Recordando aquellos momentos…
* Especiales, _• Letras Iberoamericanas •_ viernes 8, Oct 2010Las palabras de Xavier, desde Ecuador, toman vida después del intento fallido de la policía ecuatoriana por derrocar al presidente Correa, vivido en días pasados. Este evento nos hace reflexionar sobre nuestro entorno. Es momento que Iberoamérica viva su realidad y tome decisiones hacia el futuro que le permita a sus ciudadanos tener certeza sobre su rumbo personal y colectivo.
La corrupción, la falta de planeación en nuestros procesos sociales y políticos, entre otras causas, nos han orillado a este puerto, donde vivimos procesos cíclicos que nos llevan a un crecimiento económico mediocre, con crisis financieras interminables, pero con una oligarquía política que no permite que las nuevas generaciones tomen el poder en sus manos para forjar un futuro cierto.
Xavier, nos recuerda con nostalgia algunos pasajes de la historia contemporánea de Ecuador. Las reformas monetarias, así como la salida constante de dirigentes políticos, nos hace pensar que las sociedades no debemos quedar atónitas ante nuestra desgracia. Expresarnos y debatir sobre nuestro futuro no es sólo una obligación moral, sino una necesidad de sobrevivencia que debemos ejercer día con día.
Espero, querido lector, que te tomes un momento de reflexión y pienses en cuán parecidos son los ecuatorianos de los demás iberoamericanos. Tal vez nos asombre la respuesta.
Edgar Gómez
coordinador Letras Ibero@mericanas
edgargomez_cide@yahoo.com.mx
Xavier Illingworth / Ecuador •
Existe una visión muy clara de un franco desarrollo de los pueblos latinoamericanos que, impulsados por la calidez de su gente, han encontrado nuevos espacios de protagonismo. Sin embargo, este desarrollo también se ha hecho acompañar de mucho dolor y pena, con cada uno de los acontecimientos que hemos soportado en nuestra región. Desde gobiernos carentes de creatividad hasta golpes duros de la naturaleza, que no han sido sino pruebas para demostrar de qué estamos hechos y que tan grande es la pasión que corre por nuestras venas.
A pesar de escuchar en muchas veces que en el Ecuador se vive una democracia, es importante decirles estimados lectores que en este país hemos participado de pequeñas dictaduras en las que cada persona que ha sustentado el poder, en su momento, ha dirigido el país cuidando los más grandes intereses y descuidando el interés del más humilde ciudadano. Sin embargo, en muchas de estas ocasiones se ha descuidado el poder de la mente y corazón de los ciudadanos, que después de caer por muchas veces, sigue latiendo con pasión por conseguir un futuro mejor para sus hijos.
Hace varios años comenzamos un proceso para dejar nuestra moneda -el sucre- y asumir una moneda que nos haría fuertes en la región (según fue la promesa de quienes dirigían el país en esos momentos). Sin embargo, este proceso monetario generó una fuerte decepción por parte de los ciudadanos ecuatorianos, lo que implicó una importante depresión e incluso muerte por parte de ciudadanos comunes que perdían la vida, al perder todos sus ahorros, todos sus sueños. Empero, eso pareció no importar a los dueños del país que seguían con sueños de grandeza y de “libertadores”.
Hemos vivido diversos acontecimientos que han marcado la vida de los ecuatorianos, los cuales nos han llevado a desconfiar de cada una de las personas que han llegado a nuestros gobiernos, pero no por esto dejar de verlos con sueños renovados e ilusiones intactas, que se renuevan cada vez que un nuevo proceso electoral está por comenzar.
Sobre esto recuerdo aún en la universidad cuando comenzaba mi carrera, existieron varios intentos para desestabilizar al gobierno de ese entonces, y cuando los ánimos estaban caldeados, y al furor del grito…..¡Que se vaya!….¡que se vaya!…un grupo de compañeros, estuvimos también gritando esas palabras conjuntamente con unas 3 mil personas en la plaza de San Francisco-Quito (capital de Ecuador), cuando sin saber lo que pasaba una nube de gases lacrimógenos nos envolvía, la gente huía desesperada sin saber qué rumbo tomar. Mujeres, jóvenes y adultos se desplomaban al ver sus sueños caer y al conocer que su futuro estaba en la cuerda floja… Sin embargo, sólo tuvieron que pasar dos horas para que el presidente abandone su idea de una patria nueva y renovada, con sacos llenos de dinero para subsistir cómodamente el exilio al que estaba destinado.
Esta historia que se repitió en tres ocasiones, no ha sido nada más que un volver a comenzar con nuevos anhelos de días mejores…hoy en día la gente sigue trabajando para sacar adelante a sus familias, promoviendo una participación más activa desde sus trincheras.
Lo mejor del pasado…es que ya pasó, nos sirve para aprender de él. El futuro es incierto, que de hecho es el resultado de las acciones que emprendamos hoy. Lo único que podemos saber y lo único sobre lo que tenemos control es el presente.
De nosotros depende cada uno de nuestros pensamientos que recaen en cada una de nuestras acciones y de esta manera en cada uno de nuestros resultados.
Es por esto, que invito a todas y cada una de las personas a que lean estas Letras Iberoamericanas, lo cual les permitirá observar detalladamente sus pensamientos y con esto poder imaginar y crear el mundo que está por venir.
• Trainer en Programación Neurolingüistica.
Twitter: @xavierif
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