¡Arranca!..
Freddy Sánchez jueves 5, Ene 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El cruce de apuestas comenzó hace tiempo en el PRI sobre la forma para la designación de su candidato presidencial. Algo que de hecho también se está dando en el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
Porque en el de Morena, prácticamente nadie apuesta contra la absoluta certeza de que ya se tiene candidato. Sí, claro: Andrés Manuel López Obrador.
Así que el dilema para oponerle adversarios lo tienen priístas, panistas y perredistas.
Mucho se ha dicho que en el Revolucionario Institucional la designación será unilateral y será acatada sin chistar. Que mantenerse unidos en torno a su candidato, no tiene vuelta de hoja, porque así conviene a sus intereses de permanecer en la presidencia.
El problema está en saber elegir al candidato que verdaderamente pueda obtener suficiente apoyo electoral para no permitir el regreso panista a Los Pinos, una eventual y poco probable victoria perredista (a no ser que se postulara a un candidato de gran prestigio y mucha raigambre popular), y sobre todo alguien que opaque fácilmente esa sombra que ha rondado la presidencia en los dos pasados sexenios y que personifica el controvertido “Peje”.
A quien por cierto, no sólo sus eternos adoradores, sino en particular sus ex partidarios perredistas, los señores del blanquiazul, y por supuesto, los priístas, definitivamente “no pueden dar por muerto” para la contienda presidencial del 2018.
La incisiva y prolongada precampaña electoral pagada con dineros del erario, que al tabasqueño le ha permitido posicionarse un día sí y otro también, en el ánimo electoral (especialmente de los jóvenes que por primera vez irán a votar y aquellos electores de mayor edad, cuya orientación de voto se ha convertido en un gran misterio), inequívocamente le dan al ex jefe de gobierno de la Ciudad de México un alto puntaje en posibilidades de éxito para la contienda que viene.
Más aún si los golpes a la economía familiar por las razones que sean (sin que las famosas reformas electorales rindan buenos frutos, como tanto se ha dicho que lo harán), en el año que está por comenzar siguen poniendo un mal sabor de boca en muchos cientos miles de potenciales electores para la presidencial. De ahí, que sea más que importante para los partidos políticos que se enfrentarán al “Peje” elegir con lupa y buen tacto a sus candidatos presidenciales.
Antes, incluso, para la contienda del 2018 habrá que ser escrupulosos para nombrar a los candidatos a la gubernatura del Estado de México.
Una derrota priísta en esa elección, sería el peor augurio para la disputa presidencial, porque colocaría al tricolor en situación desfavorable, mucho más de la que advierten actualmente distintos pronósticos de opinión, tras el colapso del PRI en las elecciones intermedias.
Por eso, los señores del PRI (aunque se diga que será una voz la que decida), esa voz tendrá que sustentar su decisión en evaluaciones y opiniones inteligentes para elegir candidato presidencial o estaría condenando a su partido a una anticipada derrota electoral. Lo mismo que pueden esperar panistas y perredistas.
De modo que en las circunstancias actuales, los opositores a López Obrador tendrán que echarle buena cabeza al nombramiento antes de que se escuche la voz de: ¡arrranca!…