Gatopardismo electrónico
Ramón Zurita Sahagún martes 12, Oct 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Un año después, las cosas son iguales y hasta peores en la industria eléctrica, donde la única realidad es que más de 40 mil trabajadores fueron enviados a la calle, con indemnización, pero sin posibilidades de conseguir un nuevo empleo.
En el sector eléctrico, las cosas cambiaron para seguir iguales, en la teoría gatopardista del gobierno calderonista.
Nadie quedó satisfecho por lo ocurrido con la empresa Luz y Fuerza del Centro, cuya decisión de fusionarla con la Comisión Federal de Electricidad provocó aplausos de los usuarios, los mismos que hoy la condenan.
La prepotencia, los abusos, los malos tratos, el desdén y la corrupción, imperantes en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), fueron el pretexto adecuado para desparecer la empresa y por ende al sindicato.
Hoy, la situación es similar y hasta peor, los abusos son constantes, las tarifas son fijadas al arbitrio, el mal servicio es una realidad y la generación eléctrica provoca inundaciones al por mayor en los estados de Chiapas y Tabasco.
El cobro por el suministro eléctrico es un abuso, al inicio el consumo fue fijado sin tomar en cuenta los medidores de luz y la explicación era, ustedes paguen y luego se hará un reajuste y su dinero les será devuelto.
No ocurrió así, las tarifas son un asalto en despoblado, los empleados no atienden a las necesidades de los usuarios, las quejas no son atendidas y la burocracia continúa siendo un lastre para los usuarios.
Y la respuesta gubernamental tampoco ha sido la adecuada, los trabajadores que recibieron promesas de ser empleados en la otra compañía se quedaron con las ganas, los que recibirían asesoría para instalar sus propios negocios y que recibieron promesas de franquicia, hoy, algunos de ellos cuentan con su changarros en los que expenden antojitos y fritangas, los más boyantes.
Pero el problema medular, además del pésimo servicio, es que el sindicato desparecido por un plumazo continúa en pie de lucha, sin que las autoridades encuentren el rumbo para solucionar la situación de cerca de la mitad de los sindicalizados.
De los 40 mil trabajadores afiliados al SME, cerca de 20 mil aceptaron su liquidación y forman parte de los jubilados que hoy se pretende contrapuntear con quienes no la aceptaron y se rigen por el liderazgo de Martín Esparza.
Los trabajadores en pie de lucha, bloquean calles, realizan manifestaciones, plantones, agreden a los trabajadores de la otra empresa, insultan, ante el beneplácito de las autoridades, sin importar si son federales o locales.
Secretarios de Gobernación y otras autoridades inician pláticas que no aterrizan en ningún lado, unos y otros se lanzan puyas, se fintan y todo sigue igual, los trabajadores en la calle, sin indemnización, las autoridades ciegas y sordas ante los reclamos de usuarios, sindicalizados y toda la gente racional que quiere que el conflicto cese y el servicio mejore.
Y en todo este lío, donde queda la CFE, como un simple espectador, sin resultados de ninguna clase, mostrando que son iguales o peores que los de Luz y Fuerza del Centro.
Alfredo Elías Ayub, director de la CFE desde hace más de una década duerme el sueño de los justos, sabe que sus respaldos son suficientes para proseguir en un cargo en el que ni siquiera se siente a gusto.
Elías Ayub cuenta con el respaldo de dos de los grupos más poderoso del país, uno empresarial y el otro político.
Tito, como es conocido el encargado de la CFE, cuenta con el respaldo del grupo empresarial que comanda Carlos Slim Helú, ya que una de sus hijas (Johanna) se encuentra casada con el menor de la familia Elías Ayub, Arturo.
Por el otro lado, el político, Alfredo Elías Ayub es apoyado por el Grupo Estado de México.
Contar con estos respaldos convierte a la gente en comodina e ineficiente, como es el caso del director de la CFE, a quien los casos de corrupción de algunos funcionarios de su estructura no le inquietan, sin importar el monto ni la importancia de los funcionarios involucrados.
Por eso, los trabajadores del SME pueden amagar al gobierno federal, ya que saben de la torpeza de las autoridades federales y de la ineficacia de la empresa que suplió a la otra, en la que ellos laboraban y a la que le tenían tomados los tiempos.
Martín esparza anunció un nuevo plantón para el jueves en la ALDF y otra vez el caos habrá de apoderarse de la ciudad, ante la indiferencia de las autoridades, sin importar la ideología de la que provienen.
*En Veracruz, los damnificados por las inundaciones realizan las visitas de las siete casas, ante el burocratismo que priva entre las autoridades federales.
Un ejemplo de ello es lo que sucede en el fraccionamiento Villas del Puerto, de casa Geo, donde los vecinos (93) visitan a las autoridades en Boca del Río y el puerto de Veracruz, sin que nadie les resuelva su problema.
La ayuda no llega y se les niega la presentación de pruebas de que la inundación rebasó los límites y que la afectación es grande y se les niega el respaldo prometido.
Jorge Sánchez, enviado de la Sedesol, actúa con gran prepotencia y rechazó las pruebas presentadas por estos damnificados, además de negarse a acudir al sitio de los hechos para comprobar la magnitud de los daños.