Migración ilegal y silenciosa
Víctor Sánchez Baños lunes 2, Ene 2017Poder y dinero
Víctor Sánchez Baños
La verdad y la justicia no tienen fronteras.
Josefina Aldecoa (1926-2011) Escritora y pedagoga española.
Para los mexicanos que vivimos en el centro del país, ya es parte del paisaje encontrar en cruceros o en congestionamientos de tránsito vehicular, a extranjeros pidiendo limosna.
También es cotidiano saber de mafias de ladrones y asaltantes de casas-habitación en diversos rumbos de las principales ciudades, de origen colombiano. Nicaragüenses, hondureños y salvadoreños, originarios de las naciones más pobres al sur de nuestra frontera, deambulan muchas veces en pareja y con hijos pequeños, por las ciudades que recorre “La Bestia”, el famoso tren que lleva miles de indocumentados rumbo a Estados Unidos.
Ahora se han sumado todo tipo de extranjeros, como ecuatorianos, peruanos, colombianos, y hasta indios, sirios y de países con conflictos bélicos. Por si fuera poco, todo ello se suma a la migración ilegal “cotidiana” que representaban los cubanos, coreanos y chinos.
Esta pobre gente (literalmente), es víctima de vividores, asaltantes, extorsionadores, secuestradores y asesinos, que los despojan de lo poco que tienen. Esto los obliga a pedir limosna para sobrevivir. Y para colmo de mala suerte, tienen que enfrentarse a policías corruptos a los que les entregan parte o todas sus “utilidades” de casi 12 horas de limosnear.
En la mayoría de los casos, estos inmigrantes se quedan en el país. Sus hijos nacen en México y son mexicanos. Así engrosan los cinturones de miseria urbana en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Reynosa, Nuevo Laredo, Nogales, Tultitlán, Cuautitlán, Tlalnepantla, Atizapán, Querétaro, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, y decenas más.
Este es un drama humanitario. Las autoridades mexicanas, especialmente del órgano responsable del control migratorio, el Instituto Mexicano de Migración, al mando de Ardelio Vargas Fosado, primero fue incompetente (en toda la extensión de la palabra) y ahora está totalmente rebasado.
Millones de extranjeros indocumentados viven en el país. Más del 95% en condiciones de hambre y miseria, lo que genera conflictos sociales en las comunidades donde llegan, ya que se disputan el trabajo y los servicios de salud con los mexicanos.
En otros casos, como algunos colombianos, se enlistan en bandas de delincuenciales y detonan otro problema social para los lugareños, que sufren por la impunidad y corrupción.
Muchos mexicanos ven con malestar a estos inmigrantes. El espíritu solidario que tienen los connacionales para con los que sufren más, se agota conforme se agudiza la crisis económica. Están cansándose de “ponerle más agua a la olla de frijoles”.
Lo peor del caso es que nadie, ni los organismos internacionales como ACNUR, de la ONU, ni mucho menos las autoridades mexicanas, mueven un dedo por tratar de rescatar a estos seres humanos. Se hacen de la vista gorda y en muchos casos de los “bolsillos gordos”.
PODEROSOS CABALLEROS.- Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, solicitará a Nuvia Mayorga Delgado, directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que pida a la Comisión de Derechos Humanos, que preside Raúl González Pérez, que un grupo de especialistas a nivel nacional e internacional revise sus expresiones de “broma” que hizo a un grupo de indígenas en el sentido de que durmieran con ropa para que tuvieran muchos hijos. “Si consideran que hubo un agravio habré de repararlo, disculparme públicamente, arrodillarme si es necesario”, comentó ante los medios. En materia de redes sociales, donde se desató el escándalo, hay un boquete en el gobierno de Fayad. Su Community Manager, no está preparado para enfrentar estas crisis.
*** En el Senado de la República, Pablo Escudero, vio como buena señal el encuentro entre el magnate mexicano Carlos Slim y el presidente electo Donald Trump. El artífice de esta reunión es el representante del Partido Republicano en México, Larry Rubin, quien se la propuso al equipo del magnate estadounidense.
AL FINAL DE CUENTAS: Veintiséis municipios de Guanajuato heredaron 2 mil 476 millones de pesos en deudas con la banca comercial y Banobras. Esta institución, al mando de Abraham Zamora, llega materialmente al rescate de esas entidades que están carentes de recursos para enfrentar compromisos de infraestructura. Municipios como Acámbaro, Salvatierra, Villagrán y Manuel Doblado, entre otros, acudieron al gobierno federal para adelanto de participaciones, pero se los negaron. En el caso de la capital del estado gobernado por Miguel Márquez, heredó una deuda de 1,600 millones de pesos, mismos que se incrementaron notablemente. Irapuato, gobernada por Ricardo Ruiz, tiene adeudos por 501 millones de pesos y líneas de crédito a corto plazo con Bancomer, de las cuales destaca una de 200 millones de pesos para pavimentación urbana. Acámbaro, es otro ejemplo de deuda de impacto, donde 60 millones de pesos son de pasivos con proveedores, deuda pública y traspasos que hicieron para el pago de cuentas corrientes. San Francisco del Rincón, que preside Ysmael López, tiene una deuda de 41 millones de pesos. Guanajuato es un ejemplo del desorden en las finanzas públicas que se inicia en los municipios y termina en el gobierno federal en un perfecto círculo vicioso.
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