La danza de los millones
Ramón Zurita Sahagún jueves 17, Nov 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Con enorme frecuencia conocemos de los desvíos de dinero público, así como del endeudamiento en que están las finanzas estatales, principalmente, al término de las distintas administraciones y, regularmente, el gobierno federal tiene que acudir en auxilio de esas entidades y sus nuevos gobiernos.
Las denuncias nunca son atendidas, con todo y que la Auditoría Superior de la Federación mantiene alertadas a las autoridades sobre las inconsistencias de la información que proporcionan esos estados.
Sin embargo, es al término de las administraciones cuando se conoce el desfalco, los desvíos de dinero y es entonces cuando las autoridades federales se deciden a actuar, si es que lo hacen.
El caso Veracruz es el más emblemático, por el desvío de los recursos públicos, el enriquecimiento de sus funcionarios, incluido el gobernador y fue hasta que estaba cercano el período de gobierno de Javier Duarte de Ochoa, cuando se decidieron a actuar.
Antes de este caso, se supo del terrible endeudamiento del gobierno de Humberto Moreira Valdez, en Coahuila y de Rodrigo Medina de la Cruz en Nuevo León, como los casos más mencionados.
Pero eso ha sido una constante en los diversos estados, donde los Congresos locales les autorizan el endeudamiento, aunque sin alcanzar las dimensiones de los estados antes mencionados.
Claro que una cosa es el endeudamiento y desvío de los recursos y otro los abusos que cometen los gobernantes para beneficiarse ellos, sus familiares o amigos.
Pero en el caso de los endeudamientos de los estados, la cosa es terrible, ya que se conocen cifras sumamente escandalosas que son aprobadas al vapor, principalmente en el último año de gobierno.
Ahora se sabe que en Chihuahua, la administración de César Duarte Jáquez se endeudó con seis mil 500 millones adicionales a lo aprobado inicialmente.
De esa forma la deuda del estado cerró con casi 48 mil millones de pesos de adeudo, catalogadas como una de las más elevadas del país.
Veracruz, la que representa, supuestamente, el emblema del endeudamiento, termina la administración de Duarte de Ochoa (el 30 de noviembre) con un saldo de casi 45 mil millones de pesos de deuda.
Tanto Veracruz como Chihuahua son estados con una gran variedad de recursos y el primero es la tercera entidad más poblada del país, pero existen otras como Durango que con su endeudamiento de siete mil millones de pesos, de los que mil 695 corresponden al último año, resulta ser una cifra sumamente elevada.
Curiosamente la entidad más endeudada no es el Estado de México, sino la CDMX es la que concentra la mayor deuda, ya que rebasa los 67 mil millones de pesos y otra más, sumamente representativa es Nuevo León con 63 mil millones de pesos de duda, lo que la hace no estar lejana del antiguo Distrito Federal.
Y todavía falta conocer las cifras de algunos estados que como Puebla, Oaxaca y Zacatecas, arrastran un gran endeudamiento.
Claro que en algunos casos los gobernantes muestran la obra pública realizada durante su administración, con lo que saltan cualquier tranca que se les atreviese, pero en otros no hay forma de justificar el porqué de una deuda tan alta.
Por lo pronto, hay quienes demandan una mayor atención a las peticiones de endeudamiento de los diversos gobiernos estatales, para evitar que el boquete que dejan siga creciendo.
Los hay también que dicen que los compromisos de los gobiernos anteriores deben ser asumidos por los entrantes, ya que en muchos de los casos los proveedores de algunas entidades se quedan sin cobrar, lo que repercute en sus finanzas y en las inversiones de los productos que surten en esas entidades.
De ahí surgen los grandes cotos de corrupción, ya que tienen que negociar con los funcionarios para que les paguen en tiempo y forma, consiguiéndolo algunos de ellos, pero quedando la mayoría de ellos al garete.
Pacto panista
Finalmente dos de los aspirantes presidenciales del PAN, Margarita Zavala Gómez del Campo y Ricardo Anaya Cortés, se sentaron a dialogar sobre el futuro de su partido, donde coincidieron en la necesidad de mantenerse unidos ante la cercanía de la sucesión presidencial.
Por lo pronto, el dirigente nacional del partido blanquiazul decidió ceder parte de los spots de su partido, para promoción de la esposa de Felipe Calderón Hinojosa, quien se sigue manteniendo como el panista con mayor conocimiento en el país.
Margarita busca que Anaya Cortés renuncie a la dirigencia del partido y entonces se establezca un piso parejo para los competidores.
Por lo pronto el tercero en discordia, Rafael Moreno Valle Rosas, termina el primero de febrero su gestión en Puebla y se sumará de inmediato a la contienda.