La venganza
Freddy Sánchez martes 15, Nov 2016Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Cuántos estarán en la “lista negra” de Trump.
Y cuántos en primer lugar.
Un par de preguntas que estarán haciéndose algunos o muchos de los que se declararon acérrimos enemigos del presidente de los Estados Unidos, que pronto entrará en funciones.
Y que conste que no son pocos.
Los hay en casi todas partes del globo terráqueo.
México no es la excepción.
Porque frente al discurso de odio que reiteradamente se le atribuyó al ganador de los comicios allende el Bravo, mucho odio se destiló también contra él.
Políticos, artistas, comunicadores, deportistas, hombres de negocios, líderes sociales, guías espirituales, en fin, la lista de los detractores de Donal Trump, es larga.
Y los epítetos para motejarlo de lo peor de lo peor, también.
Así que todos cuantos se desgañitaron para fustigarlo, condenarlo y repudiarlo, con sobrada razón podrían estar intranquilos y lo estarán más si el discurso del ganador de la Casa Blanca se traduce en hechos confirmatorios de lo que se temía, y no sólo eso, sino al mismo tiempo en represalias contra sus furibundos críticos.
Entre los que ahora ha surgido un esmerado empeño en decir que una cosa son las campañas políticas y otra el ejercicio de gobierno.
Ante su manifiesto y constante desprecio para el multimillonario Trump, ( a lo largo de meses y meses de campaña proselitista dentro y fuera de la Unión Americana) sus detractores pretenden justificar sus increpaciones alegando algo lógico .
Aquello de que en “la guerra y el amor todo se vale”, como fue el caso en torno a la batalla electoral por la sucesión presidencial en los Estados Unidos.
Una contienda cargada de insultos y agravios provenientes de todas partes.
Y en la que un sinnúmero de los repudiaron a Trump, en apoyo a Hilari Clinton, junto con ella, perdieron la batalla.
De modo que los perdedores han quedado expuestos a las consecuencias de sus dichos denigratorios contra el futuro presidente norteamericano.
Sobre todo si el sucesor de Obama no asume sus funciones con un nuevo discurso y futuras acciones tendentes a la conciliación con sus críticos y adversarios políticos, buena voluntad de entendimiento con las naciones del mundo y afanes de restauración de la concordia y paz social en todos los continentes del orbe.
Lo cual, obviamente, es lo que más le conviene a los estados Unidos y al resto de los países.
Y muy particularmente a los que pueden estar temerosos de que Donald Trump en desquite contra sus críticos llegue a la Casa Blanca con un ánimo revanchista y de comienzo a la venganza.