Ajuste de cuentas políticas en Tlalpan
¬ Mario San Martí viernes 9, Dic 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- El Ajusco, leyenda negra en cuestiones inmobiliarias
- ¿Conflictos de interés en cambios de uso de suelo?
“Vaya lío en que se ha metido ese trío”, es la frase que con frecuencia utiliza la gente para referirse a conflictos amorosos, pero no, no es el caso de nuestro tema de hoy, sino más bien es un asunto que raya en el odio y la venganza. Veamos:
Resulta que allá por el sur de la Ciudad de México, en la zona del Ajusco, las autoridades de la jefatura delegacional en Tlalpan, que encabeza Claudia Sheimbaum, ordenaron derribar tres fincas propiedad de ex funcionarios de esa demarcación territorial, con el pretexto de que dichos inmuebles fueron construidos en zonas de conservación ecológica, lo cual parece una acción lógica de quienes instrumentaron el operativo de demolición.
Y quiénes son los del lío judicial, nada menos que el ex jefe delegacional, Higinio Chávez García; el actual diputado federal, Carlos Hernández Mirón y Eloy Fuentes, ex director general de Servicios Urbanos, sí, los mismos que hace apenas un par de años, entre otras funciones, eran los encargados de preservar la zona del Ajusco, de impedir las invasiones, de fomentar el cuidado del medio ambiente en toda esa extensa área arbolada conocida como el pulmón de la ciudad de México. Vaya trio.
La acción, repito, parece lógica si de recuperar el bosque del Ajusco se trata, el problema radica en que esta acción parece más a un ajuste de cuentas de liderazgos del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) contra los del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y según se ve el operativo responde a venganzas políticas disfrazadas o cobijadas por un aparente acto de legalidad.
Por supuesto, nos da gusto saber que los aparentes actos de corrupción cometidos por el trío de ex servidores públicos ya están en la línea de la justicia, eso merece un aplauso, lo lamentable es que al parecer la ley está siendo utilizada para satisfacer intereses de índole político, y esto se confirma con sólo hacer un recorrido por el lugar.
Antes de llegar al paraje conocido como La Rufina, donde están ubicados los aproximadamente 15 mil metros en que se erigieron las cabañas en conflicto, mucho antes y a lo largo de varios kilómetros sobre la carretera Picacho-Ajusco se pueden observar innumerables asentamientos irregulares producto de la invasión, y en donde esas mismas autoridades que hoy derriban tres casas les da miedo retirar miles de casas que atentan contra la ecología y ponen en riesgo la contaminación de los mantos freáticos del lugar.
Es en verdad una pena que las autoridades encabezadas por Claudia Sheimbaum hayan puesto la mirada de la ley en sólo tres casas, en tanto que en los alrededores de la zona la autoridad es complaciente y cómplice ante nuevas y numerosas construcciones. Y ni qué decir de las construcciones irregulares en las inmediaciones del parque conocido como Fuentes Brotantes, o el de las invasiones en La Franja, allá por el poblado de Topilejo. ¿Acaso allí no hay autoridad?
Visto así las cosas, no nos queda la menor duda que el ruido mediático que sobre esta acción de la autoridad se ha hecho no es más que el festejo sobre un pírrico triunfo de ajuste de cuentas contra liderazgos que no acaban de irse y por el contrario, ante la mala actuación de los actuales, amenazan con volver, y eso se puede percibir con la presencia que el PRD sigue teniendo entre las representaciones vecinales. Esos son los verdaderos motivos que al parecer hay detrás de lo que a los cuatro vientos hoy en Tlalpan hacen en llamar “restitución ambiental”.
Por lo demás, en cuanto al lío judicial en el que están involucrados los ex funcionarios delegacionales, no estaría mal si el caso se aprovechara para ver si esos y otros predios fueron modificados en su uso de suelo en los Planes Parciales de Desarrollo Urbano, con fines de vivienda, cuando Higinio Chávez y Carlos Hernández fungieron como legisladores locales, porque entonces si estaríamos ante un asunto grave de conflicto de interés. Pero como dijo la nana Goya, esa es otra historia.
DE SALIDA.- Ya que estamos en el tema del Ajusco, no hay que perder de vista que por muchos años la zona se ha convertido en toda una leyenda negra en lo que se refiere a tráfico de terrenos, invasiones, ventas simuladas y todos los vicios del despojo y la posesión de terrenos que esas acciones pudieran tener, todo ello ante una realidad que es la demanda de una vivienda y donde muchas veces la necesidad pone en riesgo el patrimonio de miles de familias. Así, el tema es tan complejo que en tanto unos hoy buscan su escritura o demandan una vivienda, hay defraudadores que merecen cárcel. Realidad que seguro va seguir en tanto corrupción e intereses políticos estén presentes en lo que todavía podemos llamar el pulmón de la Ciudad de México.