Diez años atrás, La Habana, Cuba
¬ José Antonio López Sosa miércoles 30, Nov 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace diez años justamente, publicaba en este espacio (entonces en el diario Rumbo de México, hoy Capital de México), una entrega con relación al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz. A diez años de haberse publicado y a unos días de su muerte la comparto de nueva cuenta:
La Habana, Cuba.- Resulta un ícono y un parteaguas en la historia del mundo occidental la figura del presidente cubano, Fidel Castro Ruz.
Recuerdo en el año de 1988, cuando quien redacta estas líneas tenía apenas 10 años de edad, haberlo visto de frente poruna casualidad y una travesura al estarme escondiendo con otro amiguito en los pasillos del entonces Hotel Presidente Chapultepec (hoy Intercontinental); pese a haber estado a unos dos metros de él y con mi corta edad, su personalidad resultó impactante, “estuve frente al comandante mamá”, le dije más tarde a mi madre ante su cara de extrañeza.
Fidel Castro Ruz posee el elemento clave de cualquier líder en el mundo, resulta antagónico en sí mismo, la gente tiene dos opciones: amarle u odiarle. Cada quien tiene su opinión muy particular sobre Fidel Castro como persona, como líder, como Presidente o algunos dirán que como dictador, ahora llega mi turno de expresar mi percepción sin ninguna intención más que ser partícipe en el ejercicio de la democracia y la libre expresión de las ideas.
Fidel Castro es para mí después de José Martí, la persona que liberó a Cuba de la miseria y la pobreza en que se encontraba en los lejanos años cincuenta del siglo pasado. La Revolución que dirigió, sus postulados y las medidas que se tomaron en torno a un estado socialista junto con sus entonces compañeros Ernesto Guevara de la Serna (El Ché), Camilo Cienfuegos y Huber Matos (quien ahora pertenece al bando de los “gusanos” cubano-americanos tras haber estado encarcelado en la isla por muchos años) resultaron un avance sustancial en la década de los sesenta no sólo para la República de Cuba, sino para América Latina en general, quizá la figura de Fidel Castro contra los Estados Unidos fomentó en muchos países latinos el sentimiento de autonomía y defensa ante el eterno embate norteamericano, inclusive creo que influyó también en la postura internacional de México, único país que entonces se opuso a que Cuba dejara de formar parte de la Organización de Estados Americanos por clara instrucción de los Estados Unidos.
Por lo que he platicado con muchas personas de edad avanzada, que vivieron la añeja Cuba de antes de Fidel Castro, la pobreza, la marginación y la desigualdad eran de dimensiones incomprensibles.
La gente moría de hambre, el gobierno norteamericano mataba gente y era prácticamente el dueño de los destinos de cada uno de quienes habitaban esta isla. No había garantía alguna -ni social ni legal para nadie-, y el pueblo vivía en un estado de opresión y represión que inclusive a decirde mis entrevistados, era muchísimo más grande a la represión que el pueblo vive en algunos campos de la vida actualmente.
Fidel Castro sigue siendo querido y apoyado en Cuba,esto no resulta una obra gratuita o de una férrea mercadotecnia política, esto es por los hechos que se demostraron en este país después de la Revolución, por el intenso compromiso con la educación y la salud pública, por la preocupación del gobierno por sus habitantes y la promoción del bienestar común antes de cualquier otro interés, además de la defensa irrestricta ante el tremendo “berrinche” de los Estados Unidos traducido en un embargo comercial que perdura hasta el día de hoy.
Ahora bien, considero que así como hay aciertos también hay errores, uno de ellos es la permanencia al frente del poder por tantos años que no ha permitido que nuevas generaciones tomen al país para llevarlo a nuevos rumbos, cuando la dirigencia de un Estado debe ser una comisión temporal, tal como lo dice la teoría política cuando se trata de una democracia representativa.
La limitada autocrítica al sistema y la inexistencia de una prensa con libertad plena de crítica también ha mermado al sistema mismo. Existen muchas faltas de libertad que son justificadas por el gobierno bajo diversas circunstancias, algunas de ellas válidas y otras no, este punto es donde se halla la vulnerabilidad de la Revolución Cubana y lo que daarmas a los “gusanos” (cubano-americanos) para continuar con su deleznable labor desde los Estados Unidos en un eterno sabotaje a sus propios hermanos.
Existe una clara falta de libertades desde mi visión del mundo en este país, desde el libre tránsito hacia el exterior hasta el no poder acceder a ciertos sitios por ser de uso exclusivo del turista; la prensa también carece de plena libertad al estar sujeta a lo que denominan “los intereses del pueblo”.
Independientemente de eso, nunca entenderé cómo la comunidad “gusana” aplaude el embargo que pretende matar de hambre al resto de sus compatriotas.
Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba tiene ambos motes, insisto, si nos apegamos a la teoría política, podemos catalogarlo como Presidente o como Dictador, analizándolo desde fuera de Cuba, sin embargo, desde dentro la gente cubana lo reconoce como Presidente, en cada jornada electoral acuden convencidos a votar por él y no piensan en alguien más que dirija sus destinos, ¿entonces qué tan dictador es?, si el pueblo cubano no lo quisiera más no hubiese podido mantenerse por tantos años (¡ojo Presidente Chávez!, que usted no es Fidel Castro).
Cada nación es distinta, en México nuestra situaciónhistórica no permitiría que un Presidente durara más de un sexenio, no por ello la norma se traslada a todos los países del orbe. En Cuba Fidel Castro es querido por su gente, aunque no estén de acuerdo con muchos errores del sistema o del régimen, la mayor parte de con quien he hablado aseguran que con Fidel hasta la muerte.
Yo no concuerdo con la permanencia en el poder, pero aplaudo la labor que Fidel hizo en Cuba cuando llegó a derrocar a Fulgencio Batista.
Yo admiro a Fidel Castro Ruz, representa un ícono -insisto-, por su labor revolucionaria, quizás nocomparto todas sus formas y fondos precisamente porqueel país donde vivo tiene una dinámica y una historia distinta, no obstante creo que la historia guarda un lugar especial para Fidel Castro, quien es para muchos —entre los que me sumo—, un ejemplo de vida por la preocupación y compromiso por su pueblo, por sacrificar parte de su vida por su nación y por tener el carácter y la fuerza de mantenerse enfrentado conla potencia más grande e irracional del mundo, los Estados Unidos.
De igual modo, creo que el principal punto de quiebre en el régimen cubano es el que llevó al socialismo a caer en Europa: la falta de una oposición y de un sistema de crítica o autocrítica libre y abierta del sistema. Finalmente, insisto en que Fidel es un icono y un ejemplo que perdurará en el tiempo, al cual como el mismo lo dijo cuando defendía su propio caso al ser acusado en Cuba: la historia lo absolverá, pese a haber tenido errores garrafales en su régimen.
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