Pasmado
¬ Augusto Corro miércoles 7, Dic 2016Punto por punto
Augusto Corro
En la Ciudad de México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hace varios sexenios que va a la cola de las organizaciones políticas que encabezan Morena y PRD.
Se trata de un partido local pasmado, sin rumbo, desorientado con poco interés de sus líderes de meterlo en la lucha por el poder.
El próximo 21 de diciembre concluye el periodo de Mariana Moguel Robles como presidenta del PRI en la Ciudad de México y ya se manejan algunos nombres de los posibles sucesores.
Entre otros con posibilidades de heredar el cargo se encuentra Tonatiuh González Case, quien funge como secretario general del partido.
Dicho político es un incondicional del impresentable Cuauhtémoc Gutiérrez, el ex dirigente acusado de controlar una red de prostitución en el interior del partido local.
Cuando el hecho trascendió y lo conoció la opinión pública, el entonces dirigente dejó el cargo.
Después Mariana fue designada para dirigir al tricolor con tanto desinterés, que parecía tener la consigna de desaparecerlo.
Tras el fracaso priísta en las elecciones capitalinas, la más reciente en junio, se pensó en la renuncia de Mariana, pero no, decidieron que continuara con más pena que gloria. Ella es hija de Rosario Robles, la ex perredista que logró colarse en el gobierno federal con un cargo importante.
¿Rosario buscaría llegar al gobierno capitalino con el apoyo de su hija? Es posible, aunque todo falló: el PRI capitalino se quedó estancado, casi en agonía.
Veremos pues con el próximo líder qué tanto intereses tiene la jerarquía priísta nacional en animar al partido en la Ciudad de México.
¿PERDÓN Y OLVIDO?
En Oaxaca, el gobernador saliente, Gabino Cué, seguramente ya disfruta de su riqueza inexplicable.
Antes que dejara el cargo, sus adversarios políticos lo acusaron de la mala administración que encabezó, en la que sus amigos se enriquecieron.
Por ningún lado se vieron los beneficios para los oaxaqueños durante el gobierno del aliancista (PRD-PAN) Cué, quien desde que inició su sexenio se desataron la violencia y el conflicto magisterial. No hubo paz. En fin, como sus colegas de otros estados, el citado Cué dejó en quiebra a su entidad y él se dedicará a desaparecer del escenario político, mientras se conoce si se le persigue por sus raterías o lo felicitan por la matanza de Nochixtlán.
La tradición es que el mandatario entrante, Alejandro Murat, en los primeros días lo ataque y lo responsabilice de todos los males que padece Oaxaca, para que en el transcurso de los días, las acusaciones desaparezcan y todos en paz.
Por si le interesa al gobernador Murat saber algo de los saqueos de su antecesor, el Sistema de Salud fue afectado con un desvío de 2 mil millones de pesos.
SIGUE LA VIOLENCIA
En Guerrero continúa la violencia, en el año van 2 mil 68 homicidios. El gobernador Héctor Astudillo sólo sirve como comunicador de las tragedias que diario se registran en esa entidad.
El mandatario reconoció que durante su gobierno, los días 18, 19 y 20 de noviembre fueron los más violentos con 29 asesinatos; 26 sólo en el puente de la Revolución Mexicana.
Sobre la matanza, Astudillo dijo que la ola de crímenes obedece a la pugna de grupos de la delincuencia organizada. Nada nuevo. Guerrero es, todo mundo lo sabe, uno de los estados más peligrosos de México.
¿Y VERACRUZ?
En Veracruz también continúa la espiral de violencia.
A unos días de la toma de posesión de Miguel Ángel Yunes Linares perecieron 14 presuntos sicarios en un enfrentamiento con militares y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Los hechos ocurrieron en la localidad de Suchilapan, del municipio Jesús Carranza. Además de los delincuentes muertos, un policía resultó lesionado. En el lugar fueron asegurados 12 fusiles AK-47 calibre 7.62 mm, un fusil HK calibre 7.62 mm y un fusil Barret calibre 50 milímetros, arma para destruir vehículos blindados.
Los veracruzanos llevan varios sexenios de padecer la inseguridad. Los gobiernos van y vienen sin erradicar la espiral de violencia. El estado representa una plaza importante para la delincuencia organizada, debido a su posición geográfica.
En la pugna territorial participan el Cártel del Golfo, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. Ante esa lucha ¿cuándo recuperaran la tranquilidad los veracruzanos?