La mexicana, una democracia muy joven
Roberto Vizcaíno miércoles 13, Oct 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Las reformas trascendentes en materia electoral que, por ejemplo, dieron voto a la mujer o dieron origen al IFE, son pruebas de que no fue el mismo PRI el que gobernó durante 70 años, señaló Salinas
“Que 20 años no es nada…” dice el tango, y la democracia en México lo confirma.
Y es que en verdad los procesos electorales medianamente confiables vienen precisamente del surgimiento del Instituto Federal Electoral como un organismo autónomo y ciudadanizado.
Y el IFE cumplió ayer apenas 20 años.
Habría que decir que la democracia suiza cumple casi los 300 años y las de las naciones desarrolladas andan por ese nivel.
Esto nos da la medida de lo que vivimos en México. Apenas caminamos por un cauce electoral y eso no se puede llamar democracia. La verdadera democracia se ejerce por una sociedad educada y que asume como forma de vida el respeto a los derechos propios que significa el respeto a los derechos de todos los demás.
La democracia entonces es el respeto a las decisiones de las mayorías y el trato digno a las minorías.
Esto se logra a través del respeto a comportamientos sociales.
Esto fue lo que de alguna forma celebraron ayer los consejeros del Instituto Federal Electoral y sus invitados en el 20 aniversario de esta institución que quedará para la historia como una creación del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
Fue en su administración y como consecuencia indudable del proceso electoral del que surgió para llegar a Los Pinos, que Salinas le dio curso a la creación del IFE.
Dice con toda razón mi amigo Alberto Aguilar Iñárritu que no existe proceso de renovación ni modernización sin la incorporación del arcaísmo. En este caso la democratización de México en esa etapa sin duda surge de la voluntad de Salinas.
Y como tal ayer fue invitado a la celebración. Así el ex presidente arribó al acto organizado por el IFE y denominado “Democracia latinoamericana”.
Si alguien sabe del rechazo social que provoca, es el propio ex presidente. Tiene su propia explicación de eso. Por eso cuando le preguntaron si sabía que aún era repudiado por los mexicanos, simplemente sonrió y respondió con un “buenos días”.
Carlos Salinas de Gortari llegó al Palacio de Minería donde se realizaría el foro organizado por el IFE a 20 años de su creación acompañado de Leonardo Valdés Zurita, el consejero presidente de este instituto.
Una vez instalado en la segunda mesa del foro, titulada “La democracia en el siglo XXI”, Salinas expresó su satisfacción por haber participado en la creación de este organismo al que calificó como “una institución fundamental para el país”.
Iba con un traje impecable y corbata verde y siempre rodeado de más gente que lo quería saludar, obtener un autógrafo o una foto con él, que cuestionar su presencia en este foro.
El ex presidente recordó que estaba en una instalación de la UNAM y por ello agradeció la invitación también a la Facultad de Ingeniería, donde estudió su hermano Raúl.
En su intervención consideró que la alternancia en el 2000 fue un avance muy importante para México, como lo podría ser también en el 2012, dándo por hecho que el PRI podría regresar a Los Pinos y que eso no significaría ningún retroceso.
Indicó sin embargo que no era necesario que el PRI perdiera la Presidencia de la República para demostrar el avance democrático.
“Si la alternancia es la prueba de la democracia y no sus instituciones, bienvenida la alternancia en el 2012”, reiteró.
Luego subrayó que las reformas trascendentes en materia electoral que, por ejemplo, dieron voto a la mujer o dieron origen al IFE, son pruebas de que no fue el mismo PRI el que gobernó durante 70 años.
Ese cliché, dijo, “es cómodo para el análisis perezoso o el comentario con agenda”.
Consideró que si los gobernantes de 1988 hubieran analizado encuestas, se habrían percatado del conflicto pos electoral que tendría lugar.
Reconoció el diálogo en que participaron José Luis Lamadrid por el PRI; Carlos Castillo Pereza y Diego Fernández de Cevallos por el PAN e incluso Cuauhtémoc Cárdenas para dar origen al IFE en 1990.
Salinas de Gortari hizo un paréntesis para hablar de Fernández de Cevallos, “espero que pueda reunirse pronto con su familia y amigos y participar en la vida política”, dijo.
Asimismo, aseguró que la democracia requiere consolidar al IFE, pero también participación ciudadana. Criticó que continúan las disputas post electorales “que no se basan en hechos objetivos”. Pidió mirar hacia adelante y construir acuerdos.
Así al final del día lleno de mesas, encuentros y festejos por los 20 años del IFE, el personaje de la celebración fue el expresidente Carlos Salinas, por más que fueron invitados también todos los exconsejeros presidentes y algunos estudiosos europeos de la ciencia política.
APOYO A MEDINA: Hace unos años lo hicieron con los gobernadores Ulises Ruiz en Oaxaca y con Mario Marín, en Puebla. Ahora el priísmo vuelve a unirse pero para proteger y tender un manto de apoyo político alrededor del gobernador priísta de Nuevo León, Rodrigo Medina.
Los priístas perciben que en el deterioro de la seguridad en aquel estado, en los enfrentamientos y ejecuciones existe una intención política por crear un clima artificial de inseguridad que derive en la remoción del joven mandatario.
Frente a esto la bancada tricolor en la Cámara de Diputados se lanzó ayer contra el ex gobernador de Jalisco y ex secretario de Gobernación, el diputado panista Francisco Ramírez Acuña, quien criticó a Medina.
“Sus declaraciones no contribuyen a la buena relación y comunicación entre los poderes, ni fomenta la unidad, a la que se ha convocado el gobierno federal”, advirtieron los diputados Marcela Guerra y Eduardo Bailey Elizondo.
Consideraron que esta postura obsesiva no ayuda a resolver el problema que aqueja a todo el país, como la inseguridad, y apuntaron que estos ataques no son al gobernador, sino al pueblo de Nuevo León, que es el que más sufre ante las condiciones que se viven actualmente.
En entrevista, afirmaron que en estos momentos que estar muy alertas y apoyar al gobernador, porque es la autoridad y es la que tiene el mando, y destacaron que la situación en la entidad es muy lamentable y difícil, pero los priístas no nos echamos para atrás.
Marcela Guerra y Eduardo Bailey subrayaron que es momento de tener toda la fuerza, apoyar precisamente al mando único, respaldar al gobernador y al Presidente, porque la guerra contra el narcotráfico ha tenido muchas consecuencias, como las 30 mil vidas perdidas.
Indicaron que el priísmo en la Cámara de Diputados respalda al ejecutivo federal en esta lucha, por lo que “no merecemos que manden a Ramírez Acuña con la espada a blandirla, nada más porque tiene una aspiración obsesiva por dirigir al Partido Acción Nacional, que de lograrlo sería muy catastrófico para ese instituto político con una persona de esa naturaleza al frente.
Los legisladores del PRI señalaron que el diputado panista tiene una aspiración que es muy respetable, pero no se justifica que vaya a Nuevo León, en forma oportunista y fuera de lugar a decir que Rodrigo Medina actúa irresponsablemente, porque recordemos que el gobernador del estado apoya precisamente la postura presidencial del mando único.
Subrayaron que la actitud asumida por Ramírez Acuña extraña, porque él ya fue gobernador, y por cierto fue destituido, y también ya fungió como secretario de Gobernación, en cuyo encargo se caracterizó por no tener un diálogo permanente con las fuerzas políticas.
Y concluyeron que la población se ha vuelto más responsable para afrontar la difícil situación por la que se traviesa, y resaltaron que estos son momentos para fomentar la cultura de la denuncia en lo que se puede, y colaborar en el combate a la delincuencia organizada para alcanzar la seguridad que todos los neoleoneses y todos los mexicanos anhelan.