Falta de ácido fólico ocasiona espina bífida
Salud viernes 6, Ene 2017Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- Implante de válvula para la estenosis aórtica
- El 70% de los enfermos de diabetes presentan disfunción eréctil
La espina bífida es el defecto congénito que ocasiona que no haya un cierre completo de la columna vertebral del feto. Se presenta durante el primer trimestre del embarazo y, aunque sus causas son multifactoriales, en México la mayoría de los casos se relaciona con la carencia de ácido fólico en la mujer gestante. El tubo neural es un canal que se cierra para permitir la formación del sistema nervioso central del futuro bebé. Cuando éste no se presenta, la médula ósea queda desprotegida. Esta situación produce graves daños en el neonato, ya que afecta al sistema nervioso central, el aparato locomotor y el sistema genitourinario, afirma el encargado del Área del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, doctor Alejandro Méndez Viveros y recomienda a las mujeres en edad fértil consumir ácido fólico para prevenir esta malformación congénita. Lo ideal, es que el cuerpo se prepare tres meses antes de la gestación a través del consumo de ácido fólico; sin embargo, como la mayoría de las mujeres no planea el embarazo, cuando se dan cuenta de ello, es demasiado tarde, porque ya concluyó la formación del cierre del tubo neural. Este defecto al nacimiento presenta diferentes grados de lesión en la médula espinal y se divide en: oculta, meningocele y mielomeningocele. El tratamiento es quirúrgico cuando se trata de estos últimos padecimientos, ya que a través del procedimiento se reconstruye el plano anatómico del defecto, pero no se corrigen los daños neurológicos, por lo que estos niños presentan de por vida alteraciones motoras, requieren rehabilitación y cuidados especiales.
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La estenosis aórtica crítica es un padecimiento raro que se caracteriza por el estrechamiento del orificio de la válvula aórtica, que dificulta el bombeo y circulación de la sangre, complicando el estado de salud del paciente y puede pasar desapercibida durante años. Los síntomas más frecuentes son: dolores en el pecho, desmayos y falta de aire. El doctor José Luis Lázaro Castillo, jefe del Departamento de Hemodinamia del Centro Médico Nacional La Raza, afirma que el implante consiste en colocar una válvula a través de la arteria femoral para restablecer el bombeo sanguíneo, lo que constituye una alternativa para pacientes que presentan riesgo quirúrgico o que son inoperables, y evita complicaciones como la disminución en la capacidad física, la pérdida del conocimiento y la muerte. El procedimiento no requiere anestesia general. Las unidades de medicina de alta especialidad que ofrecen esta cirugía son el Hospital de Cardiología CMN Siglo XXI, Hospital General CMN La Raza, Hospital de Especialidades CMN La Raza, en la Ciudad de México; Hospitales de Especialidades de Mérida, Yucatán y de León, Guanajuato, y Hospital de Cardiología de Monterrey, Nuevo León.
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Cerca del 70% de los enfermos con diabetes presentan disfunción eréctil, que es la incapacidad para tener o mantener una erección adecuada que permita llevar a término la relación sexual. El jefe de la División de Urología del Hospital General Manuel Gea González, Carlos Pacheco, afirma que existen hombres que no saben que son diabéticos y su primer síntoma es la disfunción eréctil por problemas de irrigación arterial. La diabetes es una patología que afecta a todos los sistemas del cuerpo, es lenta, silenciosa y mortal. Otras causas que provocan disfunción eréctil son: el tabaquismo, el alcoholismo, la drogadicción, estilos de vida inadecuados y la hipertensión arterial. En México, alrededor del 55% de los varones, a partir de los 40 años de edad padecen algún grado de disfunción eréctil, debido a que aumenta la presencia de padecimientos crónico-degenerativos. Se debe tomar como un problema de pareja porque ambos lo sufren, aunque los hombres tardan hasta seis meses en aceptarlo y más tiempo en solicitar ayuda al especialista. El tratamiento puede ser desde medicamentos vía oral, dispositivos de vacío, inyecciones directas al pene y, como último recurso, colocación de prótesis.