega-gasolinazo vino a sacudir la conciencia de algunos políticos que no dejan de generar ideas que ayudarían a ahorrar gastos a las autoridades federales.
Por ejemplo, disminuir o quitar de plano los subsidios a los partidos políticos que se traducen en miles de millones de pesos que hacen de la democracia en México una de las más costosas.
Lo mismo sucedería con el Instituto Nacional Electoral (INE), un elefante blanco, que despilfarra el dinero en sueldos de consejeros o en la construcción de una nueva sede sin necesitarla.
A pesar que no hay elecciones todos los años, en el INE el presupuesto de gastos varía poco.
Claro, ese instituto no tiene otra manera de conseguir recursos económicos. Sin embargo, en los partidos políticos priva otra situación. Ahí, a las dirigencias sólo les basta estirar la mano para recibir el financiamiento.
Antes, en Acción Nacional vivieron momentos de pobreza que los obligaba a hacer rifas de todo lo que se pudiera para conseguir dinero para sus campañas. Hoy, el PAN es un partido rico incapaz de rechazar la ayuda que le llega de los impuestos, sin mayor problema.
Para 2017, los partidos políticos serán beneficiados con más de 4 mil millones de pesos para hacer con ellos, lo que mejor les convenga.
Como señalamos al principio, a algunos políticos les cayó el veinte y la idea de cancelar el subsidio de dinero contante y sonante a las organizaciones políticas. ¿Usted qué opina amble lector?