¿Cumplirá con todo Yunes?
Ramón Zurita Sahagún lunes 5, Dic 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Si algo quedó claro con el arribo de Miguel Ángel Yunes Linares al gobierno de Veracruz es que, hasta el momento, es el único gobernante que cumplió con su palabra empeñada en campaña.
Yunes Linares, como la mayor parte de los candidatos de oposición, se comprometió ante sus electores para actuar en contra de los atracadores del erario, endeudadores de las finanzas y beneficiarios de los contratos otorgados desde el gobierno estatal.
A diferencia de los demás, el nuevo gobernador de Veracruz dedicó parte de su tiempo a investigar el desvío de recursos, aportar pruebas sobre el destino del dinero público, de las propiedades del ahora ex gobernador y poner las pruebas a disposición de las autoridades federales.
Con ello alcanzó un gran logro, ya que consiguió la recuperación de cerca de 1, 250 millones de pesos en dinero líquido y propiedades que serán puestas a subasta pública.
El éxito de Yunes Linares consistió en lograr las evidencias y sentarse a negociar con los prestanombres de Javier Duarte de Ochoa, para que cedieran dichas propiedades y aunque los mil 250 millones de pesos resultan una cantidad mínima ante el quebranto de las finanzas, el desvío de recursos y los abusos cometidos, dejan constancia de que si se puede, cuando las autoridades actúan a tiempo.
Por lo pronto, el gobernador de Veracruz, alivió en algo el deterioro económico y garantizó el pago de salarios, aunque pide el rescate financiero de Veracruz.
Liquidado Javier Duarte de Ochoa, lo que ya había conseguido con su triunfo en las urnas, el gobernador de Veracruz mantiene un propósito en la mente, actuar en contra de Fidel Herrera Beltrán, su gran adversario político, el que le arrebató la candidatura priísta al gobierno estatal y lo relegó a esperar doce años para convertirse en gobernador.
Yunes Linares y Herrera Beltrán fueron grandes amigos en el pasado e incluso Fidel le acercó con el primer gran promotor de Miguel Ángel, Patricio Chirinos Calero.
Con Patricio, Yunes Linares trabajó en la secretaría de Desarrollo Urbano, el aeropuerto y fue secretario de gobierno en Veracruz y presidente estatal del PRI, desde donde intentó proyectarse, sin éxito, a la candidatura al gobierno estatal.
Yunes Linares rompió lanzas con Fidel Herrera Beltrán y mantuvo una férrea competencia en 2004 por la nominación priísta al gobierno estatal, la que ganó Fidel, lo que aunado al relevo de Elba Esther Gordillo como coordinadora de los diputados priístas motivó que Miguel Ángel decidiera romper con el PRI.
Como simpatizante panista, Yunes Linares consiguió ser director del ISSSTE y convertirse en candidato al gobierno estatal de Veracruz, aunque el manejo electoral del entonces gobernador Herrera Beltrán permitió la victoria de su entonces pupilo, Javier Duarte de Ochoa, por tres puntos porcentuales de diferencia.
Miguel Ángel esperó seis años más y logró su encomienda, ganó con amplitud a la maquinaria priísta y a su primo hermano, Héctor Yunes Landa, aunque será un gobierno corto de solamente dos años, para empatar la elección de Veracruz con la presidencial.
Inquieto, persistente y con metas claras, como ha sido siempre, Miguel Ángel inició con el pie derecho su gestión gubernamental y por lo pronto es el único que cumplió con el compromiso de actuar en contra de su antecesor, encontrar las pruebas para ello y ponerlo a disposición de las autoridades, aunque ahora corresponde a la Procuraduría General de la República encontrar al prófugo Javier Duarte de Ochoa.
Por lo pronto, el que no debe dormir tranquilo es Fidel Herrera Beltrán, cónsul de México en Barcelona, toda vez que conoce la persistencia y tenacidad de Yunes Linares para cumplir con sus objetivos y el más claro ahora es encontrar evidencia de la eventual corrupción del nativo de Nopaltepc.
Según el decir de Yunes Linares halló evidencias de la entrega de un terreno por parte del gobierno estatal que encabezó Fidel a Tony Macías, suegro de Duarte de Ochoa, lo que equivale a irregularidades.
Sin embargo, la llegada de Miguel Ángel al gobierno veracruzano y el cambio de siglas en la administración no se tendría que reducir al cobro de facturas pendientes del pasado, sino actuar para recomponer el tejido social en el estado.
En Veracruz en los años recientes se asentaron los principales cárteles del crimen organizado, repartiéndose el territorio, uno al norte, otros al centro y otros más al sur, reproduciéndose la violencia e inseguridad.
Los delitos se multiplicaron y las víctimas en la mayoría de los casos no encontraron eco a sus denuncias, produciéndose centenares de muertes, las que se pretendió involucrar en la guerra por los territorios entre los miembros del crimen organizado.
Se produjo el quebranto de las finanzas públicas, el adeudo a proveedores, el desempleo y una gran insatisfacción de la ciudadanía hacia sus autoridades.
Recuperar la confianza de la población hacia las autoridades es una de las principales tareas del gobierno entrante, el que tendrá su prueba de fuego en los comicios municipales del año próximo.
Y aunque sea poco el tiempo de gobierno de Yunes Linares se verá si resulta suficiente para que los electores refrenden su respaldo al partido o los partidos que apoyaron al gobernador en su camino a ganar los comicios.
Son más de 200 ayuntamientos que estarán en disputa y poco el tiempo que tendrá el PRI para recomponer la deteriorada imagen que dejó el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y sus cómplices, los que hasta el momento nos se sabe si serán o investigados, aunque existen evidencias de los abusos cometidos bajo la protección del entonces gobernador.