Edomex, adelanto del 2010
Roberto Vizcaíno lunes 11, Oct 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Lo que ocurre hoy dentro del PRD y del PAN indica que el proceso electoral del Estado de México será sin duda un adelanto de lo que pasará en los comicios presidenciales de julio de 2012. Antes que ir contra el PRI, ambos partidos deberán primero solucionar sus rupturas internas
Desde hace años es lugar común entre analistas y politólogos afirmar que las elecciones a gobernador en el Estado de México son un previo de las presidenciales, que ocurren exactamente un año después.
Nada más cierto ahora.
Pero no tanto por lo que ocurra alrededor del candidato del PRI y del gobernador saliente, que será Enrique Peña Nieto, quien cuenta hoy con las mayores calificaciones ciudadanas para recuperar Los Pinos para su partido, sino por lo que está pasando en los otros dos partidos mayoritarios: PAN y PRD.
Sin desechar la posibilidad de que se le descomponga el escenario, el mandatario mexiquense conduce hasta hoy sin contratiempos ni sobresaltos el proceso de selección interna para definir a su posible sucesor.
Como ya lo hemos comentado, Peña Nieto no tiene nada que ver con los estilos del oaxaqueño Ulises Ruiz o el poblano Mario Marín, quienes vieron cómo los candidatos de la alianza PAN-PRD arrollaron a sus delfines priístas.
A pesar de los embates sufridos y de una permanente campaña mediática en su contra alimentada desde el grupo del panista Felipe Calderón, el mandatario mexiquense no ha disminuido sino al contrario, aumentado su popularidad y apoyo electoral entre los mexicanos.
Esa insidia no ha permeado tampoco –no al menos como lo quisieran sus enemigos-, entre la mayoría de los casi 15 millones de habitantes del Estado de México, quienes mantienen una alta calificación para su gobernador. Las encuestas indican sobre todo que los mexiquenses perciben que Peña Nieto es quien tiene las mayores posibilidades de llegar a la Presidencia de la República y que eso redundará en su beneficio.
Luego entonces va a ser no imposible, pero sí muy difícil que un aliancista le gane al candidato del PRI en las elecciones de julio próximo.
PRD, UN PARTIDO FRACTURADO: En busca de hacer realidad ese sueño, es que las dos terceras partes de la dirigencia del PRD mexiquense (193 consejeros) votaron el pasado fin de semana a favor de ir en alianza con el PAN para lanzar un candidato común a gobernador.
La otra tercera parte (88 consejeros) dijo no. Y ahí terminó por fracturarse el PRD en el Estado de México, porque su líder natural, Andrés Manuel López Obrador reiteró que pedirá licencia a su militancia dentro del partido del sol azteca e irá a apoyar a un candidato surgido del pueblo.
López Obrador –cuya popularidad hace 4 años hizo ganar a la mayoría de los candidatos del PRD en el Estado de México y lograr así gobernar a los municipios más habitados y más ricos de esta entidad-, quizá no pueda hacer ganar a su candidato, pero sí podrá hacer perder al que lance la alianza PAN-PRD.
La obviedad indica que más o menos esto es lo que ocurrirá en la selección del candidato a la Presidencia de la República, que deberá estarse discutiendo hacia finales de 2011 o principios de 2012 dentro del PRD.
Esto porque en la integración del Consejo Nacional ocurre más o menos lo mismo que en el Consejo perredista mexiquense, es decir los antilopezobradoristas detentan dos terceras partes mientras que los simpatizantes del de Macuspana mantienen el control de la otra tercera parte.
Desde este punto de vista y en cuanto a los resultados del fin de semana, sin duda que los del Estado de México son un adelanto del 2012.
Es decir, ante una previsible alianza PAN-PRD que pudiera llevar por ejemplo como candidato común a Marcelo Ebrard, el grupo denominado ahora como Diálogo para la Reconstrucción de México armado y conducido por el de Macuspana, seguramente lanzará a López Obrador.
Y podría ocurrir más o menos lo mismo: AMLO no ganaría, pero sí haría perder a Ebrard, o a quien se lance por la alianza PAN-PRD.
CANDIDATOS PREVISIBLES: No pasaron ni 24 horas de que la mayoría de los consejeros perredistas mexiquenses aprobaron ir en alianza con el PAN cuando López Obrador anunció que haría efectiva su petición de licencia en el partido del sol azteca para apoyar al candidato del pueblo.
Este seguramente será lanzado por el PT y quizá Convergencia.
¿Quién sería el candidato de ese “pueblo” del que habla AMLO? Pues no hay más que dos prospectos, ambos Alejandro Encinas o Yeidckol Polevnsky.
Ambos fueron ya candidatos a gobernador por el Estado de México: Encinas en el proceso electoral de 1993 cuando fue apabullado por el priísta Emilio Chuayffet, y la senadora Polevnsky en el del 2005, en el que Peña Nieto le sacó el doble de la votación.
Por la anunciada alianza PAN-PRD no se ve quién pueda ser. Es obvio que no será ni un panista ni un perredista. Ni uno ni otro caso lo permitirían las bases de cada partido.
Luego entonces deberán buscar entre un priísta resentido o un personaje de la llamada “sociedad civil”. En el primer caso no se ve hoy quién dentro del Estado de México sea el Gabino Cue mexiquense. No hay hasta ahora ningún tricolor que tenga ese perfil. Tampoco se observa que pueda ser ninguno de quienes integran el primer círculo político de Peña Nieto.
No se ve que Alfredo del Mazo, alcalde de Huixquilucan y uno de los aspirantes a suceder al actual mandatario mexiquense vaya a fugarse del PRI y del primer círculo de Peña Nieto para ir a abanderar al PAN-PRD. Eso tampoco se ve que pueda ocurrir con el dirigente actual del PRI estatal, Ricardo Aguilar o con el presidente de la poderosa Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Luís Videgaray o con el líder del Congreso mexiquense, Ernesto Nemer.
Cualquier otro posible fugitivo priísta, fuera de este grupo, sería morralla electoral, sin posibilidad alguna de competencia real.
¿Y EL PAN?: En el caso del blanquiazul mexiquense las cosas aunque menos ríspidas no andan mejor que entre sus aliados los perredistas.
En el seno del panismo mexiquense existen fortisimas e irreconciliables disputas que tienen que ver lo mismo con la carrera presidencial interna que con fuertes intereses regionales, políticos, familiares y económicos.
Ahí están lo mismo la familia Durán Reveles que el ahora ex panista y ex candidato a gobernador Rubén Mendoza Ayala, que el senador Ulises Ramírez y su padrino Santiago Creel, aún cuando hoy mucho más personajes y corrientes involucradas en esta contienda.
De entrada y para adelantarse a lo que pudiera negociar la dirigencia nacional blanquiazul, un importante grupo de panistas mexiquenses se apersonó en la sede nacional de su partido para exigir que la alianza PAN-PRD lance en primer lugar a un panista.
Evidentemente que los perredistas no aceptarían esto.
Otros grupos encabezados por Creel, operan internamente para que sea uno de ellos el beneficiado, porque ello significaría un fortalecimiento de la corriente interna del senador para volver a competir por la candidatura presidencial que hace 4 años le arrebató Felipe Calderón.
En fin, quizá un poco más Light, pero la contienda interna panista por la candidatura de la alianza está igualmente al rojo vivo.
Todo esto sin duda repercutirá en la campaña electoral misma, la cual desde ahora advierte una guerra de lodo y escándalos. Ya veremos.
¿ARANDO EN EL MAR?: Desde el inicio de este sexenio, una de las voces más persistentes y sensatas ha sido la del senador priísta Manlio Fabio Beltrones. Quedará para el registro que en pleno conflicto post-electoral tuvo la suficiente serenidad y madurez para impulsar la Reforma del Estado. Los resultados de eso le dieron aire fresco a la tan vapuleada gobernabilidad mexicana, y opción de futuro a México.
Hoy el sonorense vuelve a insistir: “Necesitamos orden y liderazgo de Estado… la cordura y la serenidad deben prevalecer en este momento en que la población padece graves problemas y falta orden en los asuntos públicos del país”, advirtió.
En medio del griterío mediático-político, insiste: “no hay lugar para las controversias estériles cuando en la agenda nacional hay suficientes factores de riesgo que nos obligan a cumplir con nuestras responsabilidades públicas y respetarnos unos a otros”.
Y, ante la indiferencia de los otros actores, advierte: “cuando cientos de miles de familias damnificadas han perdido todo, cuando el desempleo sigue siendo crónico, hay temor e inseguridad, y cuando se anuncia una desaceleración económica, lo último que esperan los ciudadanos, sectores productivos y fuerzas políticas, es que se agregue más incertidumbre y polarización entre los mexicanos. La falta de orden en materia de protección civil y la seguridad pública, son un ejemplo de los problemas más urgentes que demandan el cumplimiento de las responsabilidades institucionales y el ejercicio de un liderazgo presidencial con visión de Estado… Desde el grupo parlamentario del PRI hacemos un llamado a los actores políticos y sociales para que prevalezca la sensatez y la templanza, retomemos el diálogo pendiente en un clima de respeto y nos esmeremos en las acciones inmediatas y los resultados concretos para la población”, precisó.
¿Alguien lo escucha?