Anamar Orihuela te dice como transformar las heridas de tu infancia
Cultura jueves 22, Dic 2016En la ruta de las letras
Patricia Correa
- Editorial Aguilar
Un libro que despeja el camino para lograr una vida feliz, plena, sin culpas ni complejos. La clave: aliviar el dolor de nuestro niño interior y sanar las heridas que nuestros padres y las circunstancias dejaron en nuestra vida. En entrevista exclusiva para DIARIOIMAGEN, la autora nos dio más detalles…
-¿Por qué es importante sanar las heridas de infancia?
“Si no sanamos las heridas se convierten en un patrón de repetición donde siempre atraemos nuevos personajes a la manera de nuestros padres y nos abandonan, son injustos o ignoran nuestras necesidades, cuando nosotros tenemos heridas que no hemos resuelto, que están abiertas en nuestro cuerpo emocional, la vida nos trae nuevos personajes con el mismo dolor”
-En tu libro mencionas que es muy importante saber curar al niño herido, porque si vemos desde el niño herido nos sentimos enojados, celosos y al contrario cuando hemos logrado un cambio podemos expresar nuestro verdadero yo.
“Muchas veces somos adultos aparentemente hemos crecido, pero en realidad vemos el mundo con los lentes de un niño que a la mejor fue sobreprotegido o ignorado o que no había un vinculo afectivo, cuando vemos la vida desde el lente del niño herido, nos podemos convertir en personas enojadas, rencorosas, que no confiamos en nadie, que todo el tiempo queremos ser perfectos, tenemos posiciones muy rígidas de vida, actitudes demandantes, dependientes, detrás de todas estas actitudes esta un niño herido que hoy están presentes cuando sientes que te van a abandonar, cuando quieres controlar todo”.
-Todo se basa desde nuestros padres, si tienes unos padres que te rechazan esto repercute en tu vida … “Para un niño no ser visto por sus padres y la ausencia de seguridad, afecto y protección, son como estar en peligro de muerte”… ¿Cómo poder sanar a los padres para que no cometan este error con sus hijos?
“Creo que cuando elegimos ser padres, tenemos que tener la conciencia de que todo lo que somos va a ser heredado a nuestros hijos, no importa que tu no se lo digas nunca, todos tus silencios, tus dolores, tus asuntos no resueltos, son heredados genéticamente, cuando no sabemos vincularnos a nivel afectivo, cuando tenemos miedo a ser nosotros mismos, no podemos dar ese afecto básico a ese niño, lo que muchas veces pasa es que no somos adultos, nos convertimos en padres pero somos dos niños y esto se convierte en experiencias muy complicadas tanto para el papá como para el hijo, antes de ser padres se necesita sanar y estar muy atento para que no sea transmitido”.