Urge la ley anticorrupción
¬ Augusto Corro jueves 8, Dic 2016Punto por punto
Augusto Corro
Urge una ley anticorrupción, que por lo menos frene la voracidad de los gobernadores que dejan el cargo tras un saqueo inconfesable del erario.
Aun no pasa el escándalo de Javier Duarte, el mandatario veracruzano priísta, y ya se encuentra en puerta un caso muy parecido.
El ex gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso, de extracción priísta, fue acusado ante la PGR, de encabezar una red de funcionarios que desviaron y “lavaron” 308 millones de pesos del tesoro público en 24 empresas fantasmas.
La denuncia fue presentada por Soledad Luévano Cantú, ex candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la alcaldía de Zacatecas.
La historia del ex gobernante zacatecano es copia fiel del modo de actuar de casi todos los mandatarios: dejan endeudada a su entidad con miles de millones de pesos.
Miguel Alonso recibió a su estado con una deuda pública de 682 millones de pesos, que al finalizar el sexenio fue de 8 mil millones de pesos, casi se incrementó mil 100 por ciento.
En los últimos meses, surgieron los casos de corrupción de varios gobernadores. Solamente se dedicó la atención de las autoridades a uno: Javier Duarte. Los demás esperan ser llevados ante la justicia.
Uno de ellos es el ex mandatario de Chihuahua, César Duarte, a quien acusan de enriquecimiento inexplicable, pues de simple vendedor de coches seminuevos, terminó su sexenio como banquero.
DOS EN PRISIÓN
De casos de saqueo al erario solo dos se encuentran en la cárcel: uno es el gobernador de Tabasco, Andrés Granier, priísta, y Guillermo Padrés Elías, panista.
El primero está en una “cárcel hospital” donde recibe tratamiento médico por una afección cardiaca, en la Ciudad de México. No hay poder humano que lo pueda llevar a una prisión tabasqueña, donde debía pagar su delito. El segundo hace varios días fue aprehendido y el juez decidirá su destino.
Por otra parte, existen posibilidades de que el ex mandatario oaxaqueño, Gabino Cué, aliancista (PRD-PAN) también sea investigado y juzgado por “el hoyo financiero” que le dejó al estado, calculado en 30 mil millones de pesos.
En todos los partidos políticos se cuecen habas, aunque en el PRI por tener la mayoría de gobernadores, los casos se multiplican.
SIN CASTIGO
Son muchos los expedientes penales abiertos contra ex gobernadores, pero éstos por lo general alcanzan a burlarse de la justicia, cuando no son premiados por sus fechorías.
Por ejemplo, el zacatecano Miguel Alonso que en cuanto dejó el cargo, fue nombrado director de Fonatur.
Son muchos los funcionarios acusados del delito de peculado que son protegidos por sus partidos. Una vez que dejan su cargo público se amparan con el fuero de los legisladores, que los convierten en intocables.
En el Congreso, los legisladores se encargaron de diferir la aprobación de la Ley Anticorrupción. Quizás como nunca urge esa norma. A los políticos les interesa que se retrase su vigencia.
“CUAU”, EN APUROS
El presidente municipal de Cuernavaca, Morelos, Cuauhtémoc Blanco “El Cuau” se encuentra en problemas.
Sus enemigos políticos, encabezados por el gobernador morelense, Graco Ramírez, no lo quieren como alcalde.
El ex futbolista metido a político es objeto de ataques permanentes de quienes lo odian. Para empezar, los propios dueños del Partido Social Demócrata de Morelos lo acusaron de cobrar 7 millones de pesos para lanzarse como candidato.
Ahora, sus adversarios políticos se unieron contra “El Cuau” y algo parecido a un juicio político se desarrolla en el Congreso local de Morelos, con el fin de echar de la presidencia municipal por el delito de falsificación de documentos oficiales para probar su residencia en la “Ciudad de la Eterna Primavera o Balacera”, como exigencia para participar en la contienda electoral, en la que resultó ganador.
En el inicio de su mandato tuvo problemas con el gobernador perredista Graco Ramírez, debió al rechazo al Mando Único de la policía. Como se pudo superó el enfrentamiento. En el presente, le echaron bola, como se dice coloquialmente, y los diputados perredistas en el Congreso Local, alrededor de 15, quieren al ex futbolista lejos del poder político.
Por el momento, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) advirtió que el estudia el asunto para decidir si el Congreso local está facultado para echar a la calle al alcalde de Cuernavaca.
En fin, serán los ministros de la SCJN quienes decidan la suerte de “El Cuau”.
El ex futbolista dijo que la cúpula perredista de Morelos trata de evitar que participe como candidato a la gubernatura de las próximas elecciones. Al frente del grupo de enemigos se encuentra Rodrigo Gayosso, hijastro de Graco, dirigente del PRD en Morelos, con aspiraciones sucesorias.