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Ramón Zurita Sahagún miércoles 16, Nov 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La efervescencia comienza a llegar al Estado de México, la principal plaza estatal electoral, que, además, estará en disputa el año próximo.
Es uno de los escasos estados en los que el PRI se ha mantenido como partido dominante desde su aparición como PNR, pasó por PRM, hasta convertirse en el actual PRI.
Cada uno de los gobernantes ha sido militante del tricolor, sin oportunidad de que otro partido lo gobierne.
En todo ese lapso mucho ha tenido que ver el mítico Grupo Atlacomulco, al que algunos consideran inexistente y otros lo ven como el lazo más sólido entre los altos mandos del tricolor y los grupos políticos de la entidad.
Son varias las ocasiones recientes en que se advirtió el grave riesgo de que el PRI perdiera los comicios para gobernador, basado en encuestas y sondeos que no le eran favorables, aunque en campaña compusieron las cosas y hasta ganó con holgura el tricolor.
Fueron los casos recientes de las victorias de Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto, principalmente el segundo que inició con veinte puntos porcentuales abajo del panista Rubén Mendoza Ayala, lo rebasó y superó por dos votos a uno.
Antes de él, Arturo Montiel Rojas, también enfrentó problemas, pero fueron subsanados en campaña, ya que venció al panista José Luis Durán Reveles por siete puntos porcentuales y una diferencia de más de 200 mil votos.
Lejos estuvieron esas cifras en votos y porcentajes de las de Emilio Chuayffet Chemor, quien ganó con el mayor número de votos obtenidos por un candidato: un millón 949 mil, mientras que su más cercano adversario, el panista Luis Felipe Bravo Mena se conformó con medio millón de sufragios.
Esa cifra fue rebasada con creces por Eruviel Ávila Villegas, quien regresó a los priístas la figura de arrolladores en esa entidad, registrando más de tres millones de sufragios, con un histórico (para estos tiempos) 61 por ciento de votos favorables, en una contienda donde tuvo de adversarios a los ismos que enfrentó Chuayffet Chemor: Alejandro Encinas por la izquierda y Luis Felipe Bravo por el partido de la derecha.
Después de la elección de 1993, el PRI comenzó a resentir la pérdida de posiciones y así toda la zona norte, Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán y Cuautitlán, pasaron a manos del PAN, mientras que en la norte se posicionó el PRD, en Neza, Texcoco, Chalco y varios municipios más.
Toluca fue gobernado por el PAN y así los grandes municipios dejaron de ser priístas para siempre.
Uno de los primeros ganadores de esos codiciados ayuntamientos fue José Luis Durán Reveles, quien contendió y perdió la gubernatura en 1999 contra Arturo Montiel Rojas.
Hoy Durán Reveles, un panista de larga trayectoria, cercano a Santiago Creel Miranda de quien fue subsecretario de Gobernación en la administración foxista, alza la mano para repetir como candidato del partido blanquiazul.
Duran Reveles fue el primero en dar una gran cantidad de votos a su partido, cerca del millón de votos, pero después bajó su perfil, por lo que ahora busca reaparecer en los primeros niveles de su estado.
Lo hace porque sabe que Josefina Vázquez Mota quedó marginada del proceso, ya que primero no quiere competir por el gobierno estatal y segundo, algunas filtraciones dañaron su imagen y la relegaron de esa posibilidad.
La familia Durán Reveles aposentada en el Estado de México ha conseguido gobernar varios municipios del estado, a través de los distintos hermanos, mientras que otro más (ya fallecido) logró ser senador representando a Quintana Roo.
Otro aspirante que ya alzó la mano fue Ulises Ramírez, ex alcalde de Tlalnepantla, ex dirigente estatal del partido y también ex diputado federal y ex senador de la República.
Ulises ya intentó ser candidato en la elección pasada y en esta trae el respaldo del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, uno de los principales prospectos a la candidatura presidencial del PAN.
La aparición de los aspirantes panistas, parece acelerar los tiempos para los priístas que meditan entre sus aspirantes cuál de ellos será el abanderado que los represente.
Saben que la contienda por el Estado de México registra una gran importancia por tratarse del mayor número de electores de una entidad en todo el país y que el ganador puede ser un reflejo de lo que suceda en 2018.
Los priístas muestran confianza en su abanico de aspirantes, los más de ellos con sólida carrera partidista y lo importante para ellos es encontrar al adecuado que permita mantener la unidad entre los que no sean seleccionados.
Hasta el momento se mantienen vivos como prospectos sólidos el diputado federal Alfredo del Mazo Maza, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados; el secretario de Gobierno del Estado de México, José Sergio Manzur; la senadora con licencia y secretaria de Educación en el estado, Ana Lilia Herrera; el Procurador Federal del Consumidor, Ernesto Nemer Álvarez .
También se encuentran anotados el secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete; el secretario de Desarrollo Social; Luis Enrique Miranda y algunos señalan con posibilidades al ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray, entre otros.
El Estado de México representa la entidad con mayor atracción electoral para el 2017, por encima de Coahuila y Nayarit que también elegirán gobernador y Veracruz, donde más de 200 alcaldes serán electos, en medio de la desesperanza dejada por el gobernador prófugo Javier Duarte de Ochoa.
VI INFORME DE GOBIERNO
Correspondió a Flavino Ríos Alvarado enviar el VI informe de gobierno de Veracruz al Congreso del estado, donde todavía no se aclara qué era lo que buscaba con el supuesto regreso a sus funciones el gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa.