Los que faltan • I
Ramón Zurita Sahagún martes 6, Dic 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Rafael Moreno Valle solamente espera el término de su gestión, para meter el acelerador y desplazar a sus adversarios internos, en busca de la nominación presidencial.
De los doce estados que realizaron comicios el pasado cinco de junio, nueve de ellos ya estrenaron gobernantes y tres faltan por hacerlo, aunque será ya en pleno 2017.
De esas tres entidades, solamente una de ellas (Sinaloa) optó por la alternancia, mientras que las restantes dos (Puebla y Tlaxcala), refrendaron al partido gobernante.
Lo hicieron porque los actuales gobiernos no han sido tan malos como en los otros estados, no porque las administraciones de Rafael Moreno Valle y Mariano González Zarur sean dignas de reconocimiento alguno, sino porque simplemente en el caso del segundo fue tan anodino que esperan les vaya mejor con el nuevo gobernador.
En Puebla, Moreno Valle basó su gobierno en dos tiempos: el primero en embellecer la parte elegante de la capital y sus municipios aledaños y el segundo en promoverse para su fin futuro, la candidatura presidencial de su partido.
Y es que Moreno Valle solamente espera el término de su gestión, para meter el acelerador y desplazar a sus adversarios internos en busca de la nominación presidencial.
El todavía gobernador de Puebla quedará libre de su actual encomienda el primero de febrero, tomará unos días de descanso y a recorrer el país, mediante una nueva estrategia, diseñada por su secretario de Gobierno, Diódoro Carrasco Altamirano.
Moreno Valle sabe que tiene todo a su favor, para desplazar a Margarita Zavala Gómez del Campo y Ricardo Anaya Cortés de la candidatura de su partido y que solamente es cuestión de tiempo, para conseguirlo.
Ambos, Margarita y Ricardo se han venido desdibujando en su propósito, mientras que Rafael saldrá con un buen rendimiento de cuentas de su administración.
Por eso, eligió a Antonio (Tony) Gali Fayad como su sucesor, el que le cubrirá las espaldas en los agujeros que puedan detectarse dentro del gobierno morenovallista.
Gali fue su secretario de Obras y alcalde de la capital del estado y uno de los principales impulsores de la candidatura de Moreno Valle al gobierno estatal.
La tarea futura de Rafael será la de recorrer el país (lo ha venido haciendo) volverse una figura popular, aunque no lo necesita, por lo pronto, ya que dentro de su partido las reglas establecidas hacen saber que el candidato surgirá de una elección interna en la que participan solamente los militantes del partido.
En ese rubro es donde se puede beneficiar el gobernador de Puebla, con todo y que es un panista químicamente puro.
Rafael Moreno Valle es nieto de un ex gobernador de Puebla, militante del PRI, ex secretario de Salud y cercano al afecto del entonces Presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Creció en el seno de una familia de prosapia priísta y así se formó, ya que él mismo fue militante del tricolor y secretario estatal de Finanzas en Puebla, en la gestión de Melquíades Morales Flores y diputado federal en la LIX legislatura, donde se vinculó en forma cercana a Elba Esther Gordillo, su primer coordinador en la Cámara de Diputados.
Desde ahí buscó, con el apoyo del gobernador Morales Flores, ser el candidato del PRI y al no conseguirlo se aisló de su partido y dos años después se convirtió en candidato del PAN al Senado de la República.
La permuta realizada por Moreno Valle le convino al PAN, ya que ganó el Senado de mayoría como primero en la fórmula, aunque provocó la fractura interna del partido en el estado.
Cuatro años más tarde fue el abanderado de su partido al gobierno estatal y lo ganó con amplitud, apoyado por la mala imagen del entonces gobernante Mario Marín Torres.
Lo primero que hizo como gobernante fue rodearse de consejeros que moldearan su figura y su programa de trabajo, por lo que se hizo de personajes de todas las filiaciones posibles.
Diódoro Carrasco, ex gobernador de Oaxaca, ex secretario de Gobernación, ex senador de la República; Luis Maldonado Venegas, ex subsecretario de Gobernación, ex dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, ex senador y actual diputado federal del PRD son parte esencial, de ese grupo de asesores, donde hay una gran maquinaria, en la que incluso estuvo el despacho del hoy subsecretario de Educación Pública, Otto Granados Roldán, asesorando en imagen y estrategia.
Para Moreno Valle las cosas parecen acomodarse, toda vez que Margarita Zavala, simplemente no puede pasar la aduana interna de su partido, con todo y que una serie de encuestas (algunos las catalogan como hechas a modo) le favorecen y por mucho en las preferencias ciudadanas, abiertas al electorado.
Ricardo Anaya el otro aspirante panista de peso es sumamente cuestionado por la acumulación de una inmensa fortuna surgida al amparo del poder público, aunque el intenta justificarla, sin conseguirlo.
El dirigente nacional panista era una joven figura de su partido, catalogada con mucho futuro, con verborrea para el debate que había sorprendido dentro y fuera del partido, cuando súbitamente se desplomó, al saberse que cuenta con una fortuna personal (suya y de su esposa) cercana a los cien millones de pesos.
Al saberse la noticia, Anaya Cortés, trató de justificarla con un esquema financiero que no logra ser comprendido del todo y solamente consiguió enredar más las cosas.
Tampoco el por qué sus hijos fueron llevados a estudiar al extranjero, con todo y sus explicaciones de darle una mejor oportunidad, siendo que él mismo quiere gobernar un país, en que la violencia y la inseguridad genera temor hasta en los políticos de alto nivel.
Ahora surgió el nombre de Ernesto Ruffo Appel, como otro contendiente a la nominación presidencial, el que abordaremos mañana.
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