Protestar, no delinquir
¬ Salvador Estrada jueves 5, Ene 2017Folclor urbano
Salvador Estrada
Los ciudadanos están molestos por los aumentos en las gasolinas, que están repercutiendo en el alza de los precios que se están dando en los comestibles y enojados se dejan llevar por la violencia y dañan en sus manifestaciones tiendas, casetas de cobro y gasolinerías, y cegados por su ira no ven que la violencia los lleva a empeorar las cosas y no a mejorarlas.
Algunos mexiquenses que se manifestaban “confundieron” la protesta con el saqueo y se llevaron todo lo que pudieron de la tienda Chedraui, en Nicolás Romero. Se vieron como rateros, viles rateros, que se llevaron pantallas y electrodomésticos. Y el robo y el destrozo a la tienda Chedraui es cuantioso. Se tiene el derecho de manifestarse y protestar, pero no a delinquir.
Las manifestaciones violentas no pueden seguir. Los ciudadanos deben reflexionar y evitar cerrar carreteras o el Periférico, porque no ganan absolutamente nada con esas “acciones montoneras” y causan enormes daños a los habitantes de las ciudades donde hacen sus desmanes.
Activistas políticos están moviendo esas manifestaciones y alegan que éstas se organizan para defender al pueblo. Pero la policía no debe permitir la violencia y aprehender a quienes la propaguen.
La policía debe actuar y no permitir que se bloqueen las carreteras por el caos que causa por la detención de los vehículos, cuyos conductores pierden horas para reanudar sus actividades.
Es de sabios cambiar de opinión, dice el refrán, y el gobierno debe rectificar su decisión de aumentar el precio a las gasolinas, a la luz y hacer “un ajuste más moderado”, porque “sus chamanes” o asesores, no vieron “la escalada de precios” que se está desatando por el incremento al diésel, gasolina y gas y la violencia que se está generando. Pero la gente no solamente está enojada por la escalada de precios, sino por el abuso de los senadores, diputados y asambleístas que se despacharon con ”la cuchara grande” en las fiestas decembrinas con sus salarios, compensaciones y aguinaldos. Ah, y también los del Instituto Nacional Electoral. Cada uno de los 11 consejeros se llevó cerca de ¡600 mil pesos! con salario y compensación. Los legisladores se embolsaron con salario y aguinaldo ¡medio millón de pesos!
Y además gozan de un seguro médico, que cuesta un dineral, y si se enferman no van al ISSSTE, sino acuden a las clínicas más costosas. Pero eso no es todo: tienen vales gratis para gasolina. Y tampoco pagan el uso del celular. Y además tienen gastos de representación.
Como acto solidario y para calmar el enojo de los ciudadanos, los legisladores y los del INE, así como los ministros de la Corte, que ganan 400 mil pesos mensuales, deben bajarse su salario a la mitad o más de la mitad y rechazar todas las prestaciones que se han dado. También los secretarios y subsecretarios de Estado deben reducir sus sueldos y entender que el salario mínimo de 80 pesos con 4 centavos, que se acaba de otorgar a los trabajadores, solamente alcanzará, con el alza de precios, para medio comer.