La incapacidad de Rodrigo Medina
Ramón Zurita Sahagún lunes 11, Oct 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La inexperiencia política e incapacidad para gobernar mostrada por Rodrigo Medina de la Cruz, puede ocasionar un grave problema para el partido en que milita y donde se intentó presentarlo como émulo de Enrique Peña Nieto.
Nada tan lejano como eso, ya que el gobernador de Nuevo León carece de carisma, talento y equipo para gobernar, por lo que se encuentra sumamente cuestionado por sus gobernados y sometido a una fuerte presión mediática para que renuncie ante la ineficacia mostrada para resolver los problemas.
Presentado como parte de la nueva generación de políticos que el PRI muestra como sus nuevos modelos que rompen con la estructura e imagen de los militantes tradicionales, como parte de los cambios en este partido y de la renovación de sus cuadros, Medina de la Cruz puede ocasionar un grave colapso en el que arrastre a futuros gobernantes.
Y es que en los próximos meses asumirán los gobiernos estatales personajes que forman parte de la misma generación que Rodrigo Medina, como son los casos de Javier Duarte de Ochoa, gobernador electo de Veracruz, de 37 años de edad y Roberto Borge Angulo, gobernador electo de Quintana Roo, con 31 años de edad.
Medina de la Cruz cuenta con 38 años de edad y fue impuesto como candidato por su antecesor en el cargo, José Natividad González Parás, de quien fungió como secretario de Gobierno.
En el camino fueron sacrificados el senador Eloy Cantú Segovia, el ex alcalde de Monterrey, ex senador, ex diputado y eterno aspirante, Ricardo Canavati Tafich, la diputada federal Marcela Guerra, el ex gobernador interino Benjamín Clariond Reyes Retana y otros políticos más experimentados que el “delfín” de Nati.
Carente de experiencia política y con una carrera realizada al vapor, donde en menos de tres años fue diputado federal, secretario de Gobierno y candidato al gobierno estatal, Medina se encuentra bajo el fuego de las balas provenientes de la delincuencia organizada que mantiene bajo su control el estado y de los obuses que le lanzan sus principales promotores, los empresarios que hoy lamentan el apoyo que le dieron para ser candidato, primero y gobernador, después.
Sin encontrar solución, ni instrumentar medidas adecuadas para detener la extrema violencia que sacude al estado, el gobernador de Nuevo León sufre una especie de parálisis que mantiene en vilo a los habitantes del estado que se encuentran amenazados por el rápido crecimiento de la violencia.
Medina propuso en la Conago la creación de una policía única, pero en su entidad no puede establecer este mecanismo en los 11 municipios conurbados, donde la violencia se significa en grado extremo.
Se dice que es tal la violencia que aqueja el estado que el propio gobernador ya mandó a su familia a vivir fuera de la entidad, aunque la versión fue negada desde las propias estructuras de gobierno.
Desconcertado totalmente ante los fuegos amigos y enemigos, el gobernador Medina de la Cruz se encuentra en una encrucijada, donde no sabe cómo reaccionar, ni encuentra los asesores indicados que le enseñen el camino para enfrentar a unos y otros.
La semana pasada, el gobernador de Nuevo León debía presentarse ante los legisladores federales para iniciar las negociaciones del presupuesto de egresos para el año próximo, aunque no asistió y mandó representantes.
Sin distingo de ideologías, los gobernadores de los estados y el jefe de gobierno del Distrito Federal acuden ante los legisladores federales para buscar las mejores condiciones de dinero para sus respectivos estados. Lo hacen los gobernadores en funciones y hasta los electos, aunque en el caso de Rodrigo Medina, prefirió enviar representantes para no dar la cara y ser cuestionado por el desastre en que se encuentra su entidad.
Carlos Almada y Adrián del Mazo Maza plantearon a los diputados las necesidades presupuestales del estado de Nuevo León y aunque los dos laboran para el gobierno estatal, ninguno es oriundo del estado y tienen poco tiempo de estar vinculados a esa entidad.
Almada, vinculado a la familia Del Mazo, es nativo de Sinaloa y se desempeñó como oficial mayor de las secretarías de Energía y Gobernación, además de ser vocero presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León. Adrián es hijo del ex gobernador mexiquense Alfredo del Mazo González y hermano de Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan y aspirante al gobierno del Estado de México y de conseguir primero la candidatura y ganar la elección, después, sería también una muestra de la renovación generacional del PRI (cuenta con 35 años), la misma que puede echar por tierra la torpeza de Rodrigo Medina.
*La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero, muestra que es una experta en promoción de imagen y que su búsqueda de la presidencia de uno de los tres poderes de la Unión es real.
Sánchez Cordero expresó su preocupación porque en México las mujeres ocupen mayores espacios de poder, como sucede en otras naciones.
Y es que en la Corte se tendrá que elegir presidente en un par de meses, antes de que finalice el período de Guillermo Ortiz Mayagoitia y en la lista de ministros predominan los hombres, ya que solamente hay dos mujeres, la mencionada Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos, aunque existe una vacante que deberá ser llenada las próximas semanas y ante la nula posibilidad de que una mujer presida la Corte, el sitio dejado por la muerte del ministro José de Jesús Gudiño podría ocuparlo una mujer, para intentar compensar el desbalance existente.
*Concurrida por la clase política fue la considerada boda del año entre Carlos Slim Domit (el mayor de los hijos de Carlos Slim Helú) y María Elena Torruco Garza. Los que no asistieron se pueden considerar como fuera de los primeros círculos empresariales, políticos y sociales.