FCH contra AMLO
¬ Augusto Corro viernes 8, Oct 2010Punto x Punto
Augusto Corro
Sin lugar a dudas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es el mayor adversario de los panistas. Así lo demostró Felipe Calderón Hinojosa (FCH) al reafirmar que el tabasqueño sigue siendo un peligro para México. En esta desafortunada declaración a un locutor, el gobernante echó por la borda los llamados a la unidad y su sensibilidad política.
En las elecciones presidenciales pasadas, el español Antonio Solá, genio de la publicidad negativa, promovió la guerra sucia contra AMLO. Esta acción provocó inconformidad y descontento entre los seguidores del candidato de la izquierda y sembró la semilla de la discordia y el odio.
El proceso electoral del 2006 estuvo plagado de irregularidades. No se anularon las elecciones porque la maquinaria del poder panista actuó impunemente. La participación ilegal del entonces presidente Vicente Fox fue determinante para el triunfo de los panistas. Así lo reconocieron los propios tribunales electorales, quienes afirmaron que el guanajuatense puso en riesgo los comicios.
Las ánimos encendidos en esa temporada presagiaban tiempos difíciles que, afortunadamente, no llegaron, porque los derrotados se inclinaron por las manifestaciones pacíficas para hacer presente su inconformidad por el resultado controvertido de las elecciones presidenciales.
La misma toma de posesión de FCH como presidente de México fue un hecho singular, porque los legisladores del ala izquierda se oponían a su presencia en el recinto parlamentario de San Lázaro. El nuevo mandatario se vio obligado a entrar por la puerta trasera del edificio y a rendir su protesta entre gritos y abucheos.
Desde entonces, en millones de mexicanos que no votaron por FCH anidó el resentimiento y el rechazo. Sabían, sin tener las pruebas, que algo anormal ocurrió y que esto permitió que el PAN repitiera en Los Pinos. Por esto mismo, en todos los actos al que asiste el mandatario, la vigilancia es extrema. ¿Qué funcionario con el apoyo popular necesita todo un ejército de policías para que lo cuide?
La popularidad de FCH se encuentra a la baja. Es el segundo panista que ocupa la Presidencia de México y los resultados están a la vista. Para empezar, metió al país en una guerra contra el narcotráfico en la que van 30 mil muertos y no se le ve fin. El empleo, como promesa de su campaña, se encuentra hecho añicos. Y la cifra millonaria de pobres es ascendente. ¿Y la economía? De esto mejor ni hablar.
Ante este panorama desolador, FCH se avienta la puntada de decir que AMLO es un peligro para México, cuando el tabasqueño ni siquiera tuvo oportunidad de demostrar su capacidad de gobernante. Cabe pues una pregunta que debe ser contestada con objetividad y reflexión. ¿Quién es el verdadero peligro para México? Uno que ya demostró que no puede con el paquete u otro que anda lejos del poder.
En política, según los sabios, nada es fortuito. El ataque a AMLO necesariamente es por algo. ¿Qué le preocupa a FCH? ¿El rechazo a las alianzas por parte del tabasqueño? ¿O cuál es la fuerza política de AMLO que desconocemos?
Un cosa sí es cierta, los perredistas que se encuentran en disputas permanentes, se dieron una tregua para defender a AMLO, que lo colocan de nuevo en las primeras páginas de los diarios, algo que parecía impensable sucede otra vez por las palabras agresivas de FCH.
POLICÍA ÚNICA
Se presentó la iniciativa para el mando único policial, “que en los hechos busca crear 32 policías estatales, controladas bajo un mando unificado y con una fuerte coordinación con la Policía Federal, todo con un modelo de desarrollo institucional, homogéneo en todo el país”. (“Excelsior”, 7 de octubre 2010).
Se debe entender que el gobierno federal panista se encuentra interesado en crear una policía efectiva en las áreas de seguridad municipal, estatal y federal. Es decir, que sean verdaderos policías en todos los sentidos: física y moralmente. En lo físico, no hay mayor problema. Tendrán que mejorar su condición; a practicar el manejo de armas y en general a prepararse para enfrentar al enemigo. En lo moral, la cuestión se complica. Son muchos años en los que los representantes hicieron lo que les vino en gana. Sin valores morales, se hicieron socios de los delincuentes con el fin de conseguir más dinero o por temor a las amenazas de los narcos: plata o bala. La corrupción predomina entre las policías. Erradicar ese cáncer llevará tiempo.
Por otra parte, deja mucho qué desear la preparación de los miembros de las fuerzas del orden. Hay policías municipales que están en los límites del analfabetismo. Su grado de escolaridad es nulo. Sus programas de capacitación tendrán que empezar por convencerlos que su función no es la de perseguir a borrachos, sino la de enfrentar a la delincuencia organizada, esa sí preparada y dispuesta a morir.
Entonces, lo que procede es buscar a miles de personas que cumplan con determinadas características para formar parte de lo que será una gran policía, hombres o mujeres bien preparados para servir a la sociedad.
Así que la iniciativa ya se encuentra en el Congreso y si los legisladores se apuran a aprobarla, en alguno de los próximos años (no se sabe cuántos), la sociedad mexicana sentirá por fin los beneficios de estar protegida por una policía efectiva y honesta. Mientras, sálvese quien pueda. En algunas ciudades norteñas, la narcoviolencia llegó para quedarse. Por cierto, Monterrey debería declararse zona de guerra. Los tiroteos y el número de muertos así lo exigen.
PREMIO NOBEL DE LITERATURA
El peruano-español Mario Vargas Llosa fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010. Desde luego es un gran triunfo de las letras españolas.
Desde Octavio Paz a ningún latinoamericano se había vuelto a distinguir con ese reconocimiento. A Vargas Llosa se le podría analizar como literato y político. En el primer caso es un excelente escritor; en el segundo es un fracasado. En las elecciones presidenciales de Perú compitió contra Fujimori y perdió. Su ideología de derecha le ha ocasionado innumerables confrontaciones.