Comida chatarra
¬ Augusto Corro martes 12, Oct 2010Punto x Punto
Augusto Corro
México ocupa el primer lugar en el mundo de gente obesa. No es para menos, pues nos encontramos invadidos de alimentación con alto índice calórico y grasienta, promovida por la televisión sin control alguno.
Desde las principales tiendas de autoservicio hasta el más modesto tendajón se encuentran las papas, chicharrones, tostadas, pasteles, botanas y refrescos embotellados de todas las marcas y sabores con sus ingredientes principales: azúcar, harina y sal. Ingredientes considerados como enemigos de la humanidad.
La calificación mundial que recibió México provocó la reflexión en los diferentes sectores relacionados con la alimentación. Se pusieron sobre la mesa temas de discusión para abatir la gordura, entre otros, mayor control de productos chatarra en las escuelas y bla, bla, bla. Los discursos fueron y vinieron y nada se arregló.
Sin embargo, no todo se encuentra perdido. Surgió un pronunciamiento que puede ser eficaz. Dar resultados a mediano plazo. La idea es del diputado panista Pablo Escudero Morales, quien promueve reformar la Ley de Ingresos para el 2011, “mediante la inclusión de un nuevo impuesto especial al consumo de alimentos chatarra”. Lo anterior, según el propio congresista, sería para desincentivar el consumo de esos productos nocivos para la salud y revertir el problema del sobrepeso y la obesidad que enfrentamos los mexicanos.
Realmente, elevar los impuestos a la comida chatarra es el camino adecuado para una ofensiva real contra el sobrepeso y la obesidad. Su aplicación sería rápida y efectivísima. De otra manera es casi imposible que la sociedad mexicana cambie sus hábitos que consisten en comer para engordar y no hacer ningún ejercicio. No tenemos la cultura de la comida nutritiva. Somos adictos a todo lo que engorda, como los productos señalados arriba, más todo lo que se relaciona con las fritangas y sus derivados.
A propósito, ¿dónde hacer ejercicio? Hay pocas áreas verdes para correr o caminar. Las autoridades capitalinas (nos referimos al Distrito Federal) optaron por la construcción de edificios multifamiliares sin zonas verdes. Además, en vez de practicar el deporte, preferimos verlos desde la comodidad del hogar, acompañados de bebidas alcohólicas o refrescos embotellados.
Por otra parte, el alza en los precios de la comida chatarra debe ir acompañada de una campaña intensiva contra el sobrepeso y la obesidad. Algo parecido a lo que se hace para combatir el vicio del tabaquismo. El gobierno federal panista debe entender que si no disminuye el índice de gordos, llegará el tiempo en que ningún presupuesto económico le alcanzará para curar a miles de enfermos de diabetes, de problemas del corazón y de todos los tipos de cáncer.
MÁS PODER A GOBERNADORES
El senador panista Ramón Galindo advirtió que otorgar a los gobernadores el control de la policía única, como pretende la iniciativa presidencial, “sólo hará que se dé más presupuesto, más poder y más control a los mandatarios estatales, pero no se hará un trabajo más eficiente, ya que los gobernadores se han caracterizado por ser irresponsables y flojos”.
Para muestra, ahí están los gobernadores de Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nuevo León y agréguele los que usted desee, estimado lector. En esas entidades federativas se ha notado la ausencia de los virreyes o mandatarios estatales. Principalmente en Chihuahua, se tuvo la impresión de que a José Reyes Baeza la gubernatura le quedó muy grande. Y su herencia de ineptitud se la deja a su sucesor César Duarte, otro inepto que piensa que a la delincuencia organizada se le combate con discursos.
Ciudad Juárez, la tierra sin ley, sigue como principal dolor de cabeza de las autoridades de los tres niveles: municipal, estatal y federal. Los juarenses que aún resisten, ven con tristeza como crece la delincuencia ante la impotencia de los representantes de la ley para erradicarla.
Si la iniciativa presidencial se aprobara, todo hace suponer que así será, ¿cómo se obligará a los virreyes a cumplirla cabalmente la ley? El problema de la lucha contra la delincuencia es de fondo y tiene que verse con la seriedad del caso y asegurar que no se trata de una medida política temporal, sino de una medida que lleve beneficios reales a una sociedad terriblemente afectada por la delincuencia que tiene en su haber miles de muertos, secuestrados y desaparecidos y lo que falta.
OTRA VEZ LOS ECOLOGISTAS
Como ya saben que asuntos demagógicos le son útiles, los senadores del Partido Verde Ecologista (PVEM) insistirán en su propuesta de aplicar la pena de muerte a secuestradores y asesinos, pues piensan que sólo así se acabará la delincuencia.
La idea que les dio magníficos resultados en elecciones pasadas, volverá a esgrimirse a pesar de que la sociedad comprende que ese no es el camino para librarse de sus peores enemigos. La aprobación de una ley que aplique la pena de muerte, sinceramente se ve muy lejana, o casi imposible. No hay que darles largas al asunto. Los verdes saben su cuento y tengan ustedes la plena seguridad que seguirán con su demagogia, que les permite ser paleros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y conseguir algunas curules en el Congreso.
Sin embargo, son muchos los ciudadanos incautos que caen en las redes de la demagogia pura.
OAXACA
Nuevamente la violencia alcanzó al edil electo de Mártires de Tacubaya, Antonio Jiménez Baños, quien fue asesinado cuando salía de su parcela rumbo a su domicilio. Con esta muerte, suman 17 los presidentes municipales electos o en funciones victimados en poco más de dos años. Ediles asesinados en Oaxaca durante el presente año: 20 de junio, hombres armados emboscaron a Oscar Venancio Rivera, alcalde de San José del Progreso en la costa oaxaqueña; también en la región de la costa fue ultimado el presidente municipal de Santo Domingo, Morelos, Nicolás García Ambrosio, y el síndico municipal Miguel Angel Pérez García.
Sobre la muerte de Jiménez Baños, las autoridades informaron que se trató de una venganza personal y que ya tienen identificado al asesino. Como si se tratara de una temporada de caza, ahora les toca el turno de convertirse en víctimas a los alcaldes.