Murió Pamela, la niña de 13 años herida en polvorín
Estado de México viernes 23, Dic 2016- Nunca se pudo estabilizar, debido a las quemaduras que tenía en 92% de su cuerpo
Pamela Romero Villanueva, niña de 13 años, herida por la explosión en Tultepec, murió ayer por la madrugada, debido a las quemaduras que tenía en 92 por ciento de su cuerpo, informó su padre, Mario Romero.
La menor de 13 años murió a las 1:15 horas del jueves, en el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (CENIAQ), luego de que colapsaron sus órganos a causa de las lesiones.
Con Pamela se elevó a 35 el número de muertos por la explosión en el mercado de pirotecnia San Pablito, donde también falleció su madre Ericka, de 38 años, cuyos restos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de la Fiscalía de Tlanepantla.
El padre de Pamela recibió la noticia sobre la muerte de su hija, a quien espera enterrar junto con su esposa una vez que concluyan los procedimientos que determine el Servicio Médico Forense.
La Fundación Michou y Mau iba a trasladar a la menor al Shriners Hospitals for Children en Galveston, Texas, pero por la gravedad de las lesiones se optó por intentar estabilizarla, sin éxito.
Mario Romero explicó que después de una larga búsqueda se enteró hasta las tres de la mañana del jueves que Pamela fue trasladada de la Cruz Roja de Polanco al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), donde llegó dos horas después, a las cinco de la mañana, y ahí permaneció alrededor de 20 horas en la espera de “un milagro”.
En el INR, la menor estuvo sedada debido a las quemaduras de tercer grado, para evitar cualquier posibilidad de dolor.
Un equipo médico multidisciplinario hizo hasta lo imposible por estabilizarla con respirador artificial, sedantes, monitoreo de su corazón, oxigenación de los tejidos y retiro de la piel carbonizada para evitar infecciones.
El padre dijo que su familia no solía comprar cohetes, pero su hija tenía la ilusión de adornar la casa para recibir la Navidad.
Pamela cursaba el segundo grado de secundaria en la escuela “Quetzalcóatl”, en el Estado de México, donde las autoridades ya expresaron sus condolencias.
Su cabellera era rizada y solía salir con su madre, con quien reía, jugaba y hacía planes para festejar en familia las fiestas decembrinas.