Catafixia: la Fiscalía General al PAN, y que no se alíe con el PRD
Francisco Rodríguez miércoles 14, Dic 2016Índice político
Francisco Rodríguez
Quien paró en seco el nombramiento insensato de Raúl Cervantes Andrade como virtual fiscal general de la República, no fue Peña: aquél ante quien se arrugan los senadores —a la cabeza, Emilio Gamboa Patrón—: el verdadero líder, Humberto Castillejos Cervantes, primo del pretenso.
Bastó una instrucción del consejero Jurídico de la Presidencia para que se borrara de un plumazo el artículo transitorio de la iniciativa de ley respectiva y reventaran por tercera ocasión en este año las ambiciones de Cervantes, ahora las de pasar en automático de la PGR a la nueva fiscalía, cargo originalmente pensado para los próximos nueve años: para cuidar las espaldas de los funcionarios.
Pero, usted podrá pensar, ¿qué motivos tendría para obrar de ese modo contra su pariente cercano? Uno demasiado importante para quienes creen que pueden buscar lo que no han perdido, o dar lo que no tienen: poner el nombramiento en cabeza de turco, para ofrecerlo a un mejor postor.
Más caro el caldo que las albóndigas
Los acuerdos en lo oscurito tienen ya carta de naturalización entre los sus supuestos adversarios, los panistas. Ambos bandos han cumplido cuando se trata de poner sobre el tapete de juego elecciones federales, instituciones, concesiones, permisos, cachos de territorio, exenciones fiscales, apoyos financieros y todo lo que se subasta.
Casi siempre les ha salido más caro el caldo que las albóndigas. Como aquella ocasión en que el gobernador del Estado de México, Peña Nieto, salió a revelar en un foro televisivo que los dirigentes del PRI se habían comprometido a no hacer alianzas con otros para derrotar al PAN en la elección de gobernador.
En efecto. El 30 de octubre del 2009, César Nava, el yerno de la impresentable Cecilia Romero, dirigente nacional del PAN, impuesto por Felipe Calderón en esas épocas, se reunió con Beatriz Paredes, lideresa del PRI en el Palacio de Covián para firmar el compromiso, ante la gélida presencia de Luis Enrique Miranda, secretario de Gobierno del Edomex, el hombre orquesta, Luis Videgaray y Felipe Gómez Mont, secretario de Gobernación del calderonato.
El acuerdo en cuestión obligaba al PRI a apoyar en el Senado la Ley de Ingresos de Calderón, previamente aprobada por los diputados que incluía el aumento del IVA y otros impuestos gravosos. Los priístas obedecieron y se ausentaron del salón de plenos de la casona de Xicoténcatl para abstenerse y que el PAN lograra la mayoría.
Y, en Toluca no le cumplió al PAN
Sin embargo, el PAN alegó incumplimiento del compromiso, y arremetió con la obligación de que el PRI no procurara alianzas con el PRD incluso en las elecciones de ayuntamientos, prorrogando su vigencia hasta el término de esas justas electorales. Chuza. Pero no había necesidad de tanto oso.
A Manlio Fabio Beltrones se le salió decir, indignado, en una aniversario del partidazo: “que nos digan quién hizo el acuerdo, porque nosotros no participamos, ni conocemos en qué términos se haya podido dar, si es que fuera cierto. Los senadores del PRI tenemos en alto y respetamos el valor de la palabra dada”.
No había necesidad. En ese tiempo ya remoto, el PRI arrasaba en el Estado de México, tenía una maquinaria turbo. La gente todavía no se daba cuenta. Eruviel (PRI-PVEM y Panal) ganó de calle el 3 de julio del 2011. El panista Luis Felipe Bravo Mena, lacayo del foxismo, sacó un 12% y el pobre de Alejandro Encinas, cobijado por el PRD, PT y Convergencia, sólo 20%. Habían espantado con el petate del muerto.
Se legitimó el fraude en 2006
Las elecciones locales dejaron cicatrices: en el camino priísta de la postulación se quedaron Videgaray, Alfredo del Mazo y Ernesto Nemer. Gómez Mont no aguantó la vara de las consecuencias del acuerdo en lo oscurito y renunció unos meses después. Encinas demostró que nunca ha sido buen candidato a nada. El acuerdo de Covián nunca fue necesario.
Sin embargo, los 200 mil votos que la maquinaria priísta del Estado de México, como punta de lanza de los gobernadores “convertidos” (en la jerga se les llama así a los que traicionan a un partido para pasarse al ganador) priístas del país, dio a la campaña insulsa de Felipe Calderón Hinojosa quedaron para su posterior factura. El Estado de México legitimó el fraude cibernético del pariente Hildebrando, hermano de la del rebozo mordido, hoy exaltada a niveles insospechados.
Se las cobró en su momento el equipo de campaña de Peña al presidente en funciones. Los acuerdos en lo oscurito, el amasiato político, como lo llama Álvaro Delgado, fue real. Las concesiones inauditas, los perdones y las omisiones en la aplicación de la ley para los panistas de escapulario y rebozo, fue un compromiso absolutamente cumplido. No los tocaron ni con el pétalo de una investigación de barandilla. ¡Hasta quieren regresar por lo que se les olvidó!
Gobernar es pactar. Pactar es no ceder: Le Bon
En las negociaciones políticas o como se llamen, entre panistas y priístas de nuevo cuño nunca se encuentra la hebra. Porque no la hay. Unos buscan lo que no han perdido y otros pretenden entregar a cambio lo que no tienen. Parece una película inacabable de cine mudo. La aquiescencia total a las reformas estructurales por parte del panismo, no era una negociación, sino un regalo a modo para ambos bandos de entreguistas.
Gobernar es pactar. Pactar es no ceder, decía Gustavo Le Bon, que de eso sabía un largo tramo. Pero aquí a cualquier taco le llaman cena y de cualquier gancho se cuelgan. Los afamados negociadores de alguna forma hay que llamarles, ahora se dedican a buscarle el ruido al chicharrón.
En Los Pinos ya ven al PAN gobernando en 2018
Peña ha sido convencido de que la elección federal del 2018 está más que cantada para el PAN. En los alrededores del círculo íntimo no hay quién tenga dos dedos de frente para asumir el amplísimo voto antisistémico que tiene años registrándose en los padrones electorales de todo el país. La gente ya está hasta la madre de partidos y políticos grandilocuentes y mentirosos.
Subido en ese macho, ha dado instrucciones a todos sus colaboradores para que encuentren la forma de congraciarse con los inminentes blanquiazules que llegarán a Los Pinos. Ningún tricolor, moreno o variopinto le ofrece las garantías de pagarle con inmunidad, la que según él le deben los panistas.
Aunque en política tal vez no haya algo más falso que una promesa. Los cueros están demasiado duros para procurar perdón u olvido. Los tiempos que atraviesa el país por los desafortunados actos de rapiña, sevicia, represión, engaño, codicia y la misma pobreza nacional que han desatado, no permitirían semejante concesión para los que próximamente desocupan los escritorios más grandes de la República.
Otro acuerdo para que se obedezca ¿y no se cumpla?
Ya encarrerado el ratón, sus consejeros jurídicos, socios y favoritos, han pensado que lo mejor es ir pactando la entrega paulatina de los tenis. Y creen que darle la Fiscalía General de la República a un panista destacado, sería la mejor manera de mantenerse impunes los próximos nueve años, hasta que sus desaguisados se olviden… o prescriban.
De paso, piensan, los panistas tendrían así el valladar para no buscar una alianza electoral con otro partido en la lucha por la gubernatura del Estado de México, su dolor de cabeza permanente. Quieren repetir la experiencia del 2011. Creen que todavía puede estar el horno para bollos.
Piensan que, incluso, un supersecretario como quieren habilitar a Videgaray, logrará imponer esas condiciones. Sin asumir que, nuevamente otro fallido acuerdo en lo oscurito no es necesario, toda vez que quienes han tomado el arreglo de relevar a todos juntos, son los ciudadanos, cansados de tanto abuso y depredación.
Otro acuerdo, para que se obedezca, pero no se cumpla. Andan rogando les acepten la Fiscalía General de la Nación, como garante de la inmunidad y del triunfo electoral, en la antesala del descabelle. No saben que ahí no están sus verdugos. Son los millones sin rostro, de los que deben cuidarse. Nadie puede dar lo que no tiene.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Lo advertimos aquí en dos colaboraciones continuas una de la otra: en el equipo de Osorio Chong, quien afanosamente busca imponer su candidatura presidencial, hay pillos redomados. Se confirmó hace un par de días, cuando La ex comisionada de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Susana Pedroza, acusó al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa Cifrián, de incurrir en corrupción en dicha Comisión. Ella ya había renunciado al cargo, dijo, por la intromisión del personaje en su área de competencia. Ahora dice que Campa desvió, aparentemente para su provecho personal, cuatro millones de pesos de la CEAV. ¿Qué tal? + + + + + + Agradezco a don Alfredo Álvarez Barrón me comente que “la figura de Donald Trump en el Museo de Cera de Roma fue colocada junto a la del líder fascista Benito Mussolini y la del nazi Adolfo Hitler…” También reconozco a su alter ego, El Poeta del Nopal, por tan certero cuanto breve epigrama: “Difícil, que alguien objete, / esta rara mescolanza, / entre pasados de lanza / ¡el rubio es el más ojete!
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